De cero

Capitulo 3

Lauren.

-¿Por que decidiste aparearte con la hija de Camila?.- le recriminó a Golden.

Santino río a mis espaldas.

-Te enteraste quien había sido la afortunada.- lo mire y asentí. -Al igual que tú tiene un iman por irse a la hacienda Cabello y en especial en busca de los genes de Camila.- recuerda.

-No empieces tu también.- le digo sería. -Prácticamente me tiro una bomba nuclear y no sabía que Sinu estaba acá.-

-Tu eres mujer Lauren y sabrás que una mujer dolida es muy difícil que te trate bien.- tomo el balde lleno de agua para darle a Golden.

-Yo también estoy dolida y no la trato mal.- me defiendo.

-Es que tú eres diferente y siempre has sido un par de azúcar cuando de Camila se trata.- recuerda. -O no olvidas tu primera discusión con ella, y te escapaste a mitad de la noche para ir a pedirle perdón.-

-Golden relinchó todo el camino porque lo había despertado.- recuerdo, ambos reímos. -Supongo que ahí te enamoraste de esa yegua.-

-Tu forzaste esa relación, ahora solo debes aceptar las consecuencias de tener nietos.- me dice y me reí. -Y sobre Camila, ¿Tu mamá te mando a hablar con ella?.-

-Siempre, desde años que me manda a intentar a conversar con ella, pero nunca lo hago seriamente y hoy lo intente de nuevo, pero ella parece querer asesinarme.-

-Tienes sus motivos, después de todo la dejaste para irte.-

-No la deje para irme, la deje porque era lo mejor para las dos en esos momentos, yo sabía que ella tenía un montón de sueños y obligarla a acompañarme perpetuamente no era la idea.-

-Ella no lo vio de esa forma, yo no soy entrometido...- y si que lo era. -Pero hay muchos rumores de ustedes dos dando vuelta entre los ricos, así que tú versión es la que menos se ha comentado.-

-Me imagino, todo el mundo apostaba que nos casaríamos.- y no era mentira eso.

-Ni en las carreras de caballos perdí tanto dinero como contigo Jáuregui.- me recriminó y me reí fuertemente.

-Pero bueno, ya pasó todo, ella se ve feliz con el traidor de Edward y yo estoy centrada en la viña, mi mamá y sobre todo en buscar que ella sea feliz.- le comentó a Santino.

-Sabes que a tu mamá le haría muy feliz verte con alguien estable.-

-Lo se, pero no estaré con alguien si no lo siento de verdad, el amor no es así Santino.-

-De todas formas, a veces es mejor hacer felices a las personas que amamos para después no sentirnos culpables.- señala. -Aunque tu mamá es feliz con lo que tú eres feliz.-

-Y soy feliz.- anunció con una sonrisa. -Iré a verla de hecho.-

El hombre se acercó dándome un abrazo fuerte, para dejarme ir, no sin antes besar la cabeza de mi caballo que parecía más que cansado, ya me imagino lo que hizo el cochino, pero no lo juzgaré, supongo que la yegua de Camila era bastante atractiva para mi chico.

No lo culpo.

Más si podía tener el mismo cuerpazo que la dueña.

Camila seguía siendo igual de hermosa que cuando éramos jóvenes, había madurado y crecido, pero su belleza solo crecía con el paso de los años, ella era hermosa ante mis ojos y eso nunca iba a cambiar.

Entre a la casa de mamá, escuchando las risas de ella junto con Sinu, de haberlo sabido no me hubiera ido a dar vueltas por su casa, pero bueno.

-Cariño.- Mamá se puso de pie, envolviéndome en un fuerte abrazo. -Vino Santino a contarme que habías salido a cabalgar.-