𝟬𝟬: 𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

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KING COUNTY, 2010

Era medio día cuando Summer Walsh recibió un llamado de la profesora de sus hijos informándole que las clases habían sido canceladas debido a un accidente escolar, minutos después, Lori Grimes la llamó y le pidió si también podía recoger a su hijo Carl, debido a que ella se encontraba en el hospital visitando a su esposo Rick, el cual se encontraba en coma.

En cuanto llego a la escuela de los menores, noto como esta estaba colmada de policías. Los preceptores, al conocer sobre la cercanía de las familias Walsh y Grimes, no presentaron problemas para entregarle al pequeño Carl, por lo que en cosa de minutos, la mujer y los tres infantes ya se encontraban en el vehículo de la familia Walsh, caminó a su hogar.

Durante el transcurso, Summer les preguntó que había sucedido, sin embargo, los niños solo le dijeron que escucharon el rumor de que un chico se había lanzado contra una chica y la había mordido de tal forma en que logro sacarle un pedazo de carne, pero que ellos no podían confirmar nada porque no presenciaron el incidente.

En cuanto llegaron su hogar, River corrió hasta la sala para prender el televisor y ver las noticias. El pequeño castaño tenía un mal presentimiento desde que escucho aquel rumor en la escuela. Su instinto le decía que debía prepararse porque algo muy malo estaba por pasar.

Esa era una de las diferencias mas notables de River y Lorelai. El era como un adulto atrapado en el cuerpo de un niño, muchos lo consideraban maduro para su edad, desde que tenía nueve años mostraba un gran interés por la política y el arte de pintar, podía pasar horas sobre pensando sobre lo que podría pasar si tomaba alguna decisión equivocada, mientras que su melliza, simplemente vivía el día a día, y no era consciente de los daños colaterales de sus descuidadas decisiones hasta que alguien salía dañado.

Y ahí se encontraba la pequeña Lorelai, contándole a su mejor amigo como el día anterior había visto como uno de sus osos de peluches había movido una de sus extremidades. El chico Grimes claramente no le creía, sin embargo, se le hacía divertido ver como la castaña se esforzaba por hacer su historia creíble.

— Te lo juro, Carl. Movió su brazo y cuando notó que yo lo noté fingió no haber notado que yo lo noté. —el ojiazul frunció el ceño ante la frase de su amiga.

— ¿Acabas de decir un trabalenguas? —preguntó.

Lorelai rodó los ojos y tomo entre sus manos al supuesto peluche viviente, para después, restregárselo en la cara a Carl.

— ¿Y si mis juguetes son como los de Toy Story? ¿Y si están planeando mi muerte por que ya no juego con ellos como antes? ¡¿Y si me matan, Carl?!

El castaño río por lo bajo, tomó al oso, lo lanzo al piso y luego, salto sobre el repetidas veces, dejando a Lorelai un tanto indignada.

— Listo, ahora no podrá levantarse para poder asesinarte, probablemente tiene todos sus huesos fracturados, si es que no lo mate.  —dijo, siguiéndole el juego.

— Deberíamos enterrarlo, para asegurarnos.

— Pensé que íbamos a ver La Leyenda de Jinete sin Cabeza, Rory. —protestó Carl.

Lorelai abrió sus ojos de par en par al recordar que le había prometido al chico que verían La Leyenda del Jinete sin Cabeza en cuanto llegarán a su casa.

Una de las tantas cosas que los infantes tenían en común era que amaban al famoso personaje decapitado. Usualmente, veían la película de Disney llamada Las Aventuras de Ichabod y el Señor Sapo, la cual estaba compuesta por dos cortos, uno de ellos era La Leyenda de Sleepy Hollow, sin embargo, de vez en cuando, veían la versión Live Action de 1999, a pesar de que sus padres les habían prohibido verla.

𝗦𝗔𝗗 𝗕𝗘𝗔𝗨𝗧𝗜𝗙𝗨𝗟 𝗧𝗥𝗔𝗚𝗜𝗖 | carl grimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora