Recuérdame.

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Estábamos preparando la comida, quitamos la tapa de la cacerola y de ella salió una gran cantidad de vapor y olor delicioso, los tamales estaban listos.

Denki y Kirishima preparaban el altar en unos minutos más iría a ayudarlos, por el momento necesitaba terminar de preparar la comida para lo noche de día de muertos, había salido a comprar frutas, pan y dulces. Parecía que todo relacionado a la comida estaba listo.

Me seque las manos un una franela y me quite el mandil que me protegía para no ensuciar mi ropa y me dirigí a dónde mi par de amigos se encontraba.

-Dame eso pelos de miarda.- le quité los manteles y lo acomode bien, Pikachu traía el papel picado para darle más color, dejé que lo colocará a su gusto mientras yo traía la comida, coloqué las tasas con sopa, mole, tamales,etc.
Claro no podía faltar los dulces, el chocolate, las calaveritas de azúcar en cada esquina de la mesa al igual que las frutas, velas y flores decempasúchil color naranja al regadas por toda la mesa y el piso, para después colocar los elementos religiosos.

Tomé la foto de retrato de mi difunto esposo, un lindo Omega ojos verdes, sonrisa que me hace suspirar, pecas que con sus sonrojo lo hacían ver cómo una linda fresa.

Suspiré tristemente, lo extraño, bese la foto y dejé caer una lágrima en aquella foto, para después besarla y colocarla en el tablero principal del altar frente a una gran taza de Katsudon, la comida favorita de mi amado.

Izuku Midoriya era su nombre, fué mi amigo de la infancia, mi primer y único amor en todo lo que e estado con vida.

Nos conocimos a la edad de cinco año en el jardín de niños, solíamos jugar a la pelota y ver caricaturas juntos todas las tardes ya que su madre y la mía son amigas.

Cuando descubrimos nuestro segundo género me emocioné al saber que Deku era un Omega, pero el temor entro en mí, estaba seguro de que yo sería un alfa todo indicaba ello pero ¿y si no resultaba así?, No soportaría ver a Deku con alguien más, portando la marca de alguien que debería ser yo, para mí fortuna no fue así y resulte ser un alfa.

La inteligencia de Katsuki lo empezó a llevar lejos, en los concursos de la escuela, deportes, o cualquier cosa que el se proponía a hacer siempre resultaba ser el número uno, Izuku por su parte no se daba mucho a notar y empezaron a cuestionar a Katsuki del por qué era amigo de un Omega tan inútil como Izuku.

Ante las palabras dichas Katsuki empezó a evitar al pequeño Omega, hasta que logro alejarlo y romper todo lazo con el auque siempre estaba al pendiente de lo que hacía cuando los demás no se daban cuenta, aunque fuera de lejos, el aroma a Manzana de Izuku calmaba a su alfa cuando esté se encontraba irritado, y con Izuku era lo mismo el aroma a caramelo de Katsuki lo hacía sentir muy seguro y protegido, sabía que en alguna parte de el alfa rubio se encontraba el pequeño niño que le había prometido cuidar de él ya que mientras estaban en la primaria alfas, betas y uno que otro Omega envidioso se le acercaba a Izuku solo para molestarlo y hacerlo llorar con comentarios ofensivo a su persona, en una ocasión durante la escuela primaria cuarto grado, lo agarraron de sus cabellos verdes y lo movieron bruscamente provocando sus gritos y llenando sus ojitos de lágrimas gracias a él dolor que esto le causaba.

Katsuki apareció para defender a el pequeño, su aroma desde muy pequeño era muy potente y dominante el olor a alfa enojado empezó a ser sofocante para todo que estaba en su alrededor, era gracias a qué este es un alfa puro siendo un cachorro decidió a defender y proteger, los chicos cayeron desmayados junto con Izuku quien fue llevado a la enfermería por el pequeño alfa.

-Oh, Katsuki-chan, ¿Qué le sucedió a Izuku-kun?- dijo sorprendida la enfermera llegando a dónde los pequeños asustada al ver los moretones en la cara del pequeño Omega, recostandoló en una de las camillas.

Recuérdame (Katsudeku-ONE SHOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora