Un comienzo de un posible final.

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—¿Qué tal esto? Matamos a esos bastardos en el campamento y hacemos que Sofía mate a su querida hermana mayor Tara. 

—Oh vaya, pero dudo mucho que Sofía quiera matar a su hermana, Vincent.

—Tara es una mierda, esa es la cuestión que aunque sean hermanas y estén unidas por un lazo de sangre que las define como ''hermanas'' es capaz que la pequeña mate a la mayor, después de todo solo es un lazo de sangre y fuera de ello no son más que personas normales

Pase el cuchillo sobre la comisura de mis labios, lamiendo la sangre derramada de las personas inocentes que acabábamos de matar en la gasolinera del lugar, mire a mi compañera amante de mis locuras Ale, la cual me miraba de la misma manera. Ambos estábamos locos por asesinar, cortar la carne de nuestras víctimas mientras que estas agonizaban de su dolor era fascinante verlos gritar y mirar sus caras de mierda cuando cortábamos o apuñalábamos cada parte de ellos. 

—Venga, prefieres lamer y saborear ese trozo de metal antes que a mí — Se mordió el labio inferior mirándome con excitación.

—Olvidaba lo tan demandante que sueles ser querida. —Encorve mi espalda para estar algo a su altura, dejando caer mi cabeza a un costado de mi hombro izquierdo

Se acerco a mi arrebatándome el arma blanca mirándome coquetamente colocando una de sus manos cubiertas de sangre en mi cara, sentía como ella la deslizaba dejando mi rostro manchado de sangre a medida que sus toques de manos se iban haciendo lentos; lentos para llegar a mi mentón donde alzo mi rostro con su dedo índice, haciendo hacer que la vea con locura y encanto. 

—Vamos y matemos a esos hijos de puta —Una sonrisa media se apodero de ambos mirándonos con los mismos ojos traviesos que nos solíamos ver.

Se acerco a mi besándome lentamente sintiendo como su cuerpo se apegaba más al mío, no podía creer que estábamos a punto de tener sexo en la gasolinera en medio de una escena del crimen, aunque esto no era la primera ni la ultima vez que lo hacíamos faltando le el respeto a nuestros queridos cerdos muertos.

—Quitate los pantalones que follaremos ahora y aquí mismo, en este lugar y no quiero oír excusas de que "no porque va a venir la policía y bla, bla, bla".

—Eres una maldita perra loca desquiciada ¿lo sabías? Hacerlo frente a los cerdos no esta nada bien amor mío — Lamí mis labios alejándola de mi cuerpo.

—Hacemos esto y me calientas, eres malo porque siempre me dejas en llamas, ¿hasta cuando podremos cumplir mi maravillosa más grande fantasía, Vincent?

— Ya hemos hecho esto las veces que hemos asesinado a las personas, lo hemos hecho enfrente de tu padre, en la escuela, en los baños, también lo hemos hecho enfrente de nuestras víctimas, dime ¿qué más quieres?

—Sí pero nunca en una gasolinera — Bufo decepcionada.

Me acerque a ella para tomarla de los hombros.

—Tendremos sexo sin control cuando hayamos asesinado a los bastardos del campamento y también cuando hayamos hecho que Sofía se nos una al club

— Trato hecho pero ¿por qué la insistencia con ella? — Preguntó curiosa entrecerrando sus ojos esperando a que respondiese a su pregunta.

— Por qué...

Porque Sofía esta loca igual que nosotros, esta enferma, pero le encanta...

Asesinos sádicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora