Capitulo Unico

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Fecha: 5 de octubre
Hora: 10:00 p.m

Que sensación más amarga recorría la garganta del rubio, abrir la puerta de su habitación y no ver a nadie lo lleno de alivio pero al mismo tiempo un ligero temblor recorrió todo su cuerpo, se tumbó sobre la alfombra azul de su habitación y entró a Instagram buscando las historias de Aran (que anteriormente había visto) donde se podía observar a Osamu y a todos los de el equipo celebrar su cumpleaños, sonrio con lágrimas en sus ojos.

— Se ve muy divertido, lástima que no me invitaron a mi propio cumpleaños, pero no debería sorprender, Osamu siempre a sido mejor que yo en todos los sentidos, es más divertido y más social , seguro solo por que es más lindo es que todos lo quieren. —

Soltó una risita y dejó su celular a un costado mientras extendía ambos brazos y regulaba su respiración.

— Realmente nadie me quiere ¿Verdad? Es decir todo lo que digo y hago es mal visto por todos y al final no tengo a nadie conmigo. —

Se sentó y observó fijamente el techo con sus ojerosos y cansados ojos, sintiendo algo llenar completamente su pecho, pero no era cálido, más bien asfixiante.

— It while take a while to make you smile... —

— I'm on your side. —

Tarareaba la canción con nuevas lágrimas acumuladas, le gustaría sentir un par de brazos rodearlo.

— Pero supongo que para alguien tan asqueroso como yo nadie querría hacerlo. —

Atsumu quería levantarse , pero ya había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que comió, así que tampoco tenía fuerzas para lograrlo.

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Tiempo atrás

Todos sabían a ciencia cierta que Atsumu era alguien muy perfeccionista en cuanto al voleibol, se quedaba más horas entrenando, buscaba por internet toda tipo de información que le fuera de ayuda, incluso compro un balón propio para continuar en su casa, pero cuando no lograba una jugada, fallaba un voleo o un servicio, entraba en frustración y recorría a su único aliado: La comida.

Nunca pensó en contárselo a su gemelo, aquel egoísta y burlón castaño seguro que lo tomaría de loco sobre su exigencia respecto al deporte, así que cuando los nervios le ganaban corría a la máquina dispensadora más cercana y compraba un dulce, lo que sea que lo hiciera sentir más tranquilo y despistado de la realidad.

Con eso pasó el tiempo y llegó la graduación, ambos gemelos decidieron que irían a la misma preparatoria así que decidieron inarizaki algo cercano y con un buen nivel tanto académico como deportivo, por fortuna fueron admitidos, así que solo quedaba esperar que pasaran las vacaciones de verano para que empezara el nuevo ciclo escolar.

Malditas vacaciones de verano.

Atsumu ya no entrenaba las mismas horas que antes, claro que salía a correr y practicaba en casa, pero no con el mismo rendimiento que en su escuela, lo único que seguía igual eran sus hábitos alimenticios, en ningún momento se dio cuenta que había engordado 9 kilos, muchas de las veces se frustraba tanto que iba a su cocina y devoraba lo que encontraba a su paso, pero no hacía la suficiente actividad física como para quemar todas las calorías.

Así pasaron los días y sin alguien con quien compararse Atsumu siguió con su ritual, entrenar, fallar y tener atracones.

Al terminar sus vacaciones entraron a la preparatoria y sin perder su tiempo ambos metieron solicitud al grupo de voleibol siendo aceptados.

Cuando comenzaron sus entrenamientos se les pidió su talla para el uniforme, ambos habían pedido M, pero cuando llegaron y se las probaron, Atsumu notó que su camisa se sentía un poco apretada y viéndose al espejo, a su gemelo se le veía mejor y más holgada, trato de no tomarle importancia y siguió como si nada, al final su cuerpo no tenía nada que ver con su talento, pero, al parecer a los demás les parecía divertido burlarse.

[as] Atsumu MiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora