unique

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eran apenas las diez de la noche, cuando recién iba empezando el turno de trabajo de taehyung.

el rubio se quedaba solo en el pequeño súper, ya que a esa hora circulaba muy poca gente, por lo que tomó una posición cómoda en la silla detrás del mostrador, en espera de que llegue algún cliente.

miraba cualquier cosa en su celular, cuando escuchó la puerta de cristal de la entrada ser empujada.

levantó la vista y encontró a un muchacho de piel nívea, cabello castaño con mechones rosas, vistiendo un short corto de mezclilla, tenis deportivos y un suéter que le quedaba gigante; caminar a toda prisa hacia uno de los estantes de comida chatarra.

tae, al mirar tal actitud, cambió su vista a la pantalla que se mostraba con distintos videos, pertenecientes a cada cámara de seguridad de parte del súper, enfocándose en donde estaba aquel chico, tratando de meter todas las cosas posibles dentro de su suéter.

taehyung soltó una risa nasal, se puso de pie y se dirigió hasta donde el castaño, con tranquilidad.

hizo sonar su garganta para llamar la atención del chico.

— buenas noches, ¿hay algo en lo que te pueda ayudar? — el castaño se había quedado estático, con los nervios consumiéndole el cuerpo entero — yo creo que no, veo que ya encontraste lo que querías, ¿o no?

jungkook, en acto de desesperación, intentó apartarse y salir corriendo, pero taehyung fue aún más rápido con sus reflejos y lo tomó del brazo, para luego estamparlo en la puerta de un refrigerador de refrescos cercano, colocando sus manos a cada lado de la cabeza del castaño, haciendo que éste se encogiera en su lugar, ya que el rubio era unos escasos tres centímetros más alto que él.

— eres muy tonto, ¿sabes? — decía mientras tomaba el mentón de jungkook entre dos de dedos, alzando su rostro y analizándolo mejor. su vista fue desde sus labios rechonchos un poco maltratados por haber sido mordidos recientemente, pero adornados con un curioso lunar debajo del labio inferior, subiendo por su respingada nariz, atravesando sus ligeramente abultados y sonrojados pómulos, uno también con otro lindo lunar, y por último sus ojos avellana, que lo observaban directamente, inyectados de pánico, bien abiertos, atento a cualquier cosa que diga o haga el rubio.

maldito niñato, era precioso.

— dime, ¿cuántos tienes, niño?

— d- diecisiete.

taehyung mantenía sus ojos fijos en los labios rojizos del menor, viendo cómo temblaban; su cuerpo entero lo hacía.

— ¿cómo te llamas? — se iba acercando más y más, a tal punto de rozar sus narices.

— j- jungkook.

— bueno, jungkook, no llamaré a la policía, si dejas tranquilamente todo lo que tomaste y te vas. — se alejó del menor, retrocediendo varios hacia atrás, escondiendo sus manos en su espalda.

— s- sí. — titubeó jungkook, sacando las cosas que había tomado de los estantes y colocándolas donde estaban.

tae miraba cada movimiento del castañito, que se encontraba de espaldas a él, observando expectante a las bonitas piernas del menor.

ahí fue cuando lo agarró del antebrazo e hizo que se diera la vuelta, agarró su cuello con la mano izquierda y chocó sus labios con los de él.

jungkook soltó lo que tenía en sus manos y pegó un pequeño brinco, manteniendo los ojos abiertos a tope, pero cediendo segundos después.

cuando se separó, el menor estaba completamente sonrojado e inmóvil.

— anda, vete ya, ahorita termino yo de acomodar eso. — taehyung se alejó completamente y lo animó a caminar dándole empujoncitos, dirigiéndolo a la entrada del lugar.

estaban a varios pasos, cuando jungkook reaccionó.

— muchas gracias por no llamar a la policía. — hizo una reverencia.

— no, no hagas eso, tonto — se volvió a acercar a él, tomándolo de la mejilla y volviendo a juntar sus labios, creando un suave vaivén, mientras que de fondo se escuchaba el ruido de la radio, anunciando una balada viejita —. mejor vuelve otro día, pero no a tratar de robar, por favor. — le dijo cuando se separó, soltando una risita, contagiándosela a jungkook. le abrió la puerta y sacudió su mano, en forma de despedida —. hasta luego, jungkook.

el menor se apresuró a salir corriendo, provocando que taehyung riera de nuevo, cerró la puerta y regresó a la silla en donde estaba sentado, cambiando de estación de radio, observando por entre el gran ventanal, cómo el castaño corría a través de las calles.

tal vez, jungkook sí había vuelto a pasarse por ahí.

tal vez, se fueron conociendo poco a poco.

tal vez, se gustaron entre sí.

tal vez, fueron novios.

tal vez.

dumb litty  ✿  taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora