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Cinco años después.

Wei WuXian subía las escaleras  que llevaban a la profundidad de las nubes, a sus espaldas diez jóvenes de túnicas blancas trataban de seguirle el paso, entre quejidos ahogados.

El grupo había salido diez horas atrás, el plan era enseñar a los nuevos un poco de trabajo de campo y qué dejarán los libros por un tiempo, ¿Quien diría que se encontrarían con una cueva llena de serpientes de las montañas? Les tomó un tiempo formar un plan para erradicarlas, pero los pequeños avanzaban mucho y Wei WuXian solo los vigilaba y hacia preguntas o sugerencias. Estaba realmente orgulloso de esos jóvenes.

Echó una mirada hacia atrás, la mayoría estaban llenos de barro, con ramitas o pajas en el cabello, otros tenían sangre y algunos lanzaban pequeños quejidos, pero se veían felices.

Miró nuevamente al frente, ya faltaba poco para llegar a la cima, eran cerca de las ocho de la noche, la luna, decoraba el cielo nocturno, como una perla entre seda negra.

Cuando estaba a punto de felicitar a los niños por su trabajo, sintió que algo tomó su pierna y jalaba de sus túnicas.

-Baba- una sonrisa se dibujó en sus labios y miró a la pequeña que restregaba la cara en sus ropas.

-¡Mi florecita!- la tomó en sus brazos mientras reía, era su pequeñita, Lan Yanli, la niña era hermosa, una copia de su padre alfa, pero con la actitud de él, tanto así que siempre terminaba regañada por el tío QiRen.

Todos los juniors miraban como su maestro cargaba a la pequeña, y seguía caminando a la entrada, no era una escanea rara, ningún cultivador que la conoció era ajeno al cariño que le daban sus padres, además que era muy querida por los líderes de secta ¡Hasta Jiang Wanyin! No había nadie que le negara algo, era tierna e inteligente. la pequeña orquidea de Gusu, así fue apodada en el mundo del cultivo.

-¿Dónde está Lan Zhan? ¿No te dije que te quedaras con tu A-Die mientras iba con los discípulos de cacería?-  con cada palabra le pinchaba las mejillas en forma de castigo-

-No me alejé de A-Die, después de clases estuve todo el día con A-Die, fuimos con los conejos y esta vez no salieron corriendo, manzanita me dejó montarlo y comimos semillas de loto con hermano- ignorando por completo el regaño empezó a explicar su día con muchos gestos de manos, exagerando cada palabra con ternura.

-Entonces ¿Dónde...?

-Wei Ying- antes de poder terminar su frase una voz lo interrumpió, su esposo se encontraba en el umbral de GusuLan.

- ¡A-Die!- empezó a saltar en los brazos de Wei WuXian, mientras se agarraba fuerte de los hombros de su padre- sabía que Baba no tardaría, ¡¿Verdad que tenía razón?!-

-hum, está prohibido gritar- el tono era el de siempre pero sus ojos reflejaban ternura.

-pero no estoy dentro de la secta- imfló sus mejillas en desacuerdo, aún no habían pasado el umbral. Wei WuXian sólo podía contener la gran carcajada que quería salir de sus labios.

- Florecita ¿De quién aprendiste eso?- cada palabra tenía un tono juguetón y otra vez empezó a picarle las mejillas a la niña.

Mientras molestaba a su pequeña, le echó una mirada a Lan WangJi, y esta vez si que no pudo hacerlo, ¡Lo estaba acusando con la mirada!

un día de esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora