—Me gustas, Akaashi. — se tapó el rostro con ambas manos.
—Está bien, Bokuto-san. También me gusta...— menciono el azabache con un notorio sonrojo en su cara.
cinque
—Me gustas, Akaashi. — se tapó el rostro con ambas manos.
—Está bien, Bokuto-san. También me gusta...— menciono el azabache con un notorio sonrojo en su cara.