~3~

126 6 2
                                    

Después de terminar de desempacar y acomodar toda las cosas, Shel y yo decidimos pasear por el campus para conocer un poco más. Estábamos a punto de salir de la habitación cuando mi móvil empezó a sonar.

Era un mensaje de Adam.
Estoy en la puerta de tu residencia esperándote, baja si puedes .

Me puse feliz inmediatamente.

Mire de soslayo a Shel para comprobar si se había dado cuenta del cambio de mi humor.

-¿Qué pasa? ¿Quién es?

-Es Adam, dice... que esta abajo esperándome.

Le cambio a cara bruscamente.

-Puedes ir con el si quieres. Puedo conocer el campus tranquilamente sin la compañía del Señor-cara-de-modelo junto a mi.

-No tienes por que ponerte así, solo trata de ser un poco más amable con el. No entiendo el por qué le odias tanto.

-Es un idiota, ¿eso te parece poco?      -preguntó resentida.

-Alex también es un idiota y eso no afecto a que el te guste -repuse.

-Alex es distinto a Adam. No puedes compararlos Meg -dijo enfadada. ¿Qué? Esto era absurdo.

No entendía por qué se enfadaba. Se comportaba como si Adam tuviese la lepra y Alex el remedio para curarla.

-¿Te basas en veinte segundos de conocer a Alex para decirme que es mejor que Adam a pesar de que lo conoces hace un año?

Genial. Iba a pelearme con Shel por el idiota de Alex.

Me miro fulminandome con la mirada.

-Es increble que estemos discutiendo por Alex -murmure más para mi misma.

-Tú lo sacaste a colación. Iré a conocer el campus sola. Que te diviertas con el idiota.

Se fue dando un portazo. Me quede aturdida mirando la puerta, como si por algún momento mágico ella volvería y trataría de ser un poco más amable respecto a Adam.

Shel y yo casi nunca discutíamos, no entendía por que defendía a Alex. El era un desconocido para nosotras.

La única razón lógica que pude encontrar es que le gustaba mucho. Pero nada tenia sentido, ¿qué más daba que Adam viniera a por mi? No entendía el por qué le odiaba tanto, Shel no podía tener cerca a Adam a menos de dos metros.

No podía pensar nada coherente, así que me dispuse a salir de la habitación.

Mientras me encaminaba hacia las escaleras me puse a pensar que hay personas que odian a otras sin razón aparente. A lo mejor le pasaba esto a Shel con Adam, le odiaba por que no tenían cosas en común. Puede sonar un poco estúpido pero tal vez así era.

Sin darme cuenta había llegado a la puerta de la residencia. Podía ver tras los cristales a Adam esperándome, al salir a la calurosa calle vi que estaba con el ceo fruncido, pareca algo enfadado.

-Hey, hola -le salude con una sonrisa.

Al mirarme su rosto cambio de inmediato, mostrándome esa sonrisa tan perfecta.

-Hola tú -me respondió abriendo los brazos para poder abrazarme-, vine para saber si te apetecía dar un paseo conmigo.

-Claro, iba recorrer el campus -hable contra su pecho, respirando su maravilloso aroma.

-¿Tu sola? -preguntó mirándome a la cara, aun con esa sonrisa en su rostro.

-La verdad, iba a ir con Shel -respondí cautelosa.

Mi Corazón Es TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora