Todavía recuerdo la primera vez que vi a una persona muerta, tenía sólo cinco años. Lo curioso que es que todos piensan que de alguna manera, me veía como loca y planeabamos matar a toda mi familia o hablábamos sobre como me iba a poseer, las películas de terror exageran todo y lo ponen en un contexto loco... La realidad es que, su nombre era Linda y tenía 10 años, me hablaba sobre como murió por una enfermedad que no le habían diagnosticado los doctores, sus padres hicieron todo lo posible por salvarla pero terminó falleciendo y sus padres tenían un inmenso dolor que no la dejaba ir,
- incluso habían intententado revivirme- me dijo Linda, con tristeza
Realmente yo no entendía mucho; era tan sólo una niña de cinco años que se picaba la nariz.Ahora, a mí edad entiendo que sus padres necesitaban un psiquiatra urgentemente... ¡Ah, claro! Esto me recuerda a que me tengo que presentar o algo por estilo, como lo hacen los personajes principales en un libro jaja.
Soy Isabela veo personas muertas desde que tengo cinco años... Actualmente tengo 16 y... pues en realidad no ha cambiado nada, sigo siendo yo. Mis padres nunca creyeron que yo veía cosas, pensaban que eran amigos o amigas imaginarios, aunque yo siempre estuve consiente de que no eran personas imaginarias realmente yo las veía como lucen las personas de carne y hueso. No veo velos, luces o personas borrosas, los veo como las demás personas...Al paso del tiempo, aprendí a no decir nada, a ser más discreta sobre las personas que veía y lo que me contaban porque, imagínense a Isabela de siete años contando sobre como un viejito me dijo
- morí en mi mesedora porque se me salió un diente de mi dentadura y me ahogue- ¿la mandarían al psicólogo? ¿Sí?Bueno, mis padres tuvieron la mirada más horrorifica al respecto y dijeron
- cariño, termina tu pollo y ve a dormir, seguro fue un día agotador- Después decidieron investigar si mi hermano mayor de 11 años me estaba contando historias de terror y eso hacía que su pequeña hija de siete años se traumara. Pero claro que mi hermano se llevó un castigo y yo recibí un sape por su parte ya que estaba demasiado enfadado al respecto.En fin, tengo 16 años, empiezo mi preparatoria mañana (sinceramente no tengo ni idea de que rayos hacer) , siempre pensé que los de preparatoria eran tan cool, tan mayores. Es decir... Me veo al espejo y no me siento alguien de preparatoria. ¡Mierda! ¡Son las 8:00, la cena! Oh, mi mamá no me ha llamado a ce...
- ¡cariño, la cena está lista!-Oh, ahí está... - ¡ya voy, mamá! - Bien bajemos antes de que me castigue por no bajar a cenar o me interrogue sobre porque no tengo hambre, si estoy en depresión o si me comienza un trastorno alimenticio... Cierto, se me olvido mencionar que mi mamá padece de ansiedad y sobrepiensa muchísimo las cosas, también suelen darle ataques de pánico aunque parece ser que ya lo tiene más controlado, como sea trato de no darle problemas.
Bueno en realidad todos tratamos de no darle problemas - Bien, empecemos a cenar estas deliciosas empanadas. Su padre ya viene en camino y traerá crema batida por si alguien quiere ponerle en cima-
-Mamá, eso es demasiado azúcar así no podremos dormir- Renegó mi hermano con demasiado descaro quien siempre se atasca de dulces golosinas y papas.
-Como si fuera mucho trabajo para ti comer dulce- Le dije forma sarcástica, mi mamá interrumpió la pequeña disputa diciendo
- Tenemos que cenar en paz, sin pelear, si quieren poner crema batida bien y si no no lo hagan, punto-
- Así que Isabela, cuéntame ¿ya tienes tú ropa de mañana preparada? ¿Estas nerviosa?--Amm, después de la cena prepárare mi ropa, pero nervios no tengo sólo estoy ansiosa de ver la escuela - dije yo claramente disimulando los nervios que tenía porque no conocía a absolutamente nadie de la nueva escuela. Justo cuando mi madre planeaba lanzarme otra pregunta se escuchó como giraba la manija de la puerta principal, era mi padre que traía la crema batida y quién por cierto estaba muy cansado, había tenido un día difícil, se le veía en el rostro aún así nos miró; saludo amable y con amor diciendo
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Entre dos mundos
Teen FictionIsabela, Ernesto y Daniel están en un triángulo amoroso demasiado complicado y extraño. ¿Quién será el afortunado que quede con Isabela? ¿Será la típica historia de amor?