Me voy a morir.
Me lo dijo el Dr. Justo Martín. "No te queda más tiempo Juli" "Decidí lo que querés hacer con tus cosas, porque de hoy no pasas querida".
Fue algo duro escucharlo así, aunque ya lo esperaba.
Por eso, no lloré, sino que le di un abrazo y le dije adiós. Es parte de mi pequeña familia, al igual que mi gatita (cuidala, porfas) y vos, Martu.
No te quería decir chau nena, porque sabía que me iba a doler más que esta enfermedad de mierda. Así que te escribo esta carta:Nos conocemos hace casi 18 años, y no me imagino una vida distinta. Si te acordás, nos llevábamos para el culo, nos peleábamos por boludeces y la verdad es que te odiaba un poco al principio.
Pero después, por la pandemia todo cambió. Me di cuenta de que sos la mejor persona del universo, mi mejor amiga y una de las que más quiero en el universo mundial. Corrijo eso: no te quiero; te amo. Y ya sé que suena torta, pero la mejor manera de decirte chau, es siendo real.
Me acuerdo cuando fuimos al centro y nos quedamos dormidas en el subte, nos llevaron hasta la terminal y casi nos perdemos el día entero. Me estaba volviendo loca, pero vos te levantaste y nos fuimos caminando por todo el lugar. La pasamos mejor que nunca y, aunque no pudimos llegar al Ateneo, hicimos un recorrido tremendo.
Otra vez fue en tu cumpleaños de 18, que salimos al boliche y tomamos tu primer trago juntas.
Y así, 500 mil anécdotas para que les cuentes a tus hijos, de la tía Ju.
Te pido mil veces que no te olvides de mí. Y, si hay un cielo, te voy a hacer que te acuerdes de mi cara por lo menos una vez por día.
Te amo millones hermosa, te deseo la vida más larga que nunca y espero que nos veamos de vuelta.
Pd: Ni se te ocurra no poner "La leyenda del Hada y el Mago" en mi funeral ¿eh?
Te quiero preciosa, y me cuesta dejarte la carta en la mesa.
Chau.
Adiós.