13. Bañera.

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#FlufftoberFanyu2021 - Día 13: Hora del baño.

Autora: Yui Azuma (@LadyLoki1998).

Título: Bañera.

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3/octubre/2021

Querido diario:

Hoy fue un día muy raro, o más bien ayer. Estoy escribiendo ya en el día 14 pero como acá alteramos el espacio-tiempo a gusto, podemos aún reportarlo como del día 13.

Resulta que al irme temprano del trabajo la tarde anterior, no me dijeron que debía asistir al día siguiente a una recepción en uno de los hoteles lujosos del centro de Sendai para una cena con los pesos pesados, esos con los que te dije que estaban hablando Nakamura-dono y Yuzuru el sábado en el anuncio oficial. Y pues mi querido patinador también debía asistir, así que pasó a buscarme después del trabajo, y como le pedì a Pascal el enorme favor salvavidas de que fuera a mi departamento y me trajera otra ropa para no usar en la cena la ropa de todo el día, al llegar al hotel y al asignarme la habitación en la que pasaría la noche, me cambié y retoqué el maquillaje y dejé todo en orden.

Al ser el hotel un sitio tradicional, en lugar de camas había tatamis enrollados en el ropero, cojines por aquí y por allá en vez de sillas o sillones, y una tina enorme en el baño, como un Ofuro o un Onsen pero más grande y no era precisamente un baño termal. Estaba solfeando la programación de la televisión cuando escuché llamar a la puerta. Me extrañó, pues no había solicitado nada y mucho menos llevado equipaje que me debiera entregar un botones. Abrí la puerta para encontrarme con esa sonrisita tan tierna.

-Hola, Yuzu.

-Hola- se le notaba extraño.

-¿Se me hizo tarde, ya debemos bajar?

-Ah, no. Es que... No sé cómo decir esto. Hubo un problema en la reservación y anotaron sólo una habitación- y entonces se me cayó en mundo encima. Una cosa era que se quedara dormido en mi sofá o sillón y que se duchara en mi apartamento, teniendo su espacio, pero otra era quedarnos en una misma habitación.

-Oh, entiendo. O sea que tú te vas a quedar aquí. ¿Quién hizo la reservación?

-Pascal- me palmeé la cara.

-Maricón infeliz- mascullé en español.

-¿Qué fue eso?

-Nada que debas saber. ¿Quieres pasar a dejar algo?- pregunté al ver que llevaba consigo una pequeña mochilita. Me aparté y cerré la puerta detrás de él. Regresé a tomar mi celular y lo noté apoyado en el mueble donde estaba la televisión, observándome -. ¿Qué?

-¿Te incomoda esto?

-No, no. Para nada. ¿Cómo por qué?- me adelanté unos pasos y me crucé de brazos, me sentía ligeramente expuesta.

-Porque compartiremos habitación. Ni siquiera tenemos que bañarnos desnudos.

-¿Dijiste qué? En la ducha obviamente entras desnudo.

-Pero no juntos.

-¿Por qué tomaríamos un baño juntos?- me tomó las manos para que soltara los brazos y me atrajo hacia él.

-Pensé que sería divertido, como un baño comunitario.

-Tu concepto de diversión y el mío difieren mucho, al parecer- se inclinó hacia mí y me habló al oído.

-Pensé que sería un buen momento de intimidad con mi novia- cuando se irguió, me le quedé viendo boquiabierta y lo señalé queriendo decirle algo, pero sólo me callé y caminé rumbo a la puerta. Él de mientras se estaba riendo de lo nerviosa que me puso y de camino a encontrarnos con los inversionistas, nos echamos una que otra mirada acompañada de una sonrisita.

La cena ocurrió sin mucho qué reportar, firmamos algunas cosas, chistes malos de los que tuve que reírme para que la interacción fluyera bien, un poco de sake para amenizar. Por cierto no, no dejé que Yuzuru bebiera, lo cual les hizo gracia a todos porque estaban enterados de lo ocurrido el sábado, parcialmente.

Después de eso, volvimos a la habitación, lo cual me tenía mega nerviosa. ¿Exactamente cuál era el grado de intimidad que Yuzuru estaba buscando? ¿Era simplemente un baño o implicaba... Eso?

Ya ahí, me ofreció un envoltorio que sacó de su mochilita.

-¿Qué es esto?

-Es un traje de baño. Cuando en recepción me dijeron que compartiríamos habitación, fui a comprarlos para esto del baño en la bañera, anticipando que ni de chiste querrías bañarte desnuda conmigo presente.

-Ok... Me sorprende lo previsor que eres. Am, yo... Me cambiaré.

-Seguro, me adelantaré al baño a cambiarme. Entra cuando estés lista- y eso hice, pero de cualquier forma sostenía una toalla sobre mi pecho. Luego de llamar a la puerta y que me dejara entrar, crucé el umbral y lo vi duchándose al exterior de la bañera, con lo que puse una Poker Face que no podía con ella -. ¿Te queda bien?

Yo asentí pero no me quité la toalla, me quedé ahí parada.

-Esta pregunta sonará rara, ¿por qué te duchas antes de entrar a la bañera?

-En Japón el baño es más que sólo lavarse. Nos duchamos afuera y luego entramos a la bañera para relajarnos un rato.

-O sea que no te remojas en la bañera, entras ya limpio.

-Exacto. Los trajes de baño lo dificultan un poco pero no es imposible.

-Qué complejo- hasta ese momento, sin darme cuenta, lo había estado viendo mientras se lavaba el cuerpo, específicamente el torso y las piernas que noté estaban bastante definidas, y ahora se estaba apretando el cabello hacia atrás para escurrir el jabón que quizá permaneciera. Eso le causó gracia pero yo me incomodé al ser descubierta.

-Bueno, ya terminé de bañarme. Te espero acá- murmuró señalando la bañera -. Pero esa toalla no está invitada- cuando extendió la mano hacia mí para retirarla, di un paso atrás, desconcertándolo un poco.

-La dejaré por aquí- repliqué y le di la espalda mientras hacía lo mío.

Era raro, no sabía si me observaba o si simplemente estaba relajado mirando el techo o con los ojos cerrados. Cuando terminé de bañarme, lo cual fue tardado por lo largo de mi cabello, me metí a la bañera junto a él y constaté que de hecho estaba como en un trance en que respiraba hondo y pausado con los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás. Por un momento pensé que se había quedado dormido. Yo me hundí hasta la barbilla.

-¿En México no acostumbran esto de bañarse en parejas, con familiares, los baños comunitarios?

-Se hace, y de hecho tenemos playas nudistas, pero no es de mi agrado.

-Entiendo, lo lamento- al decirlo, me dio una mirada profunda, parecía melancólico por mi reacción minutos antes. Le alcancé la mano y entrelacé mis dedos con los suyos.

-No importa. Dame el tiempo, y te dejaré entrar- asintió con una muy apenas distinguible sonrisa y se acercó a mí para rodearme los hombros con el brazo. Me tomé la libertad de apoyar la cabeza en su hombro, lo cual no rechazó y por el contrario apoyó su cabeza contra la mía -. ¿Sabes qué sería divertido?

-¿Qué cosa?

-Que algún animal se metiera a la bañera de repente. En México los jaguares se meten a los cenotes u otros cuerpos de agua en las áreas salvajes.

-Debe ser hermoso verlos.

-Yo lo llamaría peligroso. Son animales increíbles pero no me gustaría acercarme a sus colmillos o garras- soltó una risita.

-Aquí en Japón no tenemos jaguares, pero sí capibaras que se meten a las aguas termales.

-No te creo.

-En serio, hay un sitio popular justo por eso. Una vez estuve ahí en invierno y los vi meterse en el mismo Onsen en el que estaba.

Y entonces Yuzuru me contó la historia de los capibaras invadiendo su Onsen. Y al parecer también son aficionados de la fruta llamada Yuzu. Sí, hay una fruta que se llama así. Te contaré si algún día la pruebo.

Hasta entonces <3

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