♡: [ ¡𝘾𝙤𝙢𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙣𝙨𝙖𝙡𝙖𝙙𝙖, 𝙝𝙤𝙣𝙣𝙞𝙚! ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸

𝐔𝐧𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫

- ¡No, no, no y no!, no quiero - dijo Minho, mientras cruzaba sus bracitos y negaba, con sus ojitos cerrados.

- Mi amor, come - el pelinaranja acarició la cabecita del pelinegro.

El pelinegro negó rápidamente, con un puchero en su boquita y sus ojitos entre cerrados. Minho alejó su carita cuando su esposo trató de darle una cucharada de ensalada en su boquita.

- Minnie, por nuestro bebé, ¿sí? - Jisung acarició el vientre de su pequeño esposo, mientras este negaba.

- Pero... Porque mamá falte un día a esta cosa verde con tomates, bebé no se va a enojar - el pelinaranja rio y acarició la manito izquierda del más bajo.

- Sí, pero bebé necesita comer ensalada si quiere seguir dentro de mamá - Minho frunció el ceño, mientras abría su boquita, para recibir la cucharada de ensalada - y mamá debe aceptarlo si quiere que papá siga cuidando de bebé y de mamá.

Jisung sonrió y besó las mejillas del de orbes miel.

- Qué obediente, cariño - el pequeño pelinegro bajó su cabecita y soltó pequeños quejidos, mientras masticaba las insípidas verduras.

- Lo hago por bebé y solo por bebé, porque si no tuviera a bebé en mi pancita, no comería esta cosa verde y aplastada - Jisung soltó una risita por las palabras del pelinegro.

- No mi amor, aunque no tuvieras a bebé en tu pancita, igual tendrías que comer estás cosas, mi querido Minnie - Minho frunció el ceño y cruzó sus bracitos.

- ¿Por qué~?

- Porque si no Honnie se enfermará, y papá Jisung no va a cargar con Mamá Minnie enfermo.

Minho mordió sus labios y reprochó en su sillita. Jisung pronto moriría de ternura por su pequeño esposo.

- Cielo, come esta "cosa verde y aplastada", y te prometo que después te dejaré descansar.

- ¡Pero, Sunggie, no quiero! - el pelinaranja colocó su dedo en la boquita del de orbes miel.

- Abre la boquita, Minhonnie.

El pequeño pelinegro simplemente abrió su boquita y comió la ensalada, enfadado.

- Muy bien, señorito mamá - el pelinegro llenó de aire sus mejillitas y miró al lado. Jisung solo acarició el cabello negro de su esposo.

- Malo, eres un sádico - dijo el de orbes miel, mientras señalaba a su esposo.

- Pero no te enojes, Minnie - el pelinaranja besó la cabecita del más bajo y agarró su manito pálida.

- Contigo no puedo enojarme, nunca - el pelinegro miró las orbes cafés de su esposo y le mostró una sonrisita. Adorable, muy adorable.

- Te amo - dijo el pequeño Minho, mientras besaba la mejilla de su esposo.