Memorias de la noche: Sombras en la oscuridad

Naturaleza

¿Ya terminó, o apenas está comenzando? Tu mente da de vueltas, esta noche fue la más larga de tu vida, aquella que cambió todo, aquella que te cambió a ti. No sabes que pasará... ¿Si seguirás frecuentando a Elliot o ya no, si volverás a ver a Celine alguna vez en las calles de París o al llegar a la estación del tren serán solo desconocidos?

Toda aventura llega a su fin, pero no te preocupes, qué esos pensamientos humanos se alejen de tu ser, no perteneces ahora a ellos, pero tampoco eres un vampiro. Tienes el derecho que Elliot te regalo, para juzgar y observar  tu vida y la de los demás de una manera diferente.

Tu preocupación se hace evidente, Elliot que está sentado junto a ti, lo nota, él sabe que no la estás pasando bien, te toma el hombro y te dice:

-Descuida, este es solo el inicio, gracias a ti, tengo el libro que tanto anhelaba poseer. Mira que sin ti, nada...creeme que nada hubiera sido posible. Todo esto te lo dice de una manera tan suave, que rápidamente tu semblante cambia. Esas eran las palabras que buscabas. 

En los asientos frente a ustedes, están Sir.Daniel de Lyon y Celine, ella plácidamente acurrucada en el hombro del fornido vampiro. Ambos duermen tranquilamente después de tan agitada noche; difícil de creer... Sí, lo es, aunque de la dulce y bella joven era de esperarse.

Tras ver bellos paisajes por la ventana, los más bonitos que hayas visto alguna vez, el recorrido llegó a su fin.

Sir.Daniel como siempre, es el primero en irse, se despide de todos y desaparece entre la multitud de manera muy sospechosa y cautelosa. Cómo si supiera que algo malo está pasando en la ciudad.

Elliot se compromete a llevar a casa a Celine personalmente, ya que siente culpa, por no haberla protegido una vez más y casi asesinarla...

Puedes ver cómo ambos se alejan, Celine con confianza va sujetándole el brazo al joven vampiro, haciendo una bonita pareja, y te imaginas si Elliot y Michelle se veían así de bien en su época como mortales.

Y tú, caminas solo a casa.

Mientras recorres la ciudad a pie, reflexionas sobre este nuevo camino en tu vida, tratas de entender lo que eres ahora, no perteneces a los vivos, pero tampoco a los muertos. Las viejas calles que has recorrido durante toda tu vida, pierden su magia, no hay nada que te llene de emoción en este momento, pero inconscientemente sabías que ibas a llegar ahí, aquella esquina, donde tu vida cambió desde el momento en que decidiste seguir a Elliot.

Sientes una presencia conocida, tan fuerte que recuerdas aquella vez que lo viste, levantas la mirada, y ahí está...alguien que parece ser él, lo observas...puedes apreciar la misma vestimenta, el mismo sombrero, todo ese porte, que
Elliot transmite, pero cuando comienzas a analizar más a detalle a esta figura humana ¡desaparece! como si no quisiera que lo reconozcan.

Tu casa se siente más fría que antes, más sola, lo único que quieres en este momento es dormir y recuperar las horas perdidas por el viaje en tren. Te miras al espejo y ahí está, esa marca roja como la sangre, aquella marca que te condenó a no estar aquí y mucho menos allá. La recorres con tus dedos, y sientes un escalofrío, por todos los recuerdos que te trae a la mente. Te acuestas, pero el sueño se te hace terriblemente inaccesible, te mueves de un lado a otro, pero no lo logras conciliar. Cierras los ojos y lo único que pasa es el tiempo, ya no hay sol en la ciudad.

Decides disfrutar de la noche, te diriges al centro de la ciudad, donde no hace mucho tiempo Elliot jugó con la mente de un borracho, para después devorarlo.

La gente te percibe de una manera extraña, como si fueras "algo diferente", te sientes incómodo con sus miradas, con sus murmullos, definitivamente ya no perteneces aquí. Tu corazón palpita rápido, pero es algo que no puedes detener.

Decides cambiar de dirección e ir a una zona más tranquila. La vieja biblioteca, quizás ahí puedas encontrar una guía o algo que te explique que eres, aunque sabemos que no hay explicación humana para lo que te has convertido.

Las calles rumbo a la biblioteca siempre están llenas de paz, y su alumbrado en las noches es espectacular, desde su fundación ha sido así, hasta hoy…

Unos metros antes de llegar a la gran entrada principal, tu cicatriz comienza a arder muchísimo, como si algo o alguien intentara arrancartela, inmediatamente piensas si esto es lo que sienten todos los vampiros en su interior cuando están en un enfrentamiento o cuando van a terminar con la vida de alguien solo por alimento.

Dentro de la biblioteca 

(Momentos antes de que llegues ahí)

Elliot trató de explicarme lo que había sucedido conmigo en el castillo del gran conde Drácula, pero está vez no hay libro alguno que me ayude a saber qué pasó conmigo, ¿Soy un vampiro o sigo siendo mortal? No tengo colmillos pero aún siento en mi interior un poco de la sangre falsa de Michelle. De igual forma cuando mi héroe usó su visión en mí, no encontró nada, es suficiente por hoy…

Celinne recoge los pocos libros que encontró sobre transfusiones vampíricas, pero nada que realmente la ayudara a entender su situación, así como tú, ella está muy confundida.

Tras despedirse de una manera muy amable del encargado en turno, que prácticamente es su amigo, debido a todas las visitas diarias que tiene la dulce señorita a la misma hora, ya es un rostro que no pasa desapercibido.

Celinne da sus primeros pasos fuera de la biblioteca y su corazón comienza a alborotarse ¡Un ritmo cardíaco, una sed y un hambre inexplicables! Suelta su bolsa y comienza a sujetarse la cabeza, siente que le va a explotar. 

(Regreso a cuando llegas a la biblioteca )

Desde lo alto de un tejado alguien está observando toda esta transformación, alguien con los ojos más ruines que te puedan ver, alguien que no se tienta ante el débil, para él todo el mundo debe sentir su dolor y es alguien que puede despertar la vida eterna en alguien que no podía. Por qué así como alguien purifica la eternidad, él la puede otorgar…

Celinne se deja llevar por completo por la bestia interior, una bestia heredada, un legado corre por su sangre, no es Michelle quien está a cargo del noble ser de la señorita, es alguien a un más fuerte, y de más prestigio, no por nada aquella misteriosa mirada decidió encender la llama y traer de regreso a la vampira más poderosa de la historia, la única que le hizo frente a Lord Ruthven. En el cuerpo de Celinne ahora habita el espíritu y sangre de Carmilla  Karnstein.

Nuestra noble y amable señorita, comienza a amenazar a la gente, les grita, se les abalanza y cuando estaba apunto  de devorar a un niño…

Una sombra la detiene de inmediato evitando la catástrofe. Escuchas los gritos y llantos de las personas alteradas tras semejante incidente, puedes ver a lo lejos a una chica forcejeando con un hombre, él no intenta hacerle daño, pero la muchachita no cede. El dolor en tu pecho es más intenso, pero ahora sientes algo más, esa misma mirada que detonó a Celinne, está sobre ti, pero gracias a lo que eres, esos ojos no pueden poseerte, pero el poder que emanan es tan grande que no te puedes mover.

Das todo tu esfuerzo para identificar a las personas del embrollo, tus ojos ven a aquel hombre que te abandonó pero no saben que es la chica a la que cuidaste en el castillo y caes lentamente al piso.