Los cazadores de demonios habían superado el suceso del Qliphoth, y ahora tratando de convivir como "familia" se enteraran del regreso de un viejo nemesis, quien los atacara con todo, e incluso los obligara a viajar a otra dimensión, en donde conoce...
Ya había transcurrido 1 año desde lo ocurrido con el arbol demoníaco Qliphoth concluyendo en que dos hombres se vieron forzados a descender al mundo demoníaco para poder destruir las raíces del Qliphoth definitivamente, se habían quedado durante 6 meses en aquel sitio, y en sus viajes no solo se volvieron más fuertes, si no que ademas encontraron a un viejo enemigo, el cuál no estaba muy felíz de verlos precisamente...
-Dante, Vergil -dijo aquel ser con una voz profunda y demoníaca que imponia terror, a la vez con mucho odio y rencor en sus palabras
Ambos hermanos pudieron ver en el cielo negro de aquel mundo infernal tres luces de color rojizo que despedían una enorme cantidad de poder
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Aquellos orbes solo eran la forma que el verdadero ser usaba para comunicarse con otros cuando no estaba presente... aquel era Mundus, el rey del infierno, quien hace dos mil años había aparecido en el mundo humano para destruirlo y a su lado, todas sus creaciones: los demonios, quienes atacaron sin tregua a los humanos... pero uno de sus generales demoníacos el demonio conocido como Sparda había visto algo en los seres humanos que nunca otro demonio hubiese visto... bondad, y empatizando con ellos, ese general demoníaco se unió a la resistencia que oponían los humanos, enfrentandose a los que fuesen sus hermanos y ex-camaradas, Sparda vencío a la legión demoniaca y logro derrotar y posteriormente sellar en el infierno a su ex-jefe Mundus
Pero Mundus no dejaria las cosas asi como así, prometiendo vengarse de Sparda, fue sellado en el infierno... pero lamentablemente eso no fue suficiente para deshacerse de Mundus, ya que aquel demonio mayor, logro enviar a algunos de sus demonios restantes para atacar a Sparda, pero aquel ataque solo concluyo en la muerte de la esposa de Sparda, Eva... y es que luego de haber vencido a Mundus y uno que otro demonio rezagado del combate, Sparda vivío en el mundo humano pacificamente durante muchos años, y en una ocasión conoció a una mujer humana llamada Eva, de quien se enamoro y con la que formó una familia, la mujer concebió a dos hijos, el hermano mayor Vergil, y el hermano menor Dante, pero luego de unos pocos años de que nacieran esos dos niños, un ataque sucedio en su hogar, resultando en la muerte de Eva, y en que los dos hermanos se separen por un largo tiempo, dejando enormes cicatrices en los gemelos y provocando que ambos tomaran caminos distintos...
-Oh, mira quién ha venido a darnos un saludito.... creó que debemos responder de la misma manera, ¿no lo crees vergil? -dijo de una manera calmada, pero burlona a la vez un hombre adulto que vestia una gabardina roja, botas negras y un pantalon negro, con un cabello blanco, y que aparentaba 50 años de edad
-Estoy de acuerdo con eso, Dante.... pero yo seré quien lo remate, ¡ese infelíz malnacido me la debe! -dijo muy tranquilo y alzando un poco la voz en lo ultimo otro hombre, que aparentemente tenía la misma edad del tipo de gabardina roja, con el mismo color de cabello, este hombre vestía con una gabardina que antaño fuese azul, pero hoy en día, debido a multiples factores ahora era de un color negro
Estos dos eran Dante y Vergil, dos hermanos gemelos, que eran hijos del Legendario Caballero Oscuro Sparda y de la humana conocida como Eva, ambos gracias a su padre, tenían sangre de demonio corriendo por sus venas, y debido a eso tenían grandes habilidades y un poder enorme, ambos se encontraban deambulando un poco en el infierno luego de haber eliminado a una enorme horda de demonios que se habían encontrado en su viaje
