El Descubrimiento

Capítulo 1

Julia tenía 28 años cuando pensó por primera vez en su teoría.

Era un día lluvioso, iba camino a su segundo trabajo.

En el autobús, miró por la ventana y cuando vio los cables de electricidad enredados, cables telefónicos y al fondo una torre celular, preguntó:

- Si podemos comunicarnos con la ayuda de ondas electromagnéticas y electricidad, ¿por qué nuestras células no hacen lo mismo?

- ¿Cómo voy a explicar a mis alumnos la comunicación celular solo con la liberación de factores quimiotácticos en esta inmensidad celular del cuerpo humano?

Julia, trabajaba durante el día en un laboratorio, y todas las noches impartía un curso técnico.

Como acababa de graduarse, necesitaba buscar recursos para ayudar a su familia, que acababa de comprar una casa después de perderlo todo en una gran inundación.

La vida ni siempre ha sido encantadora con Julia.

A pesar de ver siempre el lado bueno de las cosas, en muchos momentos el dolor habló más fuerte.

Y de tiempo en tiempo, la carga del camino se hacía más pesada.

Pero hay un regalo que la vida le ha dado a Julia, el de nunca darse por vencida.

El factor más importante de su personalidad siempre ha sido la fuerza.

Ella nunca se rindió en nada.

Cuando era niña, vivió tranquila y alegre. No existía nada parecido a un mal día.

Aprendió a jugar muchas veces sola.

Su familia estaba unida, feliz y grande. Hubo muchas y muchas fiestas.

Su abuela era su base más importante. Había una conexión muy fuerte entre los dos.

Pero el tiempo pasó y con el paso de los años la familia se fue reduciendo por pérdidas y peleas.

Julia y su abuela nunca se han separado.

Las conversaciones fueron largas y las historias que contó su abuela fueron magníficas.

Su abuela se llamaba Paula. Olía a flores y vainilla.

Su corazón era tan grande que no había forma de medir su tamaño.

Tú también encajarías en él. El mundo entero cabría en él.

Julia continuó el año trabajando, y todas las noches escribía su teoría, buscando información para usar como base de su idea.

Con el paso del tiempo, la información se fue organizando en su muro.

En su habitación había 3 grandes marcos con el nuevo circuito de comunicación celular.

El primero hablaba de la base celular, la parte estructural.

El segundo hablaba del sistema celular y sus inducciones y recepciones magnéticas.

Y el tercero, explicó cómo las leyes de la física encajan con la forma de comunicación celular.

A menudo ni siquiera ella entendía sus ideas. Luego, cada día, un punto se conectaba con otro y las ideas toman forma.

Sus amigos, ah! Cuántos amigos tenía Julia. Eran de todo tipo.

Desde los tímidos hasta los extrovertidos, pobres, ricos, inteligentes e ignorantes.

Julia siempre supo ver lo mejor de todos.