Dos semanas. Ya han pasado dos semanas de haber tenido el "enfrentamiento" con Mijaíl Kizlov. Ese maldito lastimó mis brazos cuando quería irme, simplemente no había querido chupársela y eso lo molestó, creí que esta vez el efecto duraría más, pero me equivoqué y ahora ya no sé si lo podré seguir usando. El recuerdo está más que vivido en mi cabeza y lo odio, odio haberme sentido tan débil en los brazos de ese maldito, odio no haberme podido defender.
El reflejo que muestra el espejo luce extremadamente pálida, más que de costumbre, y las ojeras adornan mis ojos. Me veo terrible.
Pienso y pienso mil veces en todo lo que ha pasado durante estas últimas semanas: Volví a inyectarme mierda después de dos meses sobria, claro, eso era algo que al maldito al que llamo padre no le importó un carajo y me mandó con uno de los peces gordos de la mafia rusa porque quería cerrar un trato que ni bueno era. Y al parecer su hija también era una buena negociación. Ese día me llevó a conocer a Malakai...
Justo como lo había dicho antes: no supe nada más de él. De seguro su mundo es muy diferente al mio, no creo que alguien tan recatado como él sobreviviría en un mundo tan perverso como este, donde o matas o te matan.
Ese chico fue el mejor polvo que tuve en tanto tiempo, y el único en el que he estado en mis cinco sentidos... Malakai en unos minutos de placer me hicieron sentirme deseada, por un momento no me sentí usada. De solo pensar en ese día siento como mis bragas se humedecen como lo han hecho las últimas dos semanas. Sería un pecado no darme placer al pensar en semejante follada.
—Así que otra vez lo arruinaste —Volteo y encuentro a Denim parado en el marco de la puerta.
—No sé de qué me hablas —Me encogo de hombros, haciéndome la desentendida.
—No estoy de humor para tus mierdas, Vharia, lo jodiste todo con el ruso. Tenías un solo trabajo y ni eso pudiste hacer.
—Se quiso propasar conmigo...
—Como si no estuvieras acostumbrada a eso.
Cuando pienso que este hijo de puta no me puede lastimar más, lo hace.
—Te tengo una gran solución a tus problemas —Junto las manos con fingida emoción—: búscate a otra chica que quiera follarse a cuanto hombre le digas, porque ya estoy harta de que cada vez que quieres algo de una persona me ofrezcas a mí. ¿Cómo se los dices? Es algo como: Hey, tengo una hija joven a la que no le importará mamártela toda la noche, ¿te parece? ¿La tomas?
—Cierra la maldita boca si no quieres ir al sótano otra vez, Vharia, y créeme que esta vez no te voy a tener una pizca de lastima y vas a estar ahí más de un día —Amenaza. Sé que está más que cabreado por como sobresale la vena de su frente y por el color rojo que ha plagado su rostro.
Le tengo miedo y, ¡Mierda! Odio tenerlo, en serio, es lo peor sentirme temerosa ante la persona que se supone debería de amarme. No puedo decir nada más o sino pararé en la pequeña cárcel que él se esforzó en hacer para mí. Lindo de su parte.
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INSOMNIA
Action« El peligro es una dulce y deliciosa mezcla de la que te vuelves adicto... »