Capitulo 20. La torre

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Luego de que el sol estuviese en unos de sus mejores puntos, tomo posada en aquella cumbre tan pacífica y extrajo una carta de uno de los bolsillos de su abrigo y comenzó la lectura.
Dear Dylan Grazzer, hubiese querido con todo mi corazón estar para ti, la perdida de un amigo fiel no es nada fácil de aceptar, verte montar a tu caballo cuando el sol se escondía era la mejor parte de mi día, jamás me pierdo una tarde de poder contemplarte desde mi balcón, aun que parezca absurdo cuando te miro cabalgar imagino que eres un caballero que viene a rescatarme de la torre en la cual estoy prisionera, cada noche pienso en la remota probabilidad de que hubiese un nosotros, o que simplemente me notes, no como tu empleada si no como la persona a la que más le importas. La noche en que despediste a Deen, era comprensible que lo quisieras hacer solo y en remota obscuridad, yo estuve toda la despedida y fue hermosa, pero no siempre puedes ser fuerte, también tienes permitido ser un humano que siente, que llora, que la soledad acaba con las ultimas notas de cordura y me esmero cada día para que puedas notar que hay alguien que te quiere por lo que eres y no por que le tienes. Te seguí hasta que estuvieses a salvo en la hacienda y me quede toda la noche mirando por la ventana hacia tu balcón, sin ningún sentido, sin esperar nada y paso lo que solo en mis sueños ha ocurrido, abriste tu ventana y me observaste con la mirada mas penetrante con la cual nunca me habías observado, me quede petrificada y no pude mirar a otro lugar que no fueses tu. Creo que perder a Deen te hizo perder la cordura y por eso te tomaste el tiempo para observarme detalladamente ya que puedo asegurar haber sentido tus manos acariciando delicadamente mi rostro.

Estoy ansiosa por cómo será mañana, con amor Anne.

Leer tanto hiso que Lory perdiera el juicio del tiempo y al observar su alrededor, solo pudo observar como el sol se escondía tras las colinas, fue hermoso poder apreciar el paisaje, pero ¿y Dylan? Si vuelve y no me encuentra ya no tendré permitido ni salir de la habitación.
Se dio prisa a esconder las cartas y marcharse lo más pronto posible, pensó en todos los escenarios posibles si es que llegaba y Dylan se esterase que se quedo hasta noche en las afueras de la hacienda. Peor al entrar miro a Dylan sentado en el amplio y solitario salón común sosteniendo un vestido hermoso, al percatarse que Lory lo observó Dylan le dijo
Dylan: Hoy fui por este hermoso vestido, para poder hacer algo más que no sea ignorarnos, ¿Qué te parece una cena en la que puedas convivir con más personas que no sean las muchachas de la limpieza o yo?

Lory algo confundida respondió con una sutil voz
Lory:   Me gustaría mucho, ¿Pero no crees que es demasiado ese vestido?
Dylan: Te veras hermosa

Después de esa corta charla, Lory se dirige a su habitación al igual que Dylan, ya en la habitación Lory le pregunta
L: ¿Alguna vez has tendido un caballo excepcional?
Dylan la observa y le contesta
D: Si, tuve un corcel fue el mejor que jamás tuve, pero murió luego de una ola de gripe que arraso con la vida de muchos animales del condado
L: ¿Puedo saber su nombre?
D: Se llamaba Deen
Lory se congelo un momento y luego decidió no hablar mas y mejor se recostó sobre las blancas sabanas que cubrían su cama, para poder descansar un poco, algo que sabía que no pasaría ya que toda la noche estuvo pensando en aquella carta.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2021 ⏰

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