CAPITULO 4:Acuerdo Mutuo.

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-Si, definitivamente el mundo es muy pequeño.- le contestó al pelinegro.

La rubia llevaba todo el día pensando en un plan para retomar su sueño de ser cantante y después de tanto pensar se le acabó ocurriendo un plan magnífico o mejor dicho infalible. Bueno...no era precisamente un plan, eres más bien "un acuerdo mutuo" entre el pelinegro y ella, que haría que los dos alcanzarán la fama.

-¡¡Eso es!!- exclamó la rubia- Tengo un plan para que los dos triunfemos y no tengamos que decirle a nuestros padres que fracasamos.- dice la rubia.

-¿Y qué plan sería ese?- le preguntó a la rubia curioso por su repuesta.

-Bueno...no es precisamente un plan, es más bien un acuerdo mutuo.- le dice al pelinegro.

¿Y qué acuerdo sería ese?- le preguntó a la rubia curioso por su respuesta.

-Bueno...en el teatro me han dicho que si no sabía tocar ningún instrumento o bailar como Michell Jackson no tenía futuro en esta industria, pero tú y yo juntos si tenemos futuro.- le dice al pelinegro.

-¿A qué te refieres con que tú y yo juntos tenemos futuro?- le preguntó a la rubia curioso por su respuesta.

-Me refiero a que tú y yo podemos formar un dúo, tú tocas y yo canto, también te puedo enseñar a cantar y tú me enseñas a tocar la guitarra, ¿Qué te parece?- le preguntó al pelinegro.

-Me parece buena idea.- le dice a la rubia.

-¡¡Estupendo!!- exclama feliz- Si quieres mañana mismo podemos empezar, hoy ya es muy tarde y tengo que volver a casa.- le dice al pelinegro.

-Vale...puedo llevarte si quieres, si me dices dónde vives te acompaño hasta casa.- le dice a la rubia.

Luka no podía negar que la propuesta que le hizo la rubia era muy tentadora,tanto que no tardo en aceptar. Solo de pensar que podía alcanzar la fama con ese "acuerdo mutuo" que le ofreció Chloé ya volvía a tener esa sonrisa de hace unas horas atrás, para ser más exactos la misma que tenía antes de que le expulsarán de la banda.

-¿Conoces el hotel Le Gran París?- le preguntó al pelinegro.

-Si, lo conozco, ¿Vives ahí?- le preguntó a la rubia.

-Si, soy la hija de los dueños.- le responde- Mi madre es la gran diseñadora Audrey Bourgeois y mi padre es el ex- alcalde Bourgeois.- le dice al pelinegro.

-Espera...¿Tú eres la diva del colegio Françua Dupont y de la Universidad?- le preguntó a la rubia.

-Supongo que sí...-le dice al pelinegro- Aunque en mi defensa diré, que no estoy orgullosa de todo lo que hice durante esos años.- le dice al pelinegro.

-Valla...resulta que la chica popular y sin corazón al fin tiene uno.- le dice a la rubia.

-Sabes...yo si tengo corazón, lo que pasa es que me prive de sentir ciertos sentimientos.- le dice al pelinegro.

-¿Y eso por qué?-le preguntó a la rubia.

-Es una larga historia.- dice triste.

-Si quieres contarme, estoy aquí para escucharte.- le dice a la rubia.

-Gracias.- le responde.

-¿Qué tal si me lo cuentas de camino a tu casa?-le preguntó a la rubia.

-¿De verdad quieres escuchar mi historia?- le pregunta al pelinegro.

-Claro.- le responde.

Chloé estaba sorprendida, pues nadie a parte de su amigo y ahora Marinette quería escuchar sus historias y problemas. Nunca imaginó que algún día alguien más estaría dispuesto a escucharlos.

***
Después del momento de consolación y subida de ánimos que tuvieron la azabache y el rubio llegaron a interrumpirlos y era nada más y nada menos Gabriel Agreste el que había interrumpido a la pareja.

-se acerca- Hola, hijo.-saludó el Agreste mayor.

-lo ve- Hola...- saludó secamente el rubio al Agreste mayor.

-Hijo, por favor, no me hables así.- dice decaído.

-¿¡Y cómo quieres que te hable!?- exclamó furioso.

-Amor, calmate por favor.- le pide la azabache al rubio.

-¡¡No, no me pienso calmar está vez Marinette!!- exclamó furioso.

-¡¡Agreste o te calmas o no me caso contigo, tú verás lo que haces!!- exclama furiosa.

-Hazle caso a tu futura mujer, hijo.- le dice el Agreste mayor a su hijo.

-¡¡Ya he dicho que no!! -exclama furioso- ¿¡Es que no tienes vergüenza de venir aquí!?,¿¡Qué quieres!?, ¿¡Qué haces en el desfile!?-pregunta ya exaltado al Agreste mayor.

***
Chloé y Luka estaban de camino al Hotel Le Gran París, mientras estaban llegando a casa de la rubia ella le fue contando toda la historia.

-Veras...mi madre está constantemente de viaje y no me presta mucha atención y la máxima que me presta es por la mañana en el desayuno, así que tuve que aprender a esconder lo que siento.-le dice al pelinegro.

-¿Y por qué no le dices lo que sientes?- le preguntó a la rubia.

-¡¡Eso es totalmente ridículo, me tacharía de sentimentalista!!- exclama la rubia con pose y voz de diva-

-Oye, no te pongas así rubia, solo estoy intentando ayudarte.- le dice a la rubia. Talvez si se lo dices, las cosas cambien entre vosotras.

-¡¡Eso es ridículo, mi familia no muestra debilidad y yo no voy a ser la primera en hacerlo!!, ¡¡Soy una Bourgeois y los Bourgeois no son sentimentalistas!!- exclamó la rubia con su voz de diva.

-Sabes...solo porque tus padres no sean sentimentalistas, no significa que tú no puedas serlo, yo sé que en el fondo si lo eres y qué sólo usas esa pose de diva como una máscara.- le dice a la rubia.

-¡¡ridículo!!- exclamó la rubia con su voz de diva.

Chloé deja atrás a Luka, pues de cierta forma ya estaba harta de escucharlo decir tonterías sobre ser sentimentalista. Aunque ella sabía que en el fondo el pelinegro tenía razón, como todos sus amigos también la tienen. Talvez como dijo Luka, ella debería ser un poco más sentimentalista y dejar la pose de diva de lado, pues esa pose no le había traído más que problemas.

-¡¡OYE, ESPERA!!- le grita a la rubia para que pudiera escucharlo.

-¡¡Quiero llegar a casa azabache...si es posible hoy mismo!!- exclamó molesta al pelinegro.

-alcanza a la rubia- No te enfades Chloé, no he dicho eso con intención de que te enfades, sino de ayudarte.- le dice a la rubia.

-...¿¡Y cómo pretendes ayudarme!?- pregunta molesta- ¡¡Por qué si es haciéndome ser más sentimentalista, olvídalo!!- exclama molesta.

-Eso lo dices ahora, pero después me agradecerás que te haya echo cambiar.- le dice a la rubia.

-Eres muy insistente.- le dice al pelinegro.

-Lo sé.- le responde.

Chloé y Luka estaban a solo una manzana de la casa de la rubia, por lo que cuando llegaron a la misma ellos se despidieron y Luka se fue a su casa.

-Adiós rubia.- se despide el pelinegro.

-Adiós azabache.- se despide la rubia.

Después de despedirse Chloé entra al hotel y Luka se va a su casa.

EL MÚSICO Y LA CANTANTE (LUKLOE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora