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X

He tenido que hacerlo,
coger el cuchillo y matar a mis diablos.
Estaba temblando,
notando como por dentro empezaba una hoguera,
sintiéndome cada vez más lejos,
como si ya nada de mí me perteneciera.

Respiro profundo,
vigilo el terreno por si se me fugaron los nudos.

He tenido que hacerlo,
discutir con la travesía de este mundo oscuro y ganarle el pulso a los cuerdos,
he tenido que hacerlo,
vestir de luz para poder caminar entre mis infiernos,
pasar entre el resto cubriéndome el rastro de disfraces de viento.

Y perdóname, pero no lo siento.

Tenía que hacerlo y lo sabes,
que yo nunca fui oxígeno,
que yo nunca quise quedarme,
que no soy de mí, ni del aire.

Que se hace tarde cuando pienso en ti conmigo,
en mí conmigo y mis ruidos.

Que estoy cansada, cariño.
Yo no quiero seguir los pasos de aquel que no conoce alas,
que sigue al rebaño con la soga hacia el precipicio,
que no se hace añicos cuando le pesan sus juicios.