Con la respiración agitada entramos en la casa de él, si, al fin nos habíamos escapado, hoy sería nuestro día de juegos y placer.
Cuando cruzamos el umbral de la puerta el aventó su mochila al piso y tiro mi bolso, lo lance al piso sin importar nada y sin pensarlo dos veces me lancé hambrienta a sus labios, subí mis brazos hasta su cuello y enredé mis dedos en su cabello, comencé a mover mis labios sobre los de él y él tomó mi cintura y me atrajo más cerca de él, estábamos tan juntos que el aire no pasaba entre nosotros, bajo sus manos hasta mi cadera y me apego más aún a él, haciéndome sentir su erección bajo la tela del pantalón, pude sentir lo excitado que estaba y eso me hizo excitarme aún más, sin previo aviso el metió su lengua en mi boca, ahora el beso era completamente salvaje y desesperado, el me empujo un par de pasos y caímos al sofá rojo de terciopelo, me reí sobre sus labios y el bajo las manos hasta mi trasero, di un respingo por lo inesperado pero me las agarró fuerte apegándome más a él, que estaba sobre mí. El beso estaba siendo de los más excitantes de mi vida, nuestras lenguas no se cansarían nunca de jugar con la otra, su sabor era simplemente una droga para mí, ya que él estaba jugando ¿Por qué yo no? Decidida baje mis manos hasta sus hombros, pasé por su pecho hasta su abdomen, sentí por sobre la camiseta que tenía marcado los abdominales, metí mis manos por debajo de esta y tracé líneas imaginarias con mis dedos suavemente, él se estremeció y gimió por lo bajo, aquel gemido que llevaba tiempo esperando por fin había llegado y fue atrapado por el beso en el que estábamos sumidos, me separe y lo aleje de mi haciendo que me mirara con desconcierto, se sentó bien en el sofá y antes de que pudiera decir nada me arrodille en el suelo frente a él y ágilmente le desabroche el pantalón y lo bajé de un jalón junto con su bóxer, su miembro estaba completamente erecto, era mucho más grande de lo que pensaba, me mordí el labio al tener aquella deliciosa vista, me acerqué y lamí toda la punta lentamente, el gimió gravemente y sentí como se ponía aún más duro, mi excitación cada vez crecía más y más, lamí obscenamente la palma de mi mano derecha y rodeé su miembro, comencé a subir y bajar lentamente masturbándolo, el dejo caer la cabeza hacia atrás y mordió su labio, eso me impulso a darle más placer aún, me acerqué y metí todo lo que pude de su miembro en mi boca, apreté y comencé a jugar con mi lengua, el gimió fuertemente y me tomó por el cabello, pero lo solté y negué con la cabeza, el me soltó y yo volví a lo mío, volví a meterlo en mi boca y ahora si pude saborearlo, me fascinaba que por fin pudiera hacer lo que tanto quise, mi lengua era despiadada con su miembro, mientras mi cabeza subía y bajaba rápidamente, su respiración era agitada, y un par de minutos después que sentí como nada, el pre-semen comenzó a salir, sonreí y aumenté el ritmo, con mi mano masturbaba lo que no alcanzaba a tocar mi boca y de pronto, sentí como explotaba de placer en mi boca, mientras gemía mi nombre, tragué todo no sin antes saborear su sabor, en definitiva me volví adicta a él, limpie todo rastro de semen de su miembro y me levante, él me tomó posesivamente de la cintura y me atrajo hasta el, me besó salvajemente, su lengua jugueteaba con la mía como si no hubiera un mañana, me sentó en la orilla del sofá y ahora él estaba de rodillas, comenzó a acariciar mis piernas desde el tobillo hasta los muslos, subió mi falda y en un segundo mis pantaletas habían ido a parar dios sabe dónde, se acercó hasta mi feminidad y dio una lamida, sentir su lengua en mi húmeda feminidad me volvió loca, arqueé la espalda y cerré los ojos, el volvió a hacer lo mismo solo que ahora rozó mi clítoris, gemí fuerte por el placer que eso me había causado, él puso sus manos en mis muslos y me separo aún más las piernas dándole más acceso a mí, ahora su lengua no dejaba de torturar mi punto más sensible, cada vez que me tocaba era un espasmo de placer, por un momento paro y sentí como uno de sus dedos recorría mi entrada, al instante estaba humedecido y volvió a atacar mi clítoris, ahora era más rudo, más salvaje y eso me estaba volviendo loca, de un momento a otro metió un dedo en mí, el placer que sentí en ese momento fue increíble, grité por la sensación y el comenzó a meter y sacar su dedo mientras su lengua me torturaba, quería decirle que parase, que quería venirme con él, pero las palabras no me salían, solo los gemidos podían salir de mi garganta, sentí como un segundo dedo entró y tocó ese punto que me hizo estallar de placer, clavé mis uñas en el respaldo del sofá mientras un grito de puro placer salía de mi boca, sentí como el saboreaba toda mi feminidad haciéndome temblar del placer, se levantó y apenas estuvo a mi altura lo besé, mi sabor aún estaba en su boca y eso me hizo excitarme de nuevo, el en algún momento se había subido el pantalón pero no estaba abrochado, así que adentré mi mano y comencé a tocarlo, de inmediato reaccionó y él estaba listo para poder jugar, me separé y le sonreí, sin decir una palabra lo lleve hasta su habitación, apenas entramos le quité la camiseta y segundos después la mía voló por donde mismo había volado la de él, mi chico se acercó a mí y desabrochó hábilmente el botón de mi falda, abrió el cierre y la dejo caer, ahora estaba solo en ropa interior, el me miro y se mordió el labio, me separe y me tire a la cama.
-Desvístete –le ordené mientras tiraba mis zapatos a un lado-
-Como ordene mi gatita… -dijo y en unos segundos ya estaba solo en bóxer encima de mí-
Comenzamos a besarnos salvajemente, el me desabrochó el sujetador y me lo saco, puso una mano sobre mi pecho y comenzó a apretarlo, se sentía genial, baje mis manos de su cabello y me le quité los boxers lo más que pude, él se separó unos segundos y se los quitó, se puso en pocos segundos un preservativo y se puso encima de mí, rodeé su cintura con mis piernas y el me besó suavemente, todo el amor y el cariño que sentíamos por el otro se expresó en este beso, el lentamente comenzó a entrar en mí, dolía, pero era placentero al mismo tiempo, cuando entro completamente en mí se quedó quieto unos segundos, su respiración era pesada, mordía mi cuello para controlarse, un minuto después aún con un poco de miedo moví mis caderas, dolía aun un poco, pero el placer era inmenso, ambos gemimos y el comenzó a embestirme lentamente, sentirlo entrar y salir de mí, como mordisqueaba y chupaba mi cuello, todo era simplemente la mejor sensación del mundo, clavé mis uñas en su espalda y lo arañé, el comenzó a embestirme más rápido y comenzó a tocar ese punto que me haría tocar el cielo, gemí fuerte y el comenzó a embestirme más rápido, con una mano aprisionó uno de mis pechos y comenzó a masajearlo, yo dirigí su cara a la mía y lo besé apasionadamente, nuestro ritmo era constante, fuerte, rápido, duro y salvaje, la cama doble rechinaba y golpeaba la pared, estuvimos un rato así, nuestros gemidos eran tan fuertes que eran escuchados por toda la habitación, más allá quizá, en un momento dado ambos estábamos a punto de tocar el cielo, el aumento su ritmo y yo contraje todos mis músculos, al hacer esto estallé de placer por segunda vez en el día, sentí como el temblaba de placer y un segundo después también había llegado al orgasmo mientras me hacía un chupón en el cuello que seguramente dejaría marca, me relajé y sentí como todos mis músculos se destensaban, él se quedó recuperando el aliento sobre mí, me abrazó fuerte y salió de mí, me sentía vacía, cerré los ojos y deduje que se estaba quitando el preservativo, se puso a mi lado y me abrazó por la cintura, me beso le mejilla y me dijo
-Prepárate cielo, que esto es solo el comienzo.
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Escape de placer ~HOT~
Teen FictionQuizá un desliz, quizá una aventura, pero lo unico que si tienen garantizado es el placer mutuo