🌊La Sirenita🌊

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Érase una vez, en un reino bañado por las costas del basto Atlántico existía una hermosa mujer, y no era una mujer cualquiera, ella era una princesa de cabellos negros como la noche más profunda y ojos tan azules como la mar, pero toda princesa no es nada sin sus ayudantes y la más fiel compañera de Erica no era otra que su prima ___, la heredera del reino más allá del mar.

_____ era una hermosa muchacha, de cabellos (C/P) y unos suaves ojos (C/O), con una edad de 17 años se trasladó al reino de su tío para completar su educación como monarca junto a su prima Erica. Disfrutaba de los lujos y comodidades como cualquier princesa, las joyas más brillantes y los vestidos confeccionados con las más dulces telas. Pero en el juego del poder hay interesados, hombres vanidosos que desean desposar a una de las dos princesas solo por poder o las riquezas del rey. Pero las princesas eran fuertes y juraron nunca necesitar a un hombre para reinar sus países.

Hoy era el cumpleaños de la princesa Erica, se celebraría su mayoría de edad por todo lo alto, el rey proclamo tres días de fiesta en los cuales la música no se dejaría de escuchar, la felicidad se notaba en cada calle y callejón, las celebraciones comenzarían al anochecer donde la princesa celebraría el cumpleaños en la mar, la cubierta de la nave se limpiaba a fondo, las velas se lavaban y recolocaban, mesas y flores para servir un exquisito banquete, marineros y criados corrían de arriba abajo para dejarlo todo a punto. Erica y su prima elegían alegres los vestidos y joyas que llevarían en la cena entre risas el sol se iba poniendo y la hora estaba a punto de llegar.

Mientras tanto en el palacio submarino de la Atlántida también había una celebración, el centenario del rey Tritón que veía con orgullo como sus hijos interpretaban ante todo el reino una canción por su cumpleaños, cada tritón canto espléndidamente y Sebastián se sentía orgulloso de los príncipes hasta que toco al más pequeño de los hermanos. Sebastián agitaba su batuta con brío, los músicos tocaban y la gran concha se abría mostrando el lugar vacío donde se tenía que encontrar Arián. El rey furioso levanto su tridente y ordeno buscar a su hijo menor.

Arián se encontraba en el cementerio de barcos explorando dentro de un navío, curioso recogía cada objeto que le parecía interesante, mientras su amigo Flounder vigilaba que nadie se acercara, cuando comenzó a escuchar movimiento fuera del barco, aterrado busco a Arián.

- Arián, creo que he oído algo fuera – hablo tartamudeando -

- Seguro? yo no he oído nada - dijo mirando un tenedor - Ven mira esto -

Flounder se acercó corriendo al lado de su amigo y observó el brillante cubierto de plata.

- ¿Guau, y eso que es? - exclamo con curiosidad el pececito-

- No lo sé - hablo el pelirrojo - Pero seguro que Scuttle si -

Guardo el tenedor en su bolsa cuando de repente un gran tiburón blanco de ojos negros y filosos dientes apareció delante de los dos amigos, aterrados con Flounder en brazos Arián nadaba a toda prisa intentando perder al depredador, cuando por suerte diviso una enorme ancla oxidada, nado a toda prisa con el tiburón casi mordiendo sus aletas hasta pasar por la gran anilla del ancla dejando así atascando al tiburón, Flounder se soltó de Arián y se acercó al animal sacándole la lengua, provocando que se enfadara intentando morder le. Asustado Flounder se apartó y escondió detrás de Arián. El tritón se rio de su amigo, se coloco el saco a la espalda y comenzó a nadar.

- Vámonos miedica - dijo mientras se iba hacia la superficie -

Tritón y pez llegaron a un pequeño islote donde una gaviota rechoncha de nombre Scuttle jugaba con un catalejo, cuando le pareció ver cierta melena pelirroja, ilusionado miró por el catalejo, pero del revés.

Diarios de un FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora