Americano en frío

Cafetería y sueño

 Cada vez que la sueño pasa lo mismo, la veo llegar, hacerme feliz y desaparecer, la mujer sin rostro que paso a ser literalmente la chica de mis sueños, sin forma real pero manos claramente de mujer que se juntan con las mías de una forma tan idealizada que mi cerebro solo lo compara con una sensación tan satisfactoria como una ráfaga de aire frio en un día de calor, viviría una búsqueda surrealista de desear algo así en la realidad, algo tan perfecto para mi solo podía concebirse en sueños, pero aun así cada día despertaba esperando encontrarla en la realidad, una búsqueda imposible pero aun así la intentaba.

Llegar al café era una condena, viajar por una hora a un trabajo de medio tiempo donde si bien me encantaba el ambiente me sentía enjaulado a algo que no me gusta, como un ave sin alas observando el cielo sin poder levantar vuelo, buscando la mínima excusa para decidir huir, o así se sentía mi día hasta que la vi llegar, una chica de ojos grandes y lentes que cubrían la belleza natural de los mismos, un mal momento para que ambos estemos solos en el café.

al momento de pagar en efectivo la señorita mantuvo la mirada en mis ojos al entregar el dinero, al sentir el contacto son su mano lo entendí, sabia perfectamente que nunca había sentido el tacto con alguien igual, un minúsculo roce de nuestras manos me otorgo un rostro a la chica de mis sueños, sus ojos me mantuvieron la mirada aunque yo baje los míos para contar el cambio, al entregárselo volví a tener la misma sensación, sus parecían decirme lo que al parecer ambos notamos pero ninguno dijo.

un café americano simple solicitaron esos ojos de un color café tan intenso como el café que me encontraba preparando, mientras lo preparaba me tome libertades aprovechando que no habían mas clientes para intentar conversar.

-cual es su nombre señorita?. Una pregunta innecesaria pues ella era la única persona presente en la cafetería y a la única persona que le estaba preparando un café.

-mi nombre es Beatriz. Dijo ella sin darle mucha importancia a la pregunta pero sin apartarme la mirada, sentía su mirada sostenida a mi cara que ella solo podía ver del lado derecho.

-su café señorita Beatriz. Lo deje frente a ella aprovechando que estaba sentada en la barra a mi lado derecho, ella agacho la cabeza para ver el café y volvió la mirada hacia mi.

-gracias, podrías decirme tu nombre?. Pregunto de una manera directa, no era inusual que un cliente preguntara mi nombre cuando estábamos solos así que le respondí de una manera directa.

-mi nombre es Ismael señorita Beatriz. Respondí aun llamándola señorita para mantener un respeto en la interacción barista -cliente.

-puedes llamarme solo Beatriz, no tenemos mucha diferencia de edad al parecer Ismael. Al notar su forma de hablarme tan cercana decidí ahondar mas en saber de ella.

-entonces Beatriz, crees que eres mayor que yo?. Pregunte en un tono mas casual para intentar conversar de manera normal.

-al verte creo que diría que soy un poco menor, pero ya que no preguntas de manera directa te lo diré, tengo 21 años, y tu? Al ver como su mirada cambia cuando me responde vi que ella no hablaría rodeando

-tengo 21 también, que coincidencia no crees? Pregunte de una manera risueña intentando parecer mas simpático.

-creo que me lo suponía, no te ves tan maduro como para ser mayor Ismael. Aclaro de manera burlesca pero simpática soltando una risita breve.

-insinúas que me veo mas joven? Pero hasta me deje barba. Dije señalando mi cara afeitada esta mañana para reírnos un poco mas, conseguir causarle una sonrisa fue un gran paso.

-efectivamente mi joven amigo, pero para tu buena suerte, me agrada conocer a gente de mi edad que vive de otras formas. Esbozo una sonrisa mas grande.

Iba a lanzar otra pregunta pero fuimos interrumpidos por la llegada de otro cliente. Al llegar frente a mi el cliente, ella se puso de pie y se dirigió a la puerta, antes de salir se volteo hacia mi y dijo.

fue un gusto conocerte Ismael, espero volver a vernos pronto. Tras decirlo sin dejar de mirar sus ojos solo pude asentir y decirle en tono de broma como le diría a cualquier cliente "vuelva pronto señorita".