1

94 13 10
                                    

El sonido de el timbre se hizo escuchar hasta la sala, donde estaban sentados tomando el té, la familia Kakkei, aquel sonido que venía desde la gran puerta de la mansión, daba a entender que alguien tenía la intención de entrar a tan prestigioso lugar, apodado "La mansión Kakkei".

Fue una chica de cabello corto y castaño, con ojos color miel, que iba vestida con un vestido de mucama, la que se ofreció a abrir la puerta de aquella mansión.

Al abrir la puerta dio una pequeña bienvenida y bajo un poco la cabeza en símbolo de respeto ante aquella persona.

Era el nuevo entrenador de la señorita Kakkei, al entrar a aquella gran casa le dio una pequeña mirada a la muchacha que lo recibió y no lo iba a negar, era muy linda, aprecio un momento aquellas peligrosas curvas que el vestido negro con blanco, permitía ver, después le dio una mirada a la casa y sus alrededores hasta que la pelicastaña se propuso a hablar.

- Disculpe, hoy no estamos recibiendo visitas, a menos que sea el nuevo entrenador de la señorita Sumire. - El rostro de la muchacha expresaba dulzura y mucha amabilidad, era obvio que cualquiera se ahogariá en sus ojos.

- Pues me presento, mi nombre es Kawaki Uzumaki, el nuevo entrenador de la señorita Kakkei. - Dijo mientras se inclinaba a besar la mano de la castaña.

La castaña un poco roja asintió y lo guío hacia la sala, donde se encontraban mamá, papá e hija, Kakkei.

En el camino hacia la sala, Kawaki no pudo dejar de mirar las cadera de la chica frente a el, el vestido que llevaba no era corto pero era un poco ajustado y resaltaba el cuerpo de la ojimiel.

Llegaron al lugar destinado.

- Mis señores, llegó el nuevo entrenador de la señorita Sumire Kakkei. - Dijo la castaña mientras daba una pequeña reverencia ante los mayores.

La mujer más grande dejo su taza de té en una pequeña mesita frente a ellos.

"Retirate." Dijo aquella mujer a la castaña y está hizo caso sin reprochar nada.

El chico le dio una corta mirada a la sala hasta llegar a una chica pelivioleta, ella lo miraba curiosa, pero su cara era dulce y muy linda, le gustaba.

La pelivioleta lo miraba con detalle, tenía que admitir que era guapo, muy guapo, pero sin embargo no sentía algún tipo de atracción o curiosidad hacia el chico y Kawaki simplemente pensaba en una chica más para su lista.

El padre de la ojimorado le miro y dijo.

- Siéntese, por favor.

Aquel atendió la petición del más grande y se sentó en una silla, al lado del sillón donde se encontraba la chica de cabellos violetas.

"Bien, joven Kawaki...". Con aquella frase comenzó una serie de preguntas y cuestionamientos, igual a una cita de trabajo, pero con el empleado ya contratado.

Pregunta tras pregunta, todas aquellas sobre su trabajo e intenciones y también unas cuantas miradas entre los jóvenes de intermedio. Hasta que aquel largo y elaborado cuestionario llegó a su fin.

Había contestado todas las preguntas, la mayoría de las respuestas eran mentira, pues para ocultar sus verdaderas intenciones con la señorita Kakkei.

- Bien, supongo que es todo. Kumiko, ¿puedes llevar al joven a su recámara?. - Dijo la mujer más grande mientras le llamaba a una sirvienta que pasaba por ahí.

Aquella asintió con la cabeza y le indico al de cabello bicolor que la siguiera.

Mientras ellos se alejaban, Sumire, la más chica miraba a su nuevo entrenador con detalle, era demasiado guapo y tan formal, pero era más una admiración.

Mientras ellos se alejaban, Sumire, la más chica miraba a su nuevo entrenador con detalle, era demasiado guapo y tan formal, pero era más una admiración

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una gran puerta les dio la bienvenida a la habitación del de cabello bicolor, entro.

Un cuarto grande que contenía su propio baño y una cama gigante, ahora era del tan prestigiado entrenador.

Lo miro totalmente sorprendido y la mucama se retiró, cerro la puerta y exploró por unos momentos el lugar, podía visualizar una gran pantalla plana de color plata encima de un mueble con cajones.

Al terminar de explorar su habitación, desempacado sus cosas lo arreglo acomodando las cosas donde van cada una.

Al terminar bajo y vio a la familia sentada en una gran mesa, estaban cenando y lo invitaron, el acepto y fue a degustar la comida de los ricos, sin duda era muy sabrosa y cara, muy cara.

Al terminar bajo y vio a la familia sentada en una gran mesa, estaban cenando y lo invitaron, el acepto y fue a degustar la comida de los ricos, sin duda era muy sabrosa y cara, muy cara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se despidió de la familia y subió las escaleras hacia su cuarto, tomo las cobijas de su cama y se metió entre ellas ya con pijama, «tan cómoda», pensó y después se quedó dormido.

©Moniblack0

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 10, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Instructor del sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora