Deadly Enemies |Jikook|

Capitulo 1

Jimin

Estar atareado y lleno de pendientes es algo muy usual en Jimin, siempre está corriendo tras los autobuses, tropezando con todo mundo y pidiendo disculpas por su ineptitud. Y es que constantemente se encuentra nervioso y perturbado ante cualquier situación. Vive al margen, y aun que hay días en que sinceramente se siente derrotado, sabe que está a salvo en su propia miseria y el miedo lo mantiene a raya.

Apresuro el paso entre la pequeña multitud que se amontona en las calles, sin considerarlo, cada mañana hace ejercicio por sus repentinos retardos de camino al trabajo. Pero es que hoy se ha retenido el profesor de literatura. Le ha insistido para que participe en la semana de la lectura, donde quiere que presente una historia ante el público y así tener la probabilidad de una beca. Lo ha considerado, pero Jimin creía que quizás escribir no sea para él. En realidad es solo un hobby que suele ayudarlo para escapar de su realidad y fantasear un poco.

Su cuerpo golpea con algo blando, y trastabilla intentando no caer. El rostro carente de expresiones del chico al frente, lo hace palidecer un poco, tiene finta de ser un peligro, pero lo único que sabe de él, es que asiste a la misma clase de literatura, de las cuales solo va a dormir. Chico malo pero estudioso, como le gustan. No. Así no. Enfocate Jimin.

—Lo siento, seré más cuidadoso la próxima vez.

Jimin hace una pobre reverencia y continuo su camino, esta vez con más cuidado y sintiendo la mirada del chico sobre el. Jimin no suele juzgar a las personas, pero el chico lo aterra, es tan callado y las pocas veces que lo a escuchado hablar es para amenazar a los bravucones. En la Universidad siempre rondan rumores acerca de él, de los cuales, siempre parece estar involucrado en asuntos turbios.

Pero Jimin sabía que solo eso han sido, rumores. Como solian decirse de el.

Llega a la parte trasera del restaurante, en el que suele trabajar. Berries & drink's lo acogió cuando recién había llegado a Busan hace dos años. El sueldo no era mucho, pero es el trabajo que le brinda tiempo para sus clases en la Universidad en las mañanas. Empujo la puerta de metal mientras da un vistazo al reloj que cuelga de su muñeca. Está llegando....

—Quince minutos tarde. — La imagen de Jeongyeon de brazos cruzados, aparece en su campo de visión. Trae el uniforme habitual de color azul pastel, y el delantal blanco.

—Lo siento.

—Desde que trabajas aquí, se te ha ido el tiempo pidiendo perdón. Jimin, recuerda lo que siempre te digo...

—Medir mi tiempo, si lo sé. — La interrumpe mientras se apresura hacia los lockers metálicos donde guarda sus pertenencias.

—Hablo en serio, Jimin. Otro día más llegando tarde y esta vez si te rebajo de tu sueldo. Los demás empleados se quejan, dicen que eres mi preferido y que tengo más atenciones contigo — Le brinda una mirada desafiante. —, haces que nadie me respete como gerente.

Jimin estaba apenado con Jeongyeon, desde que comenzó a trabajar en el restaurante, no ha hecho más que ser como su escudero fiel de cualquier mal trato entre sus compañeros de trabajo, inclusive de los clientes. No podría considerarla como su amiga, porque realmente no quería tener amigos, su vida era un tanto complicada, así que prefería seguir solo teniendo conocidos y seguir siendo reservado en cuanto a sus relaciones amistosas.

—Te prometo que desde mañana repondré estos quince minutos que he llegado tarde.

—Veinticinco. —Lo corrige mientras se dirige hacia la puerta del fondo que lleva directo a la cocina. —siempre tardas diez minutos en cambiarte.