Injusticia

Capítulo 2: El amor duele

Ron Linn se levantó e hizo su típica rutina, su cita con Jake se había cancelado, pues este se encontraba muy ocupado.

Siete horas más tarde, él regresó a su casa, pero algo le pasaba, estaba cambiando, algo en sí mismo había cambiado, no era la misma persona y, tal vez, solo tal vez, alguien lo cambió.

El chico estaba muy emocionado por mostrarle a sus padres sus calificaciones.

Él siempre era el mejor en todo, intentaba tener las mejores notas para entrar a la universidad de sus sueños, o la de sus padres.

Realmente el joven no quería ir a Oxford y estudiar medicina, él quería ser psicólogo, para poder ayudar a las personas con problemas, pero sus padres consideraban que esa era una carrera mediocre.

El hombre jamás lograría cumplir sus sueños si seguía escuchando a sus progenitores, además, estos todo el tiempo le gustaban una pareja con la cuál casarse, a pesar de que él no acepte.

Algo le pasaba al joven hijo del matrimonio Linn, esa noche con su gran amigo Jake lo había cambiado, tal vez el contarle a alguien sus problemas lo había aliviado. Minutos más tarde, toda la familia comió unida, siempre todo fue muy raro y desagradable para el primogénito de Lady Cinthia y El duque Michael Linn. Este estaba muy cansado y le dolía la cabeza, algo le pasaba, pero no sabía que.

Luego del almuerzo, fue a acostarse, pero no podía dormir, no lograba sacarse de su cabeza lo pasado dos días antes.

Despertó unas horas más tarde, lo primero que pensó fue en lo infeliz que era su vida, nadie querría vivirla, ni un solo día.

Por la noche, tuvieron una cena en familia, pero hubo algunos conflictos y algunas nuevas actitudes en Ron Linn.

-Estoy cansado de esos pecadores, ni siquiera puedo decir su "sexualidad" son unos malditos mentirosos, salen de lo normal- dijo Michael Linn, al mismo tiempo que cortaba su salmón.

-¿A qué te refieres?- cuestionó el joven hijo del duque.

-Ellos deberían estar muertos, amar a alguien de tu mismo sexo, eso en una fatalidad, una vergüenza para nuestra sociedad, por suerte aquí es penalizado

-¿Por suerte?

- ¿Crees que ser "eso" está bien?

-Amar, eso es normal, anormal es el que piensa que no puedes amar a alguien de tu propio sexo.

-¡Cómo puedes decís eso, estás loco, estás castigado!

-¿Qué? Pero yo solo...

-¡Basta! A tu habitación jovencito.

El ojiverde fue a su habitación enojado, él no podía entender como la gente podía tener la mente tan cerrada, ¿Por qué no aceptaban algo normal?

Lo primero que hizo al llegar a su habitación fue tirarse a la cama, pero no podía dormir, estaba pensando en alguien.

Que lo llamen pecador, pero él se estaba empezando a enamorar, pero no se confundan, dos hombres no pueden enamorarse, o eso decían en esa época.