Capitulo 1: Alex

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Que lindo...

Estoy despierto.

—Mierda -suspiró mientras trató de apagar la alarma de mi celular-. ¿Por qué cada mañana debo despertar con este sonido?

— Porque si no te quedas dormido -escucho la voz de mi madre..., genial sigo vivo-. Buenos días cariño -viene a mi costado y me da un beso en la cabeza, cuanto odio que hagan eso, es repugnante, la miro con mi cara de "madre no empeores mi día, por favor", ella al parecer lo entiende y se levanta- Perdón -murmura, también odio que haga eso, pero no hay solución.

Sale de mi cuarto y me quedo echado en mi cama.

Odio

Odio

Odio demasiado despertar.

No solo porque es muy temprano.

Si no porque me doy cuenta que sigo vivo.

Cojo mi celular de mala gana y empiezo a poner música, no sé ni qué pongo, no me importa la verdad, con total de tener ruido a mi alrededor es suficiente.

Empiezo a caminar hacia mi baño con mi toalla en una mano y mi celular en la otra.

— ¿Querido destino... porque hiciste que me despertara? -preguntó al aire, obviamente nadie me va a contestar, no es como que de repente una voz me diga.

<< Alex, me vale verga que no quieras seguir con vida, tienes una oportunidad de vivir no como otro que se pudren en las calles>>

Aunque pensándolo bien... pudrirme en la calle no suena tan malo aunque... no podría jugar vóley, mierda.

— Esto es demasiado -dejó caer mi celular al lavamanos y contestó la llamada mientras me empiezo a quitar mi polo de pijama

— Hola lindo -dice la misma voz chillona que e escuchado desde que tengo 6 años

— Hola Bri -digo de mala gana-. ¿Qué haces llamando a esta hora?

— ¿No puedo llamar a mi mejor amigo?

— No

— Ay que cruel eres -suspira-. Solo quería ver si seguías vivo, ya sabes, el destino pudo haber hecho algo en tu contra mientras dormías -trata de no reírse, lo cual es inútil ya que empezó a ahogarse con su saliva

— Espero que llegue el día que te mueras por atragantarte con tu saliva -digo pero ella no me hace caso

—El destino a hablado -ríe

— Deja de burlarte antes de que te corte

— Bien, bien, me calmo... -silenció, uggg esto es otra cosa que odio el silencio, ese silencio que te dice mil cosas que no quiere decir la otra persona- Bueno...

— Estaba por bañarme, estoy bien -trato de no sonar serio

— Me alegro, tienes mi bendición y la del destino para que te vaya bien este año

— Preferiría que me atropellen mientras voy al colegio -digo de mala gana

— Vamos!!, estas en Estados Unidos, en el país de pitucos, siéntete afortunado

— Estaría mejor en casa

— A la mierda, no me digas que estás en la calle -dice riendo por lo bajo-. Ya tienes una nueva casa, se feliz y disfrútalo, escuche que en tu nuevo colegio el equipo de vóley es muy bueno... no se tal vez puedas entrar

— Me ofende que creas que no entrare, por favor, soy el mejor -trato de burlarme

— Eso!, sigue con complejo de nube -ríe- Estarás bien, tengo fe

Lo que el destino decidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora