Esquizofrenia | KANG TAEHYUN

乇ѕգυι乙οƒяєиια [ 23 ]

Taehyun ya no veía lo bonito en la vida, felicidad, amor, entusiasmos. Pero recordar que en cualquier momento podía decaer y no recuperarse lo ponía triste. La mujer a la que ama lo cuida más que a ella misma, Tn caminaba por las frías y solitarias calles, pues se quedaba hasta tarde a hace compañía a Taehyun para que no se sienta solo. Se podía decir que lo amabas, lo amaba mas que a ella misma, se lo demostraba a cada momento.

Lo llamaba a diario por las mañanas para saber como estaba «iré por ti» esa frase era la más usada por ella, no necesariamente tenía que estar mal para que fuese.

Taehyun solo quería pasar más tiempo con ella por si el órgano esperado no llegara, quería cumplir sus sueños; casarse, tener una familia, ser cantante.

- Quiero... Que los lleves contigo siempre, Taehyun- su novia colocó un dije de diámetro en el cuello de el más alto y un anillo en el dedo índice exactamente a su medida.

Se preguntaba ¿Qué había hecho mal? Para merecer esto,lo cree injusto, él nunca había hecho nada malo a nadie y mucho menos desearle el mal.

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-¿Quieres algo más? Antes de que me vaya- preguntó Tn, tomando su mochila que había llevado ese día.

-No cariño, estoy bien- respondí Taehyun quien estaba recostado en su cama, aquel día le había dado fiebre y dolor en el abdomen, ya era normal,traía loca a Tn con su salud.

-Entonces, ya me iré- eran las 23:50 exactamente- descansa- Taehyun asintió mientras su novia depositó un corto beso en sus labios para luego salir de la habitación.

Ya estaba en las calle por donde siempre pasaba para ir camino a su casa, esa noche se sentía el frío y para mala suerte no llevaba un abrigo consigo por lo apurada que había salido. Sentía que la perseguían y por miedo apresuró el paso, pensado que había perdido al individuo fue a paso calmado pero aún hombre vestido de negro de pies a cabeza se colocó a su lado mientras avanzaba para luego extender un abrigo.

No tenía la intención de recibirlo pues, un extraño se lo estaba ofreciendo, «no recibas cosas de extraños» recordó las palabras de su madre cuando le advertía de los extraños... No puedo resistirse se estaba congelado, tomó aquel abrigo y el hombre quedó atrás para luego tomar otra dirección.