Herborea

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Un fuerte suspiro de alivio salió de su boca produciendo una gran nube de vapor por las algo bajas temperaturas de aquella época

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Un fuerte suspiro de alivio salió de su boca produciendo una gran nube de vapor por las algo bajas temperaturas de aquella época. Estaba agotada; al fin había terminado aquel espantoso examen que solo le había dado pesadillas y cubierto de negro la superficie inferior de sus grandes ojos color ámbar. 

Arrastrando los pies, como si el peso de su cuerpo se hubiera multiplicado, se dirigió rumbo a casa, con la intención de dormir hasta que su cansancio hubiera desaparecido. 

Cruzó la calle para encontrarse con que el paso estaba cortado por unas pequeñas obras en la carretera, las señales la indicaban que debía atravesar el parque. Ella resopló molesta, ya que, acabaría por terminar estornudando y con los ojos hinchados por su alergia primaveral.

Caminaba por la solitaria senda, hasta que se encontró con un gran árbol, el cual ella misma habría jurado que no estaba ahí antes. Como si de un hechizo se tratase se aproximó atraída por ese bello fenómeno de la naturaleza. Cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo percatarse de una pequeña marca en el árbol, un casi imperceptible y extraño símbolo que sus dedos no tardaron en tocar.

En ese momento, una fuerte y molesta presión en el pecho se hizo presente seguida de una respiración entrecortada. No podía entender muy bien lo que le estaba ocurriendo. Una sensación extraña acabó por apoderarse de ella, tal vez era lo más parecido a ese sentimiento llamado nostalgia. 

Una pequeña lágrima salió de su ojo, acariciando su rostro confuso y en cuanto cayó al suelo, aquel hechizo se desvaneció, como un sueño al despertar.

—Que extraño. —susurró aún pensativa.

Alzó la mirada al cielo que ahora estaba cubierto por grandes nubes negras que se acercaban acompañadas por los ruidosos truenos. Sin más dilación, comenzó a caminar rápidamente para intentar mojarse lo menos posible.

Antes de alejarse demasiado, quiso echar un vistazo por última vez al gran y majestuoso árbol, el cual, había desaparecido sin dejar rastro.

—Sin duda me hace falta un buen descanso. —Pensó aturdida y empezando a estornudar.

Grandes gotas comenzaron a caer y los truenos hacían retumbar el cielo como si se estuviera resquebrajando. 

Ya en el portal, calada hasta los huesos, cogió las llaves de sus empapados bolsillos. Abrió la puerta y antes de atravesarla, limpió sus zapatillas en la alfombra de la entrada.

Cuando cruzó la puerta principal, no escuchó ni vio a nadie en su casa, lo que la hizo inquietarse un poco, ya que, a esa hora era normal que estuviesen sus familiares presentes. Pero tampoco le dio mucha importancia, dado que, no era la primera vez que llegaban un poco tarde por hacer algún recado.

Con ropa ya seca, se recostó en el sofá y puso la televisión para alumbrar un poco la sala que se hallaba a oscuras por el mal tiempo.

Podía ver la fuerte lluvia que había fuera, no le gustaba demasiado aquello, sin embargo para dormir, ese sonido la relajaba. Sus ojos, fijos en la ventana, se fueron cerrando poco a poco, hasta que un rayo iluminó a una horrible silueta en el exterior y la luz se fue en toda la casa. Como respuesta, ella saltó sobresaltada e intentó encontrar su móvil para poder ver con claridad.

—¡Aquí! —Apretó con nerviosismo el botón del teléfono para encenderlo e iluminó directamente la ventana para no descubrir nada.

Aliviada, sus hombros descendieron pesadamente, no obstante sus acelerados latidos causaban que ella continuara en estado de alerta.

En un giro brusco para buscar la caja de fusibles y restablecer la electricidad, se chocó con la figura humanoide que había visto con anterioridad y cayó al suelo. Desde abajo pudo observar, atemorizada, la extraña máscara, con una descomunal sonrisa dibujada, que portaba aquel sujeto vestido con un largo manto negro.

El ser la tomó por el brazo, la elevó a varios centímetros del piso e inclinó la cabeza para comenzar a hablar:

—Al fin nos encontramos, me has hecho esperar mucho, quizás mucho más de lo que deberías. —Aquella siniestra y grave voz rompió el trance en el que se encontraba la chica, provocando que comenzara a patalear, consiguiendo finalmente, acertar en la cara del tipo.

Pero, solo le descolocó un poco la máscara, descubriendo petrificada, que daba mucho más miedo lo que había debajo de ella.  

Divertido, sonrió con sus dientes puntiagudos ante su reacción, golpeó a la muchacha en el estómago y la dejó inconsciente, para acto seguido llevársela consigo.

Al despertar desconcertada, la joven observó el lugar detenidamente, hasta que su mirada se topó con la de él. Alarmada intentó levantarse para escapar, pero el individuo la detuvo con un solo brazo y la empujó con desprecio hacia una pared cercana. Desde ahí, podía entreverse un extraño círculo negro en el suelo, algo escondido por los arbustos.

—Tu familia se encuentra ahí —hablaba lentamente, como si disfrutase de la agonía de la adolescente—, ¿No quieres ir a acompañarlos?— La chica, pensando lo peor, comenzó a llorar mientras trataba de liberarse de aquel individuo.

—Que divertido, pero no están muertos— hizo una breve pausa —, aún. Te necesito, así que los mantendré con vida. —Comenzó a moverse arrastrándola hacia el agujero.— Por eso, asegúrate de estar viva, ya que, tu existencia significa la suya. —Explicó para acto seguido tirarla por aquella brecha que no parecía tener fondo.

Durante la larga caída se fue divisando cada vez más luz y al final de aquel túnel podía verse vegetación por todas partes. Entretanto, ella se protegía como podía encogiéndose y manteniendo sus antebrazos delante de la cara. Terminó por chocar con gran cantidad de ramas hasta que llegó al suelo totalmente magullada. Allí, sin poder moverse a la par de que las lágrimas volvían a brotar de sus ojos pensó:

—¿Voy a morir? —Alzó una mirada llena de sufrimiento hacia aquellos árboles mientras se esforzaba por poder respirar.

Esa misma escena la contemplaba un chico entre los altos árboles. Dudaba si ayudarla o no, puesto que, podría tratarse del enemigo. Cuando iba a ejecutar lo que era su decisión, apareció el tipo de la máscara, cayendo lentamente desde las alturas, observando con notable decepción el espectáculo.

—Parece que me equivoqué contigo —dijo sentándose cómodamente en el suelo.
—Has hecho que todo se arruine — susurró mientras sacaba un cuchillo de sus ropajes. —No te preocupes haré que tu agonía acabe rápido —levantó el arma y la bajó con fuerza hacia el cuerpo inmóvil de ella. Pero el chico de las alturas intervino en el proceso, salvándola en el acto.

El ser, sorprendido por aquello, se levantó sacudiendo su manto y miró al chico pelirrojo:

—Esta vez me he descuidado...— Sin terminar la frase un fuerte viento le cortó la máscara por la mitad provocando la ira de su portador.

—Ahora tengo prisa —confesó a su pesar—, así que tienes mucha suerte, aunque puede que eso cambie pronto. —Clavó en él su terrible mirada a juego con esa cínica y monstruosa sonrisa ahora completamente visible. Un humo oscuro lo envolvió y desapareció con él.

El pelirrojo sin perder la calma, se acercó a la chica que ahora estaba inconsciente y se la llevó.

Unas horas después ella despertó en una sala iluminada por el sol del amanecer.

—¿Dónde estoy? — Preguntó desorientada mientras intentaba incorporarse con gran esfuerzo.

—En Herborea —respondió una voz a su lado.

N/A: Aquí está el prólogo, espero que os haya gustado y como nota personal recordad el principio ewe <3

Muchas gracias a WordsOfSekai por el hermoso tráiler. Que a pesar de mis horribles indicaciones hizo un excelente trabajo, lofiuDenle amor 😂

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2017 ⏰

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