Los dos que dan por sentado [FINALIZADO]

1 En mi puerta otra vez

N.A: Antes de que me juzguen déjenme decirles que este fic es hermoso!

¿Por qué me hago esto a mí misma? No es como si mi mirada fuese a alejarlo de la maldita computadora portátil más rápido.

¿Tal vez si suspiro un poco más fuerte?

Nada. Maldito, Gohan, ¿no puede siquiera mirarme?

Por supuesto que no. Ya no me mira más. Está demasiado ocupado - con el trabajo, con la escuela, con Pan - con todo y todos. Bueno, todos excepto yo. ¿Y por qué debería prestarme atención? Sólo soy su esposa, después de todo... Shimatta, ya es medianoche. Es demasiado tarde para hacerme esto ahora mismo. Me rindo. Me voy a dormir.

¡Por fin! Sus ojos finalmente han logrado salir de su regazo y mirarme. Tal vez ... Oigo el suave llamado de la puerta. Me lo imagino.

"Yo iré," me ofrezco en respuesta a su tácita súplica. No puedo sentir los niveles de energía al igual que mi marido, pero no es necesario este momento. Ya sé quién es. Rara vez tenemos compañía que sea la familia, y sólo hay una persona que pueda venir después de nueve de la noche.

Parece que Chi-chi está en pie de guerra de nuevo.

Su atención ya volvió a lo que sea que estaba trabajando antes de la interrupción. Uno de estos días voy a tener que conseguir a alguien que me enseñe la manera de lanzar un disparo de ki. Tal vez eso llame su atención.

Me pongo mi bata y zapatillas antes de ponerme de pie con rigidez. Maldición, me estoy volviendo vieja. Tal vez por eso Gohan ya no me quiere más. Oh bien, mejor no dejo a Goku esperando en la puerta. Kami sabe que probablemente haya pasado lo suficiente hoy por lo que anda sucediendo.

Hago mi camino con cuidado por las escaleras hasta que estoy frente a la puerta. A través de la pequeña ventana veo la sombra de los picos adentrándose lejos en todos los sentidos. Abro la puerta, y no puedo evitar la sonrisa que se forma en mis labios. Él no ha cambiado desde la primera vez que lo conocí casi quince años atrás. Malditos Saiyajin. El hombre tiene más de cincuenta años, y no hay una arruga o cana o menos que tonos perfectamente situados en su cuerpo. Juro, si él no fuera mi suegro, odiaría su coraje por ser tan malditamente impecable.

Él gira alrededor y me destella la torpe sonrisa que parece estar permanentemente pegada en su rostro, y me pregunto, no por primera vez, si esa expresión es genuina o es más un hábito.

"Hey Videl. Lo siento... Sé que es tarde..."

"Vamos, entra," interrumpo mientras me muevo a un lado para que pueda entrar. "Todavía estábamos despiertos."

Él camina tentativamente, lo que me parece bastante divertido. Quiero decir, él es el más fuerte ser conocido en el universo, y tiene miedo de caminar en la casa de su propio hijo. Por supuesto, sé lo mucho que odia hacerlo. Todavía recuerdo la primera vez que Gohan trajo a su padre después de más de una de sus discusiones. Corrección: una discusión de ella. He visto pocas en mi tiempo, después de todo, y siempre habían sido de una cara. Es realmente triste. Chi-chi suelta la manija sobre lo que sea que le molesta ese día, y Goku sólo se sienta ahí y lo acepta. O se disculpa mucho. Teniendo en cuenta la hora, puedo adivinar porque fue esta pelea. No sería la primera vez que ella lo envía fuera de su cama arrojándolo fuera de la casa. Es suficiente para hacerme querer asfixiar a la menopáusica jovencita. Simplemente no sabe cuán afortunada es.

Tal vez es por eso que Gohan no tiene ningún interés en el sexo. Tal vez es genético; lo recibe de su madre. Esa sería mi suerte.

Goku solía quedarse en el bosque cuando Chi-chi lo echaba. Por supuesto, cuando Gohan se enteró, insistió que su padre se quedara aquí en cambio. No me molesta en lo absoluto. Sé que Goku puede cuidar de sí mismo, pero él es de la familia. No debería tener que acampar en el bosque. Me pregunto si Gohan hubiera sido tan generoso si hubiera sabido en aquel momento con qué frecuencia Goku acabaría quedándose aquí. Diablos, vive aquí tanto como lo hace en la casa de al lado en estos días.