DeanMe encontraba charlando con unos amigos de Mark, que sin duda alguna no conocía, pero estaba haciendo tiempo, esperando para poder estar con personas que si conocía, pero necesitaba encontrarla ahora mismo.
Emma se había enfadado conmigo ya hace un par de horas, y según lo que dijo Mark iba a estar aquí, él también estaba aquí, pero digamos que no estaba muy cuerdo, y tenía unas cuantas copas de más, además de que se encontraba rodeado de chicas cerca de la piscina, ya me encargo yo de ello, no hay necesidad de interrumpir.
Intente desaparecer de esta conversación, y lo logre, a las personas que "conocía " les preguntaba si sabían donde estaba Emma, algunos me decían que la habían visto, y otros que ni siquiera sabían que estaba ella allí.
Así que busque, y busque, y busque, hasta que me canse, por suerte, antes de rendirme, quise buscar por los jardines de la gran casa, y en una de las grandes bancas de madera, que al parecer eran perfectas para leer, se encontraba ella, la persona que había estado buscando toda la noche, y sin duda alguna me tenía preocupado, estaba allí, perfecta como siempre, dormida con un libro en su regazo.
Me tranquilizo y alarmo al mismo tiempo, pues, agradecía que estuviera sola, era al mismo tiempo me hacía pensar en cualquier cosa, revisé a nuestro alrededor y como todo el mundo se encontraba en la fiesta y en la piscina, rodeé la banca y me arrodillé a su lado, tenía una gran sudadera puesta, unos calcetines gruesos, un moño mal hecho, las gafas que usaba para leer estaban a un lado suyo y su libro se encontraba sobre su regazo.
Mientras que ella permanecía con los ojos cerrados, tranquila, hermosa y perfecta como siempre, me pregunte cuando tiempo llevaría allí sentada y cuánto dormida, y al instante me preocupe de pensar que había estado pasando frío, no era mentira de que hacía frío afuera, así que no me lo pensé dos veces cuando cerré su libro, agarre sus gafas y la cargué en mis brazos con el mínimo cuidado de no despertarla para sacarla rápidamente de esa fiesta.
Como todo el mundo se encontraba muy borracho, nadie se percató de que tanto yo como Emma, ya no estábamos en la fiesta.
En el estacionamiento, ajuste la silla del copiloto para que fuera cómoda y no se despertara y la dejé con cuidado, luego de subirme y introducir las llaves, conduje hasta mi casa, mis padres estaban en una cena de trabajo, y se que además no les importaría que llevara a Emma a casa y no lo consentirían si la hubiera dejado en la fiesta.
Luego de estar un rato conduciendo y casi llegar a mi casa, sentí como se giró y abría lentamente los ojos, poco a poco, me miro y frunció el entrecejo y me dijo.
-Que haces aquí? Y por que estoy en tu coche ahora mismo?- Me pregunto aún un poco dormida, pero consciente.
-Por que a pesar de que estes muy enfadada conmigo claramente no te voy a dejar dormida en una banca, pasando frío y sobre todo con personas que ni siquiera conoces y que no sabes las intenciones que tienen contigo, y ahora mismo te estoy llevando a mi casa, y no cambiaré de opinión- Termine de decir cuando supe que me iba a dejar en claro que no quería ir a mi casa, pero lo dije firme y sin siquiera mirarla, más bien a la carretera, luego sentí que suspiraba y se abrazaba a sí misma mirando fijamente la carretera y volteo mi cabeza para verla, sin duda está en descuerdo con eso, sin embargo, no protesto, su protesta me la dejaba clara su cara, llegamos a mi casa, le dejé una sudadera y pantalones míos, que claramente le quedaron gigantes y cuando salió del baño con ellos, no pude evitar esbozar una sonrisa.
Se acercó a la cama con los brazos cruzados, claramente sabía que pensaba que se veía muy tierna, y por eso esa cara.
-Ven, acuéstate conmigo, además tenemos que hablar- Le dije dando golpecitos al lado mío para que se hiciera allí.
Lo pensó un momento y luego se hizo justo a mi lado, y se giró a mirarme y me dijo.
-Esta bien, hablemos-.
Sonreí y proseguí a explicar las cosas.
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Mi Pequeña Obsesión
RomanceLa hermana menor de Mark Harthwey, Emma, era todo lo contrario a su hermano, mientras que él era el deportista, graciosos, extrovertido, amigable y sobre todo se metiera en peleas, que aunque tuvieran justificación, eran malas, ella era la calmada...