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Un día como los demás, nada fuera de lo normal, la pelicastaña se despertó de malhumor, se dirigió a su baño para bañarse y colocarse su uniforme escolar. Después de arreglarse, bajó a la cocina y hacerse el desayuno.

Su casa estaba vacía y silenciosa, ya había pasado un año desde el incidente donde su hermano fue alejado de ella y ya no tenía su compañía. Al terminar su desayuno, tomó su bolso y se dispuso a ir a su escuela, no pasó nada interesante en el camino así que llegó rápido a su destino, se dirigió a su salón y ahí esperó hasta que se hiciera la hora de clases.

Las clases pasaron como de costumbre, por supuesto no faltaron las pequeñas bromas que le hacían a la chica.

Asi eran los días para Tsiang Takahashi, después de que su hermano fuera internado en un reformatorio, ella se volvió el blanco de bromas para los de su salón, principalmente se metían con su físico, a pesar de no tener mal físico Tsiang era un poco más rellenita que las chicas de su colegio, no tenía amigos en ese lugar pero no le importaba mucho, no era de estar con muchas personas.

A la hora del almuerzo un grupo de chicos que iban pasando chocaron con ella y derramaron un poco de jugo que ellos llevaban en la camisa de la chica

-Camina más rápido, estúpida- dijo molesto uno de los chicos -¿O es que la gordura no te deja caminar rápido?- los demás chicos que estaban ahí comenzaron a reír y antes de irse botaron lo que quedaba de sus bebidas en la cabeza de la chica 

Varios alumnos veían la escena, algunos reían y otros solo miraban en silencio sin hacer nada.

Tsiang solo se fue al baño para intentar limpiar lo que más podía las manchas del jugo que tenía su camisa. Luego de eso sonó la campana indicando el regreso a las clases pero la pelicastaña decidió quedarse en uno de los cubículos del baño

No era la primera vez que lo hacía, se quedó ahí hasta la hora de la salida 

Al escuchar la campana de la culminación de las clases, salió del baño y fue en busca de su bolso, los pasillos ya no estaban tan llenos, así que estaba fuera de peligro. En la salida pudo visualizar a un chico alto con lentes y el cabello sujetado en una cola, al verla sonrió pero al notar su ánimo su sonrisa se borró y se acercó a ella

-¿Por qué la cara larga?- pregunto el pelinegro mientras la veía 

Tsiang alzó su vista para ver al chico ya que se notaba la diferencia de altura 

-Esta es mi cara de siempre, ¿De que hablas?- la chica suspiró 

El más alto percibió un aroma extraño y se acercó a la chica porque venía de ella y río levemente

-¿Por qué hueles a cóctel de frutas?- dijo el chico sonriendo

-Me cayó jugo encima- dijo sin ánimos -Por cierto Baji, ¿Qué haces aquí? ¿No tienes otras cosas que hacer? 

-¿Te están molestando otra vez?- Baji la miró fijamente y ella asintió lentamente y el pelinegro soltó un suspiro pesado -¿Los golpeaste verdad?- Tsiang negó 

-No quiero meterme en problemas- miro al cielo para ver las nubes 

-¿¿Hah?? ¿Cómo que no los golpeaste?- el chico tocó rápidamente la frente de la chica- ¿Estás bien? ¿Estas enferma? La Tsiang que conozco hubiera noqueado a esos idiotas de un solo golpe

La pelicastaña alejó la mano de Baji de un golpe 

-Ya lo dije, no me quiero meter en problemas 

Baji hizo una mueca de confusión 

-Lo que tú digas enana, pero no es bueno contener esas ganas de golpear, podría perjudicarte en un futuro- la chica rodó sus ojos y comenzó a caminar, Baji la siguió para acompañarla 

Hope[Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora