La princesa solitaria

The Lonely Princess

Princesa Solitaria

Autor(a): Lucy Nicole González Arias.

                                                                   La princesa solitaria...

En un gran castillo se encontraba ella, la princesa Elizabeth... pero no una común y corriente, ella era una vampiresa la cual gozaba de su vida como ningún otro de su especie... siempre con su hermoso vestido negro y un lazo rojo oscuro que apretaba la parte de su cintura, su cabello liso lo mantenía suelto ya que no le agradaban mucho los accesorios de cabello, su piel blanca y suave como el terciopelo, su estatura mediana pero no tan baja, como una modelo... todo de ella era y es hermoso por donde mires, absolutamente todo.

Aquella princesa era muy respetada, lo que ella decía, eso se hacia o cumplía sin importar que... Solo que algo incomodaba por las noches a aquella princesa, el pasar del tiempo no la asustaba tanto dado que ella es inmortal pero, la compañía que pasaría en ese tiempo era lo que la desconcertaba, pero sabiendo que eso pasaría, la princesa decidió evitar algún romance con algún mortal, y así pasaron los años y luego siglos... hasta una nueva era.

La princesa no había tenido relación con alguien aun, siguió en el mismo castillo con su misma forma de ser y vestir pero esta vez se la notaba más solitaria y fría de sentimientos, ¿será por la falta de algún cariño en el paso del tiempo? Pero aun así sus ojos se encontraban vivos pero en otro mundo... ahora solo es como una muñeca que sigue en su forma y apariencia sin importar el pasar del tiempo, viendo como otros encuentran su felicidad de algún modo y ella sigue sola... aunque otros vampiros se la encontraron, ella no se sentía a gusto y nunca los acepto como algo mas... solo que, al parecer las cosas cambiarían drásticamente para la princesa un día, si, esto paso así...

La princesa se encontraba en el castillo, subió a su cuarto después de su comida solo que, no era beber sangre directamente... sino que su comida “la sangre”... se la servían en una copa o a veces eran varias copas.... dependía del hambre de la princesa pero en fin, ella subió hasta su cuarto y acercándose un poco a la ventana, se quedo mirando hacia afuera.

-Ha comenzado a llover... mm Hace ya algún tiempo que no percibo la lluvia, creo que no perdería nada si salgo un rato -Dijo Eliza y salió por la ventana, saltando dos pisos mas abajo... y se fue por el bosque cercano al castillo y, mientras caminaba, alzo su vestido para no ensuciarse pero, cuando llego a una parte en la que se podía ver la ciudad, notó que el pequeño pueblo que era casi una ciudad... se estaba incendiando-. ¿Mm?¿Que esta pasando? .... creo que voy a ver si hay algo con lo que me pueda divertir.

Entonces se dirigió hacia aquel pueblo pero cuando se dio cuenta, todo lo que se estaba quemando no era por algún accidente provocado por un humano... ella lo sintió y se percato de nuevo y estaba en lo correcto... esto había sido provocado por algún inmortal pero, ¿quien? ¿Quien podría hacer? Era lo que se preguntaba así misma la princesa...

-Rayos! Esto no puede ser... no lo entiendo -Dice ella y se voltea para irse-. Bien! Mejor me voy, no hay con que me divierta y no creo tampoco que sea bueno si me quedo aquí parada como tonta...

-Eh? Buscaba usted divertirse? Bella señorita? O debería decir... La hermosa princesa vampiro... -Dijo un hombre, que no era humano pero tampoco vampiro y aun así era inmortal, con una buena apariencia, vestido tan elegante como la princesa, una especie de smoking* y un tono de voz entre grave y un poco agudo, que envolvía los odios tan solo al escucharlo decir una frase-. Entonces, no se vaya... el incendio lo provoque yo... ya que necesitaba...

-Cállate! Quien eres? Eh? Lo percibo... tu! No eres alguien normal, no? Dime... -Exigió la princesa.

-Oh? Esta enojada la vampiresa? Hpmh! Jajá... bien! Yo soy, simplemente soy un Demonio... Mi nombre en este sitio es Gregory... pero, no crea en las coincidencias princesa o por lo menos esta vez no... Ya que yo planee verla hoy, porque... -Dijo aquel demonio.