Lo que ella dejó.

PRÓLOGO

Artículo publicado en la revista del Consejo para las Artes, The Operative Word, 2001

¿Qué hay en un nombre? Esa es la pregunta que pedimos a los adolescentes que respondieran en 1000 palabras para el concurso de Nuevos Talentos de este año. Este fue el escrito ganador presentado por Alice Salmon, de quince años de edad.

Mi nombre es Alice.

Podría dejarlo así. Sé lo que quiero decir con eso. Soy yo, Alice Salmon. Alta, apariencia normal, pies grandes, cabello que se ondula con la simple mención del agua, con un aire a oso de peluche para abrazar. Aficionada a la música, auténtico ratón de biblioteca, amo estar al aire libre, aunque muera con solo ver una araña.

La mayoría de la gente me dice Alice, aunque ocasionalmente soy Al, Aly o Lissa, este último lo detesto. Cuando era niña solía tener montones de apodos como Alí Babá y Ice y, mi preferido, especialmente cuando mi papá me decía así, Ace.

Mi tío me dice Celia, que es un anagrama de Alice, aunque confundo la palabra anagrama con anacronismo.

"Eso soy yo", dice mi papá si alguien dice "anacronismo".

Me gusta saber cosas como esas, aunque mi mejor amiga, Megan, diga que parece que me hubiera tragado un diccionario. No es que me guste tratar de impresionar, pero es algo que hay que hacer si se quiere estudiar Inglés. Si obtengo las calificaciones necesarias, me encantaría ir a Exeter o a Liverpool, aunque no me importa adónde con tal de que sea lejos de Corby; claro que adonde sea que uno vaya probablemente habrá gente tratando de escapar de allí.

Voy a ser franca, no puedo esperar a irme; mi mamá está metiendo sus narices en mis asuntos todo el tiempo. Ella cree que es porque se preocupa por mí, pero no es justo que sea yo quien sufra por su paranoia. Agregué esta última frase después de que leyó este texto, y nunca va a verla porque no voy a ganar.

¿Tal vez lo que hay en mi nombre es la música que me gusta (hoy he escuchado Dancing in the Moonlight unas cuatrocientas veces) o los programas de televisión que veo (están ante la mayor fanática de Dawson) o mis amigos o el diario que escribo? Tal vez sea lo que recuerdo de todas esas cosas, que no es mucho porque mi memoria es pésima.

¿Será mi familia? Mi mamá, mi papá y mi hermano, quien solía decirme a lice l o Mice 2 0 Malice 3 como si fueran las bromas más graciosas del mundo. Tal vez serán mis hijos, aunque no voy a tener ninguno, muchas gracias: con todo ese vómito y popó y cosas asquerosas. Ni siquiera tengo novio, aunque si el señor DiCaprio está leyendo esto, estoy libre el viernes...

"Cambiarás de opinión", dice mamá acerca de los bebés, pero dijo lo mismo sobre los espárragos y no lo he hecho.

Tal vez sean las cosas que planeo hacer, como viajar, o las mejores cosas que ya he hecho, que me llevan al día en que fui voluntaria en ese lugar para sordos (¿pueden ver mi aureola?) 0 posiblemente las peores Gno hay ninguna posibilidad de que las confiese!).

Podría contarles acerca del mejor día de mi vida. Es dificil, tal vez fue cuando Meg y yo fuimos a ver a Enrique Iglesias, cuando conocí a J. K. Rowling o cuando mi abuelo me llevó a ese pícnic sorpresa para mi cumpleaños; pero el problema con el "mejor día de mi vida" es que solo cuenta hasta el momento presente, y mañana podría ser mejor, por lo que debería decir "hasta ahora" en lugar de "de mi vida".

A veces uno puede expresar qué es un objeto aparentando no hablar sobre él (lo busqué, se llama apófasis), por lo que tal vez lo que hay en mi nombre son las cosas que podría estar haciendo en lugar de esto, como mi tarea de Matemáticas o sacar a pasear al señor Woof.

Solía desear que más personas famosas se llamaran Alice. No superfamosas, porque entonces cuando alguien dijera el nombre todos pensarían en ellas, como si te llamaras Britney o Cherie, sino más bien medio famosas. Está Alice Cooper, pero es un hombre y ni siquiera se llama así. También está Alicia en el país de las maravillas, a quien yo solía citar, decía cosas como "curioso y retecurioso" pero mi frase favorita siempre fue aquella sobre no ser capaz de explicarse a sí misma porque no es a ella a quien realmente puede ver, aunque yo nunca la haya entendido.

Supongo que además soy lo que estoy escribiendo, que puede que no sean más que tonterías. Le pedí a mi mamá que lo leyera, solo para revisar la ortografia, y me dijo que era genial, aunque la primera y la última línea me hicieran parecer una alcohólica, pero esa fue la manera en que ella lo interpretó.

Mamá dijo que había unas pocas secciones que yo debería reconsiderar, pero no tiene sentido enviarlo si está lleno de mentiras; aunque acepté quitar las groserías del texto, había muchas en el primer borrador Geste es el séptimo!). También uso demasiados paréntesis y signos de exclamación, pero esos sí se quedan en su sitio porque de otro modo (repito) no sería como yo escribo.

"A veces me aterra lo mucho que nos parecemos", dijo mamá después de leerlo. Bueno, no es la única. Algunos días, aunque trate de ocultarlo, ella se la pasa lamentándose por toda la casa como si el mundo se fuera a acabar (sí, esta frase también la escribí después de que ella lo revisara, ia propósito de la policía del pensamiento!).

Papá cree que debí haber caído de cabeza cuando era una bebé, porque él y yo a duras penas tenemos alguna cosa en común; aunque a ambos nos encanta el salmón, lo que es gracioso porque se podría decir que eso nos convierte en caníbales.

Mi nombre es Alice Salmon. Cinco palabras de las mil en este texto. Espero ser más que doscientas veces esas cinco palabras. Suponiendo que no lo sea ahora, espero un día llegar a serlo.

Terminaré esto ahora y me preguntaré quién soy. LO hago con frecuencia. Me miraré en el espejo. Me tranquilizo, me intimido, me gusto, me odio.

Mi nombre es Alice Salmon.

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