Vida privada

22 4 1
                                    


― ¿Amor ya llegaste? ―

Me acerco a la cocina y la veo concentrada en la comida, la abrazo por detrás y le doy un beso en la cabeza, ya que es más bajita que yo.

― Si amor, ya llegué. ― Dije con un tono cansado. ― Eso se ve delicioso. ―

― Ja no es lo único que esta delicioso 7w7. ― dijo en un tono divertido y soltaba una risita, mientras yo la veía sorprendida.

― Ay Dios, andamos de buenas esta noche xd. ― dije siguiendo el juego.

― Puede ser, ¿por qué no me ayudas a poner la mesa? ― dijo mientras volvía a la comida.

― ¿Y si mejor te pongo en la mesa? ―

― Ay Marcela, acabas de llegar. ―

― ¿Y que tiene? A mi me parece una idea excelente. ― dije en modo de coqueteo.

― Pero te espere para cenar. ― volteo hacia mí y me abrazo haciendo un puchero. ― Y la verdad tengo mucha hambre. ―

La mire un poco, haciendo como que pensaba, pero la verdad también tenia hambre.

― Esta bien, solo porque también tengo hambre y el turno fue algo largo. ― Digo mientras iba a buscar los platos para poner la mesa.

― Muy bien, porque esto ya casi está listo. ―

― Ok. ― Grito desde el comedor mientras acomodaba la mesa.

Prendí un par de velas y saqué una botella de sangría que tenia para ocasiones especiales, vi a Linda debajo de la mesa, sabia que tenia que llevarla al otro cuarto por que seria una noche ocupada, la cargue y la lleve lo más rápido que pude junto con sus cosas.

― Ok Linda, por hoy quédate aquí, va a ser una buena noche y pues, no creo conveniente que te quedes afuera escuchando todo. ― me quedo en silencio un poco mientras nos miramos fijamente.

― Se que lo entiendes, y te compensare. ― le doy un beso en la cabeza y me voy lo más rápido que puedo al baño para arreglarme un poco.

Cuando regrese al comedor encontré a Hanna sentada en la mesa, con la luz de las velas, esperándome para cenara, se veía más hermosa que de costumbre, sonreí y me senté en la silla.

― ¿Y cómo estuvo tu día hoy? ― dijo mientras me pasaba la pasta.

― Bien, fue un turno muy loco el de hoy, llego una paciente nueva, del Dr. Vázquez. ―

― ¿O en serio? ¿Y qué tal, es un caso difícil? ― pregunto curiosa.

― No, lo más seguro es que solo tenga un poco de anemia, y posiblemente tenga que ir a terapia. ― dije sin mucha importancia.

― ¿En serio? ¿Por qué? ―

― Por esto te digo que fue curioso, se le perdió al Dr. Vázquez cuando fui con él y me pidió que la buscara, porque disque es una paciente importante, y cuando la encontré, estaba en la azotea a punto de saltar. ― dije mientras hacia ademanes con mis manos.

― No mames, ¿Y luego que paso? ― Dijo sorprendida

― Pues no sé cómo paso, pero la alcance a tomar del brazo y la convencí de bajar, gracias a Dios no paso a más. ―

― Wow pobre chica, debe de estar pasando algo muy duro para pensar en eso. ―

― Lo sé, si se veía muy triste cuando la vi, y en parte asustada, por eso sabía que necesitaba a alguien en quien confiar. ―

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 11, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Esta vez será diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora