-¿De verdad seguirás compitiendo individualmente?-Jun me miró sorprendido-Será muy arriesgado.
-¿Crees que mi arte es malo?-me hice la ofendida falsamente.
-Claro que no-negó rápidamente-Pero la carga de trabajo será mayor para una sola persona.
-Me gusta estresarme por cosas que me apasionan-sonreí-Como si no me conocieras-el pelirosa solo suspiró.
-Bien, suerte con eso-asentí concentrándome de nuevo en mi obra-Iré a practicar con los chicos, nos vemos en la noche-Jun bajó las pequeñas escaleras que tenía la entrada de la cabaña y se perdió de mi vista.
Volví a reproducir música desde mi celular para que fuera más divertido hacer mi pintura, iba a ser tardado terminar lo que tenía en mente, pero si que me encantaba hacer esto, sobre todo a la luz del día y con la gran calma que se sentía dentro del campamento.
-Eso es lindo-miré a la responsable de esa voz, una de las idiotas con las que compartía cabaña-¿De verdad lo estás haciendo tú?-preguntó más que sorprendida.
-¿No parece?-solté sin gana. Solo escuché un reproche por parte de la chica para que después se adentrara a la cabaña.
-Solo ignórala-el que me estuvieran interrumpiendo me molestaba demasiado.
-Deja de molestar-solté sin mirar al chico.
-Está bien, me iré-reconocí la voz, así que por instinto miré al pelinegro que ya se estaba marchando.
-Espera-detuvo su caminar-Vuelve aquí-no hizo ningún movimiento-Anda-giró para mirarle y volver a caminar de regreso. Se sentó frente a mi, en el primer escalón de la entrada.
-Tal vez debas usas un poco de verde-lo ignoré-Y ahí un poco de morado-seguí haciendo lo mío.
-Yo sé lo que hago.
-Solo te estoy dando un consejo.
-Tal vez quieres que mi obra se arruine para que tú te quedes con el premio-lo miré.
-Tal vez-retó-O tal vez solo estoy siendo amable.
-Arrogante-bufé.
-Lo sé-si que este chico no se ofendía con nada-No podrás terminar a tiempo.
-Yo creo que si-seguí pintando-Eres tú el que no terminará a tiempo si sigues aquí...espera-me miró-¿Estás aquí porque quieres saber que hago y así poder ganarme?-me levanté con mi lienzo en mano evitando que el pelinegro lo viera.
-No seas infantil, Jisun-se levantó sin gana.
-Tú no seas el infantil, Xu-solo suspiró y caminó hacia mi, retrocedí un par de pasos. Me observó por unos minutos, tomó mi rostro entre una de sus manos y con su pulgar acarició mi mejilla.
-Ten cuidado-me mostró su pulgar con una pequeña mancha de pintura negra-Bien, ahora si me iré-en cuestión de segundos ese chico tan arrogante ya había desaparecido de mi vista.
-Idiota.
-Jisun, tal vez deberías tranquilizarte un poco-Hoshi intentó tomar uno de mis brazos pero aparté su mano bruscamente.
-¿Tranquilizarme? ¿Esperas que me tranquilice después de esto?-pregunté molesta.
-Jisun-miré al castaño quien recién cruzaba la entrada de la cabaña-Al parecer nadie vió algo extraño-suspiré pesadamente.
-¿Ahora qué se supone que haré?-sentí un brazo rodear mis hombros.
-Encontraremos al responsable, descuida-Joshua intentó alentarme, pero definitivamente lo sucedido no tenía nada de bueno.
-Eso no me devolverá mi trabajo-el haber encontrado mi obra hecha pedazos me molestaba, ¿quién habría hecho algo así?
-Podemos ayudarte a empezar de nuevo.
-Ese no es el caso, Jun-negué cabizbaja-Ya llevaba un gran avance y ahora no tendré nada que presentar en la competencia.
-Al parecer ese era el objetivo de la persona que hizo esto...¿Tienes a alguien en mente?-lo recién dicho por Hoshi rápidamente me hizo pensar en una sola persona. Tomé mi liezo destrozado y salí corriendo en busca de ese idiota.
Al llegar a su cabaña me adentré sin importarme su segura molestia.
-¿Dónde está?-Vernon me miró atónito.
-¿De quién hablas?-preguntó Mingyu. Me adentré más a la cabaña, justo en ese momento el chico al que quería romperle la cara iba bajando las escaleras. Caminé hacia él y al notar mi presencia solo me miró con esa expresión tan peculiar.
-¿Creíste que no me daría cuenta?-frunció levemente el ceño.
-No entiendo de qué estás hablando-miró lo que tenía en una de mis manos, entreabrió los labios para hablar de nuevo pero mi furia estaba por los cielos.
-Eres tan patético y mentiroso-caminé más hacia él-Solo quieres ganar, por eso lo hiciste-me miró directamente a los ojos.
-¿Crees que yo actuaría de esa manera?
-Con tal de ganar...claro que lo harías.
-Él ha estado con nosotros todo el día-habló el castaño-No pudo haber hecho algo como eso.
-No parece-solté sin dejar de mirar al pelinegro-No lo vas a negar, ¿cierto?
-No tengo nada que negar porque yo no lo hice.
-Esto no se quedará así-solté bruscamente mi destruido lienzo y salí furiosa de la cabaña.
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