Un Alfa Sustituto || JJK + KSJ

Dos

Seokjin se despierta muy temprano, la razón es simple ya que para mala suerte suya, las nauseas le han atacado y a las justas logra llegar al baño. Desea con todo su ser poder comer algo, lo que sea pero sabe que el simple olor de la comida será una tortura.

Sabe que no podrá aguantar mas tiempo, los síntomas se volverán peores. Por eso agradece que su obstetra le haya recomendado ese proyecto social.

El sabor amargo de la bilis se queda en su garganta, y aunque se lava los dientes, no logra que ese malestar se vaya del todo.

Finalmente sale del baño para coger una toalla y así poder bañarse, si ya esta despierto es en vano que intente volver a dormir.

Se va despojando de su pijama mientras admira su figura en el espejo de cuerpo entero, sus ojos azules tienen ojeras por las pocas horas de sueño, su cabello brilla con la luz amarilla que entra por la ventana, sus labios están rojos de tanto que se los va mordiendo, su piel siempre pálida tiene un brillo especial, su madre decía que era la magia del embarazo; sus pezones están rosados y erectos, según la licenciada Beok estos crecerán en las últimas semanas de gestación y eso le aterra un poco, su mirada sigue bajando hasta posarse en el pequeño bulto formado en su abdomen bajo y se le es imposible no acariciarlo.

Sus manos pueden acunar su vientre con facilidad, la piel cálida le hace cosquillas y sus feromonas de felicidad viajan por todo el lugar, el olor a naranja que desprende el cuerpo de Seokjin es demasiado relajante. Lo medita por un instante y sabe que esto es todo lo que necesita, su felicidad está creciendo dentro de él.

Abre la ducha y se sumerge en el agua, deja que la lluvia artificial se lleve consigo la sensación del insomnio y las nauseas; no es necesario que lave su cuerpo con ímpetu ya que ayer se baño antes de dormir, quince minutos después de adentrarse en el agua caliente sale con una toalla envuelta en su cintura.

No se arregla mucho, unos jeans simples, una camisa y su gabardina, el invierno está comenzando y aunque al omega le gusta el frio, prefiere no resfriarse por el bien de sus cachorros, además que no es necesario que se arregle mucho, no esta yendo a una cita, solo irá a conocer a un alfa sustituto. No es la gran cosa.

Hace el intento de al menos comer algo, pero ni bien le llega el olor de la leche de banana corre desesperado al baño para vomitar absolutamente nada. No ha vomitado nada porque no ha comido nada.

Las arcadas continúan por unos largos cinco minutos mas, su timbre suena a lo loco y sabe perfectamente quién es, también sabe que él no esperará, tomará la llave que esconde en el tapete y entrará a su hogar.

—¡Tío Jinnie! —grita el pequeño Jihoon—. ¿Onde estas? —vuelve a intentar el muchachito.

—Cariño no corras así, te caerás. —escucha la voz de su fiel amigo.

Por fin las arcadas le dejan de atacar, se levanta del suelo y jala la palanca del baño, aunque sabe que es en vano. No hay nada ahí.

—Te ves fatal, Seokjin. —Yoongi lo encuentra intentado recuperar el aliento, se acerca y acuna en sus pálidas manos el pálido rostro de su amigo, casi hermano; el chillido de Jihoon los sobresalta, mientras las pequeñas manos del niño se aferran fuertemente a la pierna de Seokjin.