Infidelidad ( Completa)

Cap.1 Una mañana

Tn estaba preparando el desayuno para su hija y su esposo, como todas las mañanas se despertaba a las 6:30 para que todo estuviera listo y el tic tac del reloj no los alcanzará.

Sus recorridos eran largos, tenían que subir a un Ferri o tren para llegar a la ciudad y eso tomaba un tiempo, su esposo un abogado que poco a poco ganaba prestigio y su pequeña hija que  cursaba la primaria salían todas las mañanas a cumplir con sus deberes.

Ella por su parte se quedaba en casa haciendo su papel de ama y señora que tanto le gustaban ( al menos eso creía), de vez en cuando iba a la cuidad a comprar los víveres y las cosas que se necesitaban para su pequeño hogar y pequeño mundo, ese al que se había acostumbrado y consagrado durante ya varios años de matrimonio que llevaba.

El café con las amigas era muy esporádico, todas tenían sus ocupaciones así que ella aprendió a quedarse en casa viendo ese pequeño lago que era testigo de muchas horas de Soledad y quietud.

Sonaba el silbido de la cafetera anunciando que el agua estaba lista y como si todo estuviera sincronizado aparece su esposo para desayunar y salir a sus deberes.

Tn- Buenos días cariño, siéntate ya esta tu desayunó - le dice eso mientras ve como su esposo se acomoda la corbata y se sienta para ser servido.

Henry era un abogado que le había costado trabajó abrirse paso en la firma a la que pertenecía, siempre fue dedicado y soñó con tener una familia y una esposa que lo apoyara en todo momento. Cuando conoció a Tn quedó cautivado por la mirada y personalidad alegre de esa chica y desde ese momento aseguró que ella sería su esposa y madre de sus hijos.
Solo tenían una hija  no quisieron tener más ya que Tn había estado mal en el embarazo de la niña y prefirieron solo quedarse con ella.

Melanie su hija era la luz de sus ojos, no había cosa que la niña quisiera que sus padres no le dieran. En especial su padre era muy sobreprotector con la niña, a veces la misma Tn se sentía desplazada y se sentaba a observar la complicidad de su hija y su esposo... ¿Celos? Talvez pero no del amor de su hija, sino de la atención que a veces ella no recibía y que muchas veces necesitaba.

Como un cuadro perfecto, padre e hija se sientan a desayunar, hablaban de clases, juntas y lo que haría Tn de comer para cuando ellos regresaran... si es que su esposo regresaba ya qué en ocasiones tenía repentinas juntas y ella solo atendía a su hija.

Ese día ella tenía que ir a la cuidad a comprar unas cosas para la fiesta de cumpleaños del abuelo, así que le pido amablemente a la señora Ana que cuidara de su hija en lo que ella regresaba, ese día estaba pronosticando un poco de mal clima, algo a lo que ya estaban acostumbrados así que no le dieron mucha importancia.

Henry y la pequeña salen rumbo a la escuela, esa era su rutina... despedirse de ellos desde el porche de su casa y ver como ambos partían en el coche a sus respectivos destinos.

Tn desayuno y Limpió la cocina escuchando las noticias de fondo, en ocasiones ni siquiera ponía atención solo usaba el noticiero como fondo y no sentir la casa vacía; se dio una ducha y decidió usar una falda holgada y unos zapatos cómodos, sabía que iba visitar varios lugares así que se vistió de manera despreocupada.

Salió de  casa  rumbo a tomar el tren que iba a la ciudad prácticamente corriendo ya que este salía cada hora y no podía perder mucho tiempo esperando.

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En la ciudad el Joven JK se preparaba para ir a una clase de pintura, era muy temprano así que se levantó, se ducho y rápidamente tomo su material para dirigirse al pequeño salón, no quería perderse por  ningún motivo esa técnica de pintura que aún estaba por dominar.

El vivía en un edificio antiguo, el ascensor a veces funcionaba y a veces les jugaba la broma de no estar en servicio, en ocasiones en el momento menos oportuno no lo podías usar, ese día por suerte estaba funcionando; el vivía en el 4 piso y aprovecho su día de suerte y bajo gustoso.

El día estaba algo soleado y con esa sensación de que el clima esta por cambiar de verano a otoño; a el le gustaba esa estación en particular, observar como cambiaban los colores vivos a unos más secos le fascinaba.

Vestía un suéter ligero y unos jeans que dejaban ver sus enormes y bien formadas piernas, era un chico con cuerpo atlético, una sonrisa dulce como de un conejito y una mirada que enternecia y desarmaba a cualquiera, su cabello castaño hacía un fascinante contraste con el tono de su piel, realmente era un chico muy guapo, era por demás decir que había varías chicas que estaban detrás de el, solo que a el ninguna le había quitado el sueño de una manera romántica y como hasta cierto punto el imaginaba.

Ya había tenido varios encuentros con algunas pero siempre terminaba por cansarse de los dramas, el estaba abierto y libre para estar con quien se le diera la gana, al fin de cuentas era soltero. No descartaba la posibilidad de encontrar a esa mujer que lo llenara en todos los aspectos y sobre todo tocará ese  corazón que estaba deseoso de entregar.

Tomó el autobús y se dirigió a su lugar preferido, el salón de pintura. Vio parte de la técnica que más le interesaba y como una esponja absorbía cada detalle para perfeccionarse en ese arte que ocupaba parte de su tiempo; el otro arte que le fascinaba era la música...
Ya había escrito varios temas, algunos estaban por grabarse, un amigo muy cercano a el ya los tenía en mente y sería una sorpresa enseñarle el demo con la grabación de su tema.

Terminó la clase y como siempre quedaba al último en salir del pequeño salón, su curiosidad y perfeccionismo salía a flote, por suerte su profesor le gustaba tener a un alumno tan dedicado y comprometido.

Saco sus dudas y recibio sugerencias, después de acompañar a su profesor a su automóvil se dirigió rumbo a su casa.

Vio el cielo y notó que una tormenta estaba ya próxima el viento poco a poco iba tornándose más fuerte, asi que decidió apresurar su caminar por que no queria que su material se fuera a estropear.

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Tn llevaba unas bolsas con todos los artículos que compro para la fiesta, sombreros, vasos y un sin fin de cosas que necesitaría; al salir de la tienda se dio cuenta que hacía mucho viento y el sol que antes era brillante se comenzaba a esconder entre nubes amenazadoras de agua.

Le faltaba un lugar que visitar, una calle donde le habían recomendado unos panecillos que podría llevarle a su padre que era muy quisquilloso con la comida; con viento y todo llego a la dirección que le dieron, estaba junto a un edificio antiguo que rentaba departamentos, le pareció algo bonito ya que su arquitectura era tipo colonial.

Se dirigió a la pequeña cafetería y pidió rápido los panecillos que tanto le habían recomendado.

Al salir un fuerte viento acompañado con agua la azotó de imprevisto, como pudo sujeto las cosas que había comprado, por ningún motivo quería perderlas, con el agua y el viento en contra como pudo llegó a la esquina para tomar un taxi, cada que veía uno agitaba su mano pero era muy difícil encontrar uno libre, decidió quedarse ahí solo un momento más sin sospechar que estaba a punto de caer un contenedor de cartón encima de ella; su visibilidad era muy poca, entre el agua y el aire y papeles volando por todos lados le era difícil abrir sus ojos, camino un pasó cuando de repente sintió como la empujaban cayendo de bruces sobre la banqueta mojada y soltando lo que llevaba en las manos.

En el trayecto de la caída sintió unas manos que la empujaron e hicieron que cayera de esa manera, volteando la vista de inmediato y totalmente confundida pudo ver quien había sido el insensato que había hecho eso.

Al girar su cabeza noto a un chico alto, de cabellos negros delgado con una cara de preocupación por lo que había pasado.

¿Se encuentra bien? Escucho y Se encontró con unos ojitos llenos de asombro y en seguida un fuerte ruido...

Un enorme tambo de cartón había caído justo en el lugar en el que ella estaba hace uno pocos segundos.

Si! Estoy bien... respondió.