Crónicas sobre el amor, escrito por Wei Ying y Lan Zhan

Lluvia

Lan Wangji está escuchando la lluvia, sabe que él no volverá entonces... ¿Por qué le duele el corazón al reafirmar ese hecho?

WangXian, han pasado seis años de la muerte de Wei Ying

NOTA: el fin de semana pasado estaba escuchando playlist de Damei en youtube, sjsjsj fue sorprendente descubrir su existencia, arriba en multimedia pueden encontrar el playlist en el que me inspiré y si entran a los comentarios pueden ver la "versión piloto" de este One Shot que escribí para no olvidarme de las emociones que me hizo sentir en ese momento c: disfruten de la lectura 

Link: https://youtu.be/N9aI4bbArGo

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 Lan Wangji estaba mirando por su ventana, la fría brisa anunciaba la llegada de una tormenta pero eso era lo que menos le importaba. Las nubes blancas comenzaron a mancharse de un tono gris, tal como se sentía su vida ahora.

- Wei Ying ¿Dónde estas? - preguntó a la nada, el leve susurro viajando por el viento y perdiéndose entre la profundidad de las nubes. Su tío estaba enojado con él, su hermano estaba en un conflicto consigo mismo, sus antiguas heridas en la espalda a causa del látigo de la disciplina ahora le mantenían despierto con la sensación fantasmal de los golpes después de haber pasado meses tirado en la cama de su habitación. 

Aun se sentía confundido, su hermano sabía que Wei Ying era la persona que más amaba entonces, ¿Por qué había ido contra él?¿porque le había traicionado así? si no le hubiesen ocultado ese hecho, estaba seguro que habría ido a defenderle, aun con la espalda destrozada, aun si perdía la vida, sería mejor que estar ahora mismo, solo, en silencio en su Jingshi

Su hermano le iba a ver de vez en cuando, conversaban, tomaban un poco de té y se iba, había días donde solo hacían eso, otros pocos trataba de convencerle que Wei Ying había sido un error en su vida, un error que debía comenzar a dejar ir, siempre terminaba mal esa conversación ¿el dolor en su corazón desaparecía algún día? 

El amor de su vida había decidió irse, irse muy lejos de allí, a un lugar donde no podía seguirle, no ahora que debía cuidar de A-Yuan. Ah, A-Yuan, el pobre niño ahora mismo estaba en su propia habitación, se veían cada cierto tiempo, después de todo, ahora debía entrenar con los niños de su edad, debía dejarle crecer con recuerdos felices, debía alejarle de si mismo cuando tenía aquellos delirios donde veía a Wei Ying en su habitación,  A-Yuan no podía verle así, no podía verle cuando las alucinaciones sobrepasaban los limites donde terminaba llorando y necesitando ayuda de su hermano para volver a la realidad.  

 Aun con la cabeza recargada en el borde de la ventana suspiró pesadamente, ya habían pasado seis años, seis años de su muerte, se negaba a dejarlo ir, no podía soltarse, se mantenía sobreviviendo a base de recuerdos, su hermano se lo había dicho de nuevo, no podía vivir toda su vida así, solo estaba lastimándose más. 

Con lentitud se levantó de su lugar y salió, la tarde estaba a punto de irse dando paso a la noche y la mayoría se encontraba cenando probablemente, nadie le buscaría, nunca lo hacen, no lo hicieron cuando seguía todas las reglas, tampoco lo hicieron después de haberse revelado a su por el amor de su vida. 

Quitó sus zapatos y los arrojó a un lado, quedando descalzo y sintiendo el pasto fresco, un sentimiento de soledad se implanto en su pecho mientras se mecía de un lado a otro, cerrando sus ojos un momento pudo verlo, ante él, Wei Ying le sonreía alegremente, tal y como lo hacía cuando se conocieron y sin dudar le extendió su manola cual  inmediatamente fue tomada y juntos se atrajeron al otro, comenzando un baile lento.

Lan Wangji le abrazó todo el tiempo mientras bailaban al ritmo de aquella música lejana ¿de donde venía? no importaba, era hermosa, dieron vueltas por todo el lugar, sus pies daban pasos con gracia y elegancia adaptándose e improvisando el baile, demostrando que estaban hechos el uno para el otro, las estrellas brillaron intensamente y Wei Ying reía incontrolable dando una que otra burla juguetona hacía su persona, no se perdió de ningún momento, no de nuevo.

Había cometido un error todos esos años, no se había permitido dejarse llevar por ese sentimiento, había estado confundido la mayor parte del tiempo y cuando finalmente sus sentimientos tomaron una forma, un nombre, un color, era tarde... Wei Ying había muerto, y él no había podido salvarlo.

- Te amo - fue lo que le dijo cuando el ojiplata comenzó a alejarse de él en un profundo silencio, debía detenerle - no te vayas, no me dejes, no de nuevo - la desesperación en sus palabras eran profundas, no podría soportar estar solo de nuevo, a este paso comenzaría a enloquecer. 

-Lan Zhan, Lan Zhan - dijo Wei Ying suavemente dejando un leve beso en sus mejillas, en su frente, en sus labios - debes dejarme ir... ya es hora -para después alejarse dando la vuelta sin volver a dirigirle la mirada.

-¡WEI YING! - Gritó tratando de detenerlo y fue entonces cuando cayó en cuenta de la realidad, la noche había llegado en algún punto, estaba completamente solo y estaba empapado. Había estado bailando en la lluvia, solo, todo este tiempo, imaginando que Wei Ying, su Wei Ying estaba ahí con él abrazándose, besándose, amándose.

 Con dolor las lágrimas comenzaron a derramarse y se mezclaron con la fría lluvia - no te dejare ir, aun no - dijo mirando hacía la luna, del mismo color que los ojos de su amado - prométeme que estarás conmigo por favor, cuidaré de A-Yuan, viviré sin arrepentimientos y siempre veré por la justicia... pero por favor, vuelve, incluso si no aceptas esto que siento, incluso si me odias pero... - susurró lo ultimo con dolor - vuelve Wei Ying, te amo y no puedo seguir viviendo sin ti- y así se quedó bajo la lluvia, buscando aliviar ese dolor en el pecho que comenzaba a extenderse por todo su ser, se estaba ahogando en su propia soledad.

¿Cómo podría continuar con su vida sin el? 

Entonces una imagen llegó, A-Yuan. Aun era un niño por supuesto que le necesitaba, aun si sentía que estaba a punto de morir no podía dejarse llevar, no sin asegurarse de que A-Yuan era feliz, que tendrá un futuro prometedor como cultivador y que fuese lo suficientemente mayor para formar su propia familia. 

Soltando un suspiro cansado trató de sonreír hablando con el viento - Wei Ying... tiene que esperarme, prometo que te buscaré en la otra vida, pero aun no, no puedo dejar a A-Yuan, no podemos abandonarle así - las hojas de los arboles se agitaron y una flor cayó ante él justo cuando sintió una especie de caricia en su mejilla, podría haber sido el simple clima o... - En verdad estás aquí ¿no? - regalándole una hermosa sonrisa comenzó a caminar de nuevo a su Jingshi, no podía enfermase ahora. Antes de cerrar las puertas se permitió volver a hablarle - espera por mi.