Profesora De Juguete

Capítulos 1: Dominación de la clase

La Srta. June Young se cruzó de brazos, golpeando con el talón el suelo de baldosas con un siniestro chasquido. Los ojos color avellana de la joven de veintinueve años se entrecerraron mientras examinaban todo el aula en silencio, sus labios fruncidos emitían una clara señal de su disgusto con todos ellos. Los estudiantes le devolvieron la mirada, aterrorizados por lo que estaba a punto de decir. Finalmente, con un suspiro, habló, dando un paso hacia adelante y colocando una mano en su cadera.

"Clase ... como de costumbre, estoy ... decepcionada con sus resultados en este último examen", dijo la educadora arrastrando los dientes, señalando con el dedo los exámenes calificados que tenía en su escritorio. "Debo decir que no lo entiendo... les enseño el material... les doy las herramientas de estudio... y luego lo tiras todo a la basura y escribes las respuestas a ciegas al momento de tomar el examen. Dime ... ¿hay algo que esté haciendo mal aquí? "

La clase permaneció en silencio. Todos sabían que cuando la Srta. Young se ponía así, era mejor no responder a su pregunta retórica, a pesar de que, irónicamente, había una respuesta muy real a la pregunta.

"¿Nadie? Nadie quiere hablar, ¿eh? Supongo que lo esperaba ", suspiró June, poniendo los ojos en blanco con disgusto por la pequeña multitud de estudiantes de octavo grado que tenía delante. "Ninguno de ustedes ha demostrado una aptitud especial para el liderazgo. Sería injusto de mi parte esperar más de ti ahora mismo ", continuó con sarcasmo. De repente, los ojos de June se dirigieron hacia la esquina trasera de la habitación. Todos los estudiantes miraban sus regazos(piernas) para evitar la mirada fría de su maestra, pero Kate Howard era la única que parecía estar involucrada activamente en algo a pesar de mirar hacia abajo. June arqueó una ceja y se mordió el labio. Se enorgullecía de su sentido de atención a los detalles y sus sentidos de halcón en un salón de clases. Volviendo a golpear el suelo con el pie con fuerza, June caminó con confianza entre los escritorios hacia Kate.

Srta. ¿Howard? preguntó June severamente. "Pensé que habíamos hablado de esto antes. No envíes mensajes de texto en clase o se convertirá en mis mensajes ". June extendió una mano y se palmeó la palma con los dedos, expectante. Dámelo aquí. Ahora."

A regañadientes, Kate miró hacia arriba y asintió en silencio, cerró el teléfono celular y se lo entregó a su maestra. Sin embargo, en lugar de regresar a la cabeza de la clase, June abrió el teléfono de golpe. Una mirada de preocupación cruzó los ojos de Kate, y un momento después se convirtió en pánico cuando June comenzó a hojear tranquilamente los menús del teléfono.

"Si lo que sea que esté haciendo es mucho más importante que escuchar sobre la prueba, Srta. Howard, estoy ... muy interesado en saberlo".

"Srta. Young, ese es mi teléfono, ¡no puede invadir mi privacidad! " protestó Kate. Se escuchó un grito ahogado en el aula. Hacer frente a la Sra. Young nunca fue lo mejor para nadie. Sonriendo para sí misma, June ignoró a Kate por un momento, tocando la pantalla del teléfono.

"Eso puede ser cierto, señorita Howard, pero creo recordar cierta llamada telefónica que le hicieron a su madre el mes pasado... algo sobre ella diciendo que le quitaría su teléfono para siempre si la atrapaban enviando mensajes de texto en clase de nuevo. Ahora ... ¿estás seguro de que quieres negociar con eso? " Aceptando la derrota por el momento, Kate gruñó en silencio y se cruzó de brazos, mirando hacia abajo. June se aclaró la garganta y encontró la lista de mensajes de texto recientes en el teléfono de Kate.

"Veamos... aquí tienes uno que te dio hace dos minutos Adrian Parker... echemos un vistazo, ¿de acuerdo? Dice: no puedo esperar a mañana por la noche, nena ", leyó June, con los ojos muy abiertos y mirando hacia Kate, cuyas mejillas se sonrojaron diez tonos de rojo al instante. "Parece que va a ser una velada agradable pero no del todo única para usted, ¿verdad, señorita Howard?" Nadie dijo nada, pero, por supuesto, todos los estudiantes pensaban exactamente lo mismo, y tanto June como Kate lo sabían. Kate luchó por mantener la compostura, frunció el ceño y luego logró hablar de nuevo.