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Tantas muertes, sangre, viseras, gritos suplicando por misericordia, misericordia que ellos les habían negado a tantas personas. Aun resonaban en su mente cual hermosa melodía en este momento se encontraba en un avión  rumbo a Japón, ese seria el lugar donde se alojaría debido a que era una de las sedes de Héroes del mundo y quería saber el estado de los héroes y como funcionaba el sistema penitenciario del lugar.

En su estancia se quedara con una de las familias que vivían en el exterior y que amablemente se había ofrecido para tenerla de allegada, debido al gran honor de que esto les daba, los había visto en las calles cercanas al castillo, una adorable y amable pareja. Los Amajiki, sonrió levemente al recordarlos siempre cariñosos el uno con el otro eran una pareja muy unida, una relación deseada por cualquier persona.

Ya en el Aeropuerto conecto sus audífonos, disfrutando de la música que se reproducía en su teléfono, a pesar de que la música era  una cosa muy adorada en su ciudad acostumbraba tener su semblante siempre serio y en calma muy pocas veces mostraba emociones en publico amenos de que fuera un asunto oficial o su familia. 

No muy a lo lejos pudo ver a la pareja esperándola con nerviosismo, no pudo evitar que una pequeña risa se escapara de sus labios y sin tardar se acerco a ambos.

- Señor y Señora Amajiki, es para mi una muy agradable sorpresa el que aceptaran mi solicitud, es enserio muy amable de su parte- Agradeció inclinándose levemente con aquel aire educado y calmo de siempre.

- No nos agradezca, el honor es nuestro después de todo Deliciae ha hecho mucho por nosotros esta es nuestra forma de agradecerles.

Luego de esa pequeña conversación se dirigieron al auto y por lo tanto al lugar que seria su hogar por los próximos 3 años, trato de que toda calle y pasaje se quedar grabada en su mente, su sonrisa se torció al ver a lo lejos un robo, sus dientes rechinaron ante la ira ¿Porqué nadie mataba ese bastardo?, era un criminal. su odio incremento al punto de que escucho una pequeña advertencia de la mujer.

- ¡ Mi diamante!, sus ojos- Advirtió al ver la furia en la joven.

Como si despertara de un sueño reacciono, viendo su reflejo en uno de los espejos del auto, sus ojos eran totalmente negros como dos posos de brea, también noto como un curioso color dorado realzaba sus venas. Alertada ante las anteriores cacterísticas de su cuerpo respiro calmando su enorme enojo y decidió que no era momento para ver la ciudad.

Notando que sus audífonos habían dejado de sonar noto la pantalla de su teléfono destruida, y soltó un bufido de molestia mientras anotaba mentalmente.

-Debo aprender a controlarme.






La habitación que le correspondía era totalmente de su agrado, esta constaba de una cama una pequeña repisa al igual que un escritorio que seria muy cómodo a la hora de estudiar en su closet se encontraba ya un uniforme, de una academia de héroes, obviamente no iría a  aprender a controlar sus poderes en su país al contrario de en muchos países de mundo el uso de Quirks sin permiso era totalmente legal, consideraban que le poder se debía educar desde la edad en que era adquirido y no había razón alguna para prohibir su uso en la vida diaria.

Ya que sabían de muchos casos en que debido a ser obligados a ocultar las características de su Quirk muchas personas se convertían en asesinos y villanos, gente que  luego era asesinada por su pueblo.

Les deseo unas muy buena noche a la pareja y luego de darse una larga ducha, se recostó en la cómoda cama mirando el techo, en verdad no tenia indicio alguno de sueño pero necesitaba estar sola para planear una estrategia, pensaba en que nombre usaría, cual seria sus nueva historia.

- Kiyomi- Murmuro- No, mejor Miyo, me gusta es un nombre bonito ahora el apellido, lo mejor es que sea Amajiki.... veamos.

Aun seria se pudo e pie frente a un espejo.

- Es un gusto, mi nombre es Miyo Amajiki espero seamos buenos compañeros.- Forzando una sonrisa.- Tal vez deba cambiar un poco mi aspecto...mph no que idea mas estúpida, intentémoslo otra vez..
















La señora Amajiki se levantó mas temprano de lo normal, pensaba en una sola cosa.

- ¿Qué tipo de desayuno le gustará a la Diamante?, tal vez algo de.

- Oh Señora Amajiki, me alegra que haya despertado.- Saludo la menor.

La mayor sintió que el alma salía de su cuerpo, que susto mas terrible. Frente a ella, ___ totalmente lista para su primer día, su cabello peinado perfectamente, al igual que su uniforme, además de que en la mesa un desayuno completo y más que delicioso servido.

- Este yo... Yo quería agradecerle a usted y su esposo por su cálida bienvenida y use su cocina un poco.- Hablo nerviosa ante el silencio de la mujer- Espero no sea un problema.

- No tranquila solo es que, muchas gracias me ahorras mucho tiempo- Sonrió suavemente, abrazando a la diamante.

-"Las mujeres japonesas son muy bajitas al parecer".

El señor Amajiki no tardó en bajar y al igual que su esposa se sorprendió ante tan bello detalle, los tres comieron comoartiendo un agradable momento, ella les informaba la situación actual de su país y su gente, mientras ellos le explicaban el como debía comportarse, lo que debía y lo que no debía hacer.

- Oh casi lo olvidaba, el otro día un integrante de las Parcas nos visitó.- Exclamó el señor Amajiki.

- ¿Una de las Parcas dice,?- Deteniendo la tostada que se disponía a comer.

- Es cierto, dijo algo sobre entrar al programa de reingreso.- Agrego.

Sorprendida, bebió un poco de su té prosesando la información. Una Parca quiere entrar al programa de reingreso, eso era una sorpresa pero no era una caso aislado, muchas de ellas al momento de casarse o buscar un trabajo más tranquilo pedían entrar al programa.

Las Parcas, soldados de Elite encargados de segar las vidas de los pecadores del exterior o llevarlos aprisionados a Deliciae para darles un juicio eran en verdad admirables, según recordaba su Dama personal, había formado parte de esa Elite cuando tenía 18 años Pero decidió renunciar caundo le asignaron a ___ .

- Es algo interesante, lo mejor será que hable con esa Parca, - Suspiro, no esperaba tener que encargarse de temas de su país tan pronto- El programa esta en una pausa temporal.

- ¿En pausa?- Preguntaron con sorpresa.

- Así es, últimamente tenemos sospechas de que algunos países ya saben de la existencia de nuestro paraíso, por lo que decidimos con la Diamante suprema el detenr el programa para no levantar tantas sospechas, no se preocupen me encargaré personalmente de este asunto.

Levantandoce de la mesa, si tenía que pensar en cosas importantes sería en el camino a la Academia, algo que le molestaba era hablar de ese tipo de cosas al comer. "Al comer debes estar en calma y relajada, si no, la comida tiene un mal sabor" solía decir.

Llevo sus cosas a la cocina y se despidió de la pareja, caminando tranquilamente mientras sentía el frío aire de la mañana, tal vez era muy temprano para su primer dia pero no quería perder ninguna clase.

-"Según tengo entendido, la UA es muy grande fácilmente podría perderme en ella"- Pensó volviendo a suspirar.- "Esto es tan, aburrido"

Mi Paraíso (Hizashi Yamada X Fem Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora