Intro

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No he empezado en día con buen pie.

Llego tarde al trabajo a causa de la misteriosa desaparición del despertador. No he pegado ojo en toda la noche, como consecuencía mi malhumor. Y para completar la mañana he discutido con Brad.

-Ariana, tercera vez en este mes que llega tarde. Último aviso, un atraso más y a la calle.

Mi queridísima bruja, digo, jefa. Su nombre la describe perfectamente. Maria Dolores en el trasero.

Un día de estos atracaré un banco, pagaré a un hombre para que le eche un buen polvo, haber si consigue quitarle lo amargada que es.

Dejo mi bolso y mi chaqueta colgando en la percha. Cojo mi bata color crema, me la coloco y entro en mi pequeño salón.

Reviso mi agenda. Genial, hoy tengo el día completo.

Rodeo los ojos, luego de ver el primer cliente. Porque siempre me tocan viejas arrugadas?

Se quita la ropa detrás de unos paneles de plástico opacos. Seguidamente se tumba en la camilla.

Echo un acéite en su pecosa y arrugada piel y comienzo a masajearla.

-Cuando acabes con mi espalda, mis pies necesitan ser masajeados.

Echo un vistazo a sus pies. Dios, que horror. Siento la cena de ayer retomar vida queriéndo salir por mi boca.

-Un momento- digo con una mano tapando mi boca y con la otra en mi estómago.

Me dirijo al despacho de mi jefa con intenciones de queja.

Entro sin llamar a la puerta. Me la encuentro hablando por teléfono.

Mientras ella sigue girada manteniendo una conversación al parecer séria, aprovecho la oportunidad y devuelvo la cena en el cubo que usa como basura. Inmediatamente lo escondo debajo de su escritorio.

-Que es ese olor?- pregunta con cara de asco.

-Yo no huelo nada- digo disimulando mi acto anterior.

Cruza sus manos para así apoyar su barbilla en ellas. Me mira fijamente esperando a que hable.

-Hay una señora que espera un masaje en los pies- retengo mi cara de asco.

-Y a que esperas?

-Vera, sus pies son...- no encuentro palabras para describirlos- puedo ver crecer los hongos, gusanos y demás insectos que se encuentras entre sus dedos. Esa mujer en su vida ha pisado el agua descalza.

Frunzo el ceño al darme cuenta de que Dolly mira un punto fijo.

Me giro y veo a la mujer de los pies podridos en la puerta, con una expresión nada agradable.

-No te gustan mis pies? De aquí en adelante verás lo que se siente no tener ese cuerpecito de niña impecable.

Dicho eso cierra la puerta fuertemente, por suerte no se rompe.

-Pienso descontartelo del sueldo.

***

-Amor, ya estoy en casa.

Escucho la puerta cerrarse. Unos segundos después entra en la habitación donde me encuentro.

-Te encuentras bien? Estás pálida- se sienta en la cama y me toma con sus manos la cara.

Cojo sus manos y las uno con las mias.

-Lo siento por haberme comportado como inmadura esta mañana.

Sonríe y une sus labios con los mios en un beso tierno y cariñoso.

Nos tumbamos en la cama, cada uno en su parte y nos quedamos dormidos como troncos.

***

Despierto con unas enormes ganas de ir al baño.

Me levanto aun con los ojos cerrados. Me bajo los pantalones y me siento en el retrete.

Siento que hay algo que no encaja.

Separo las piernas y...

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2015 ⏰

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