🍂Coup de Foudre🍂

Tommy February6 - Cant take my eyes off of you

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COUP DE FOUDRE

"Cuantos dulces pueden dar a un niño de 8 años en el Halloween. Cuantos dulces debería necesitar para llenar mi bolsita de dulces"—pensaba mientras miraba mi pequeña bolsa en forma de calabaza de un naranja chillante mientras notaba las filas largas de niños formados en cada una de las casas del vecindario.

Hoy era Halloween, y como cada año salía a pedir dulces por las casas de mi vecindario. Este año cumplí mis ocho años así que era la primera vez que salía solo, sin la compañía de mi mamá, cosa que me causaba entre pánico y emoción. Dos emociones extrañas y completamente opuestas.

Caminaba debajo de una pequeña manta blanca, junto a unos anteojos de color verde en forma de margaritas, mas sujetando mi cabeza una diadema de unas calabazas naranja chillón, todo iba a acompañado de una corbata amarilla sujeta a mi cuello.

Todo estaba perfecto, me miré frente al espejo y aunque realmente no daba miedo mi disfraz podría decirse que me veía mono. Así que esperaba un plus en que me dieran dulces por verme tierno y no espantar. Suspire pesado y tome mi dulcero

--Vamos Nammie—decía mi mamá viendo como su pequeño niño había crecido y ahora iba a salir a pedir dulces él solo, sin ayuda. Que de hecho desde hace un año había pedido irme sólo, pues mis compañeros de escuela se reían de mí porque todavía me acompañaba mi mamá. Sólo suspire pesado y salí de mi casa.

Ya llevaba un rato caminando por el pasillo de la acera, sin lograr acercarme a una puerta. Ni a una sola. Me sentía frustrado y un poco enojado conmigo mismo, ya que no podía conseguir ni siquiera atravesar el patio. Empuñaba mis pequeñas manos, una sobre la tela y la otra en la manija de mi pequeña bolsa.

--No puede ser—dije susurrando mirando mi bolsita

Hasta que sentí que alguien miraba al mismo tiempo que yo, por dentro del pequeño agujero de mi bolsita.

--Parece que no tienes nada—decía una voz muy quedito, y giré hacía donde estaba la voz encontrándome con un pequeño niño, disfrazado de un pequeño pollito cosa que me hizo sonreír poquito

--Hola—dijo extendiéndome su manita debajo de un guante pequeñito color amarillo.

Dejándome un poco apenado y estático en mí lugar, de inmediato tomo mi mano para saludarnos –Me llamo Ji Min, tengo ocho años. Y vivo en la casa rosa que esta por allá—decía mientras sacudía nuestras manos –Pero puedes decirme Minie—dijo sonriendo. Llevaba unos anteojos rosas sobre el gorro de pollito junto a unas mallas blancas de rayas y unos tenis verdes.

--Yo --- titubee un poco –Soy Nam Joon—contestaba

--Yo tengo muchos dulces. Quieres unos—decía enseñando su bolsita como una manzana, cosa que me dio curiosidad del porque llevaba una bolsita de esa forma, pero lo dejé pasar.

--No. Gracias. Yo quiero ganármelos—dije con voz baja

El ladeo un poco su cabeza, mientras hacía un puchero. Cosa que hacía verse muy tierno. –"Ya veo por qué tiene tantos dulces. Se ve muy tierno" suspiré pesado ante mi fracaso de tierno.

--Ok. Entonces vamos—dicho eso me tomó de la mano jalándome con él. –Seguramente no has pasado por ahí. Y mi tío tiene muchos dulces—seguía arrastrándome por la calle hasta dar vuelta en la esquina, seguimos la acera unos minutos más, veía como corrían niños y adolescentes jugando y riendo. Hasta que me di cuenta que habíamos parado frente a un bello jardín lleno de flores rojas, rosas y blancas.