Bad Boy (Tu x Bakugou)

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N/A: ¿Quieren más contenido con Kirishima? 😳
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Narra T/N
Me desperté sintiendo un rayo de luz en mi cara. Intenté sentarme pero un brazo me lo impedía... Bakugou estaba profundamente dormido, con el cabello desarreglado y... desnudo, y yo también.
-mmmmh- Exclamó una ronca voz.
Me quedé callada.
Se movió un poco más y apretó más mi cintura. Comencé a sentir un bulto contra mi trasero, por lo que me levanté de golpe y él abrió los ojos asustado. Se frotó los ojos con ambas manos y nos vimos por un momento.
-Buenos días- Me sonrió tiernamente. Yo me quedé... congelada, la vergüenza me mataba por dentro.
Me levanté de la cama envuelta en una sábana y entré al baño, abrí la llave de la ducha esperando a que se caliente.
Lo escuché tocar la puerta.
-¿Estás bien?
Antes de que ponga seguro entró. Estaba con su bóxer y cara de sueño.
-¿Que pasa?- Me dijo, bastante preocupado.
-Nada-Entré a la ducha esperando que el se quede afuera, pero entró segundos después, desnudo.
Me sonrojé levemente y le di la espalda. Me abrazó por la cintura y puso su cara en mi hombro.
-Dime... ¿Que pasó?
-Yo... eh... yo...
-Tranquila. Si quieres que me vaya yo... me iré...
-No es eso.
Guardamos silencio. Me obligó a verlo a los ojos, y cerró el agua. Con una mano tiernamente acarició mi mejilla.
- No se como sentirme.
- La verdad, yo tampoco.
Me dio un pequeño beso, bastante tierno, y luego me abrazó pegándome a su pecho.
- Lo siento. Es solo que... me atraes mucho, me dejé llevar por el momento. No debí ser tan grosero contigo. Si te lastimé o fui muy rudo, me disculpo.
-No Bakugou, no es eso. Tu y yo no podemos tener una relación. Vivimos en la misma casa, solos. Cualquier día puede llegar uno de nuestros padres y encontrarnos desnudos. No me tomé la pastilla ayer. Y la lista sigue y sigue. Tengo muchas cosas en que pensar.
Lo abracé por la cintura. Levanté la cabeza para verlo a los ojos y el también se encontraba pensativo. Se enjuagó un poco el cabello y el cuerpo y salió de la ducha.
-Iré a comprar la pastilla, por favor espérame.
Escuché la alarma de su carro y después se fue. Me acabé de bañar y escogí lo primero que encontré, un pantalón gris flojo y una camiseta blanca holgada. Sequé mi cabello rápidamente, me pinté un poco las cejas y tomé un té de manzanilla, ya pasaron 40 minutos y Bakugou no llegaba aún, mi clase comenzaba en 20 minutos.
Me subí a mi carro y pasé comprando una pastilla en la farmacia mas cercana. Me la tomé rápidamente sin pensarlo 2 veces y arranqué hacia la universidad.
Ya allí mi plan era evitar a Kirishima y Jiro, pero apenas llegué a la clase de biología estaban esperándome afuera del curso.
-¡T/N! - Exclamó Jiro, muy feliz. Kirishima estaba bastante nervioso, seguramente por lo que pasó en su carro.
-Hola chicos- Intenté sonar lo más emocionada que pude. Les di a ambos un beso en la mejilla como saludo.
-Vamos tarde a clase- Le dije a Jiro. Ella también estaba actuando sospechosamente.
-Si... ¿Dormiste bien?- Me tocó las ojeras.
-Nop- Buscando excusa genérica 1- Estaba estudiando para idiomas.
-¿Que tal si tomamos algo después de clase?- Preguntó Kirishima.
-Tengo que ir a mi casa hoy chicos, mejor el viernes- le dije y me despedí con un beso. Entré apurada al salón y puse mi teléfono en silencio.
(...)
Por fin estábamos acabando la última clase, la cabeza y el estómago me daban vueltas, me sentía decaída y débil, solo quería irme a mi casa y dormir.
-T/N, aprobaste, te puedes retirar- Me dijo sonriente el profesor. Con la mirada me despedí de Jiro, que parecía bastante preocupada. Salí apurada hacia mi carro, conducí a la casa con cautela de no quedarme dormida o algo, cuando por fin entré fui directo al baño a vomitar. Sentí una mano sostenerme el cabello.
Me lavé la boca rápidamente y voltee hacia Bakugou.
-¿Donde demonios te metiste?
-Tenía que ir a clase rápido y no regresabas.
-Te dije que me esperaras. Puedes faltar a una puta clase pero no poner tu salud en peligro.
Lo miré a los ojos enojada. Solo pasé a su lado a acostarme en la cama, me dolía demasiado la cabeza. Me saqué el pantalón y el brasier, entré en las sábanas y cerré los ojos.
Sentí cómo se acostaba a mi lado. Voltee hacia él, que estaba bastante pensativo de nuevo. Me acurruqué en su pecho y el me abrazó por los hombros.
-¿En qué piensas?- Pregunté antes de quedarme dormida.
-En ti. Todo el tiempo.