¿Porque me odias?

Falses Esperanzas.

En el momento cuando empeze a tener un poco de fe en la humanidad otra vez, simplemente se repitio la tragedia de siempre. Los amigos son como las hojas, se los lleva el viento.
¿Que es el viento?
El destino.
Una paradoja.
Los amigos se van y vienen. Vienen y se van.
Pero lo peor no es que se vayan.
Sino que se llevan consigo partes de ti.
Se llevan la confianza que tenias en ellos.
Y es cuando la tormenta asecha y llena el vacia con desprecio y odio.
No odio a nadie.
A todos los quiero.
Simplemente, no los entiendo.
Se van, vuelven.
No confias en ellos, ellos te pides que les confies.
Les confias, se van.
Y consigo se llevan parte de tu corazon.
¿Sera que todavia me queda algo de corazon para que alguien mas se aproveche de el?
No lo se.
Cuando veo lo falsa que fue esa amistad, en las noches escribo.
Aveces me afecta la luz del celular, pero eso no importa.
Lo que importa es que me desahogo y ese odio se va. Un odio que me atacaba pero no penetraba a lo profundo de mi alma.
Quizas mi trabajo es ayudar a las personas cuando lo necesitan, y que luego se vayan cuando ya no me necesitan.
Me dejan solo.
Quiza es un trabajo para alguien fuerte.
Alguien como yo.
Gracias Dios por hacerme fuerte y no odiar a nadie.
Gracias por hacerme ver que no hay confianza en la humanidad, sino que solo en ti.
Tu no eres como las hojas, tu eres un arbol.
Plantado firmemente y nunca caera.
No creas que estoy loco.
Es que yo lo que digo lo siento.
Falsas esperanzas solo hay en los amigos.
Son pocas las genuinas amistades unidas por un lazo de oro irreprensible.
Son unidos como la arena y el mar.
Pero una amistad falsa, es como un fumador y su cigarillo.
Lo disfruta, pero lo mata.
Poco a poco lo va matando, y contamina a los demas.
Talvez eso fue algo inapropiado.
Pero es una metafora.

Yo solo necesito a Dios.
Ya no confio en los demas.
Yo solo confio en mi familia.
Y principalmente en Dios.