CAP 6

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Cuando le dije eso salió de la camioneta y yo me hice la dormida para que nadie sospechara, tuve que pasar por un proceso algo incómodo, pues nos tenían que cambiar de ropa para ponernos ese uniforme verde y blanco, nos trasladaban en un tipo de camillas, hasta llegar a las camas y dejarnos ahí

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Escuché como esa música empezaba a sonar y todos se empezaban a levantar, yo por mi lado ya estaba despierta, me encontraba en una de las camas de arriba, cuando escuché la música baje con el máximo cuidado posible para no caerme y a lo lejos pude ver a Sang-woo hablando con el mismísimo de mi hermano, sin más, fui directamente hacia ellos.

- No pensé que volverías - le dije a mi hermano por la espalda y este se volteó

- ¿Sun-hee? Que bueno que estás aquí! Yo tampoco pensé que volverías - me dijo con una sonrisa en su rostro

- ¿Que dices? Claramente iba a volver! - dije de manera obvia -

- Que bueno es volver a verla, señorita - Dijo Sang-woo con una pequeña sonrisa

- Lo mismo digo, señor - dije resaltando la palabra "señor" , sabía que le molestaba

- No me llames "señor" por favor -

- Y tu no me llames señorita, llámame Sun-hee -

- Está bien, Sun-hee-

Ese momento fue interrumpido por alguien que tocó mi espalda

- Que bueno que volviste - Podía reconocer esa fría voz fácilmente, era Sae-byeok

- Lo mismo digo - dije volteandome hacia ella dándole una pequeña sonrisa

Nos pusieron a hacer filas para reclamar la comida, pues ya era tarde. Después de haberla reclamado fui a donde estaba Gi-hun que se encontraba comiendo junto a Sang-woo, el viejo y el extranjero.

-Hey- dije para luego sentarme junto a mi hermano en una de las literas

- Al mismo tiempo, todos abrimos la cajita de metal donde se encontraba nuestra cena, claramente no iba a hacer algo extraordinario, pero estaba bien para ser un lugar como este

- Cielos, esto me trae viejos recuerdos- dijo el anciano admirando la comida

- ¿Solías tener loncheras así? - Preguntó mi hermano

- Por supuesto, todas las mañanas mi esposa preparaba loncheras para mis hijos y a mí - Respondió este con una sonrisa en su rostro

- El arroz está frío. Cielos - dijo mi hermano con desagrado - Podríamos haberlo calentado si tuviéramos una estufa! ¿Te acuerdas? - le preguntó a Sang-woo - En la escuela primaria teníamos una estufa de briquetas, poníamos nuestras loncheras y se calentaban mucho, así que el arroz también se quemaba -

- Gi-hun - Dijo Sang-woo haciendo que mi hermano le pusiera atención

- ¿Qué? -

- Tienes tiempo para pensar en el pasado, pero trata de pensar cuál será el próximo juego -

- Oye, no es algo que yo pueda adivinar. Lo sabremos cuando empiece -

- Pues, por lo que hemos jugado hasta ahora, debe ser uno de los juegos que se jugaban de niños - dijo el anciano

- Yo pienso lo mismo - Gi-hun empezó a decir varios juegos de su infancia cuando el extranjero habló

- Yo no se jugar ningúno de esos juegos -

- En tu país, ¿No juegan nada de eso? -

Este negó con la cabeza

- No te preocupes, los juegos de niños tienen reglas simples. Te ayudaremos si no sabes - Esta vez habló Sang-woo, dándole una pequeña sonrisa

TODO POR DINERO // Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora