Capítulo Único

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Advertencias: Mucho texto, romance del chafa, escenas medio explicitas de contenido sexual, cualquier parecido con otras obras es mera coincidencia (?) y creo que ya xd si se ven todo feo es por qué Wattpad cambia todo el formato, en fin

Enjoy it!

Este relato comienza con nuestro protagonista.

Yokozawa Takafumi, quién tenía más de 800 años viviendo en la tierra era el rey de los vampiros, a su mando tenía uno de los aquelarres vampíricos más poderosos, cualquier clan que se atreviera a desafiarlo a él y a si gente pagaba muy caro el precio de haber osado desafiarlo... No había criatura en la faz de la tierra quien pudiera derrotarlo; pero aunque el rey tuviera tanto poder, algo le faltaba para ser completamente feliz...

Su pareja destinada.

En sus más de ocho siglos de vida había conocido a un sinfín de chicos y chicas los cuales eran sus destinados, todos tenían características en común, eran castaños y de unos hermosos ojos verdes como un bosque encantado... Y que todos terminaban muriendo de la forma más trágica posible, aún los recordaba con tristeza y melancolía, junto a ese sentimiento de impotencia por no poder haber hecho nada para salvarlos de su cruel destino... Los últimos dos fueron los que más lo marcaron.

Reiko era una hermosa jovencita del pueblo que también era curandera, pues trataba a los enfermos con extraños brebajes y plantas, pero desgraciadamente personas de oscuro corazón la acusaron de ser una bruja, muriendo quemada en la hoguera de la forma más cruel, miles de pueblerinos festejaban aquél atroz acto, el rey con su corazón destrozado y cegado por la rabia, tiró una maldición en ese pueblo, lo que terminó con la muerte de todas las personas que vivían en ese lugar y posteriormente ese lugar se convirtió en un lúgubre y hostil pueblo fantasma que por más que se intentará volver a habitar, era imposible hacerlo.

Luego estaba Tsukishima, compartía las mismas finas facciones que Reiko, pero él era un joven de una importante familia aristócrata, el rey pensaba que por fin aquel ciclo de muerte y desgracia había llegado a su fin; pero estaba demasiado equivocado, como si el destino lo odiase, su amado Tsukishima se había enamorado de uno de sus hombres más fieles y uno de sus mejores amigos, Kuroda; ambos habían estado manteniendo su romance en secreto a espaldas del rey vampiro, aunque no tardaron mucho en ser descubiertos por los demás hombres del rey, por ley Kuroda tendría que ser asesinado frente al aquelarre y de Tsukishima para pagar aquella traición; sin embargo una noche antes de la ejecución ambos amantes huyeron hacia unos acantilados que conectaban con el mar, el castaño tenía consigo una estaca de madera y el vampiro una daga, ambos se quedaron silencio por horas, esperando el amanecer en ese lugar, cuando finalmente el sol estaba por salir, ambos se unieron en un último beso, para finalmente acabar sus vidas con una puñalada directo al corazón, el rey había llegado, pero ya era demasiado tarde, el sol los había tocado a ambos, el traidor Kuroda se había vuelto polvo junto al sol y el cuerpo inerte de Tsukishima cayó al mar, para ya nunca volver a ser encontrado.

El rey vampiro resignado, pasó los siguientes 200 años sin buscar a un rostro similar, lo recordaba como si hubiera sido ayer, le dolía su traición, pero el amor que llegó sentir hacia ese niño rico era mucho más fuerte que el odio que llegó a sentir.

La luna llena alumbró la habitación del Rey, un hombre que a pesar de tener tantos siglos de vida, su apariencia se mantenía como la de un atractivo hombre joven de unos aproximados 32 años, sus cabellos eran de un negro profundo como la noche misma y sus ojos de un tono rojo como la sangre, pero tenía la capacidad de volverlo en un color azul, como rey tenía ciertos poderes que otros vampiros no tenían, entre ellos era que podía estar bajo la luz de sol por un cierto tiempo; la puerta de su habitación se abrió de forma leve, era uno de sus hombres que le avisaba que tenían una batalla que luchar, el rey se levantó, era hora de la acción.

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