Tristeza

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Durante semanas Loki se sintió derrotado, sin energías y con ganas de hacer nada, se mantuvo alejado de los asuntos del palacio pues le pidió a los miembros del consejo que se encargaran de las tareas porque simplemente él no podía con ellas, le c...

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Durante semanas Loki se sintió derrotado, sin energías y con ganas de hacer nada, se mantuvo alejado de los asuntos del palacio pues le pidió a los miembros del consejo que se encargaran de las tareas porque simplemente él no podía con ellas, le costaba trabajo realizar un simple movimiento o incluso respirar.

La alegría se esfumó de su cuerpo y dio paso a la tristeza, una emoción tan potente que se aferró con fuerza al corazón de Loki.

La mayor parte del tiempo estuvo encerrado en la habitación de su madre, ahí recordó los momentos más felices de su infancia, él deseaba volver a los buenos tiempos porque en el presente solo tenía amargura y tragedia.

El príncipe estaba en un castillo dorado con cientos de personas conviviendo a lado de él, pero nada de eso lo hacía sentir acompañado, sino todo lo contrario.

El martes tenía que ir a visitar a Melody, pero él ni siquiera quería bajar al mundo de los mortales para convivir con su amada. Deseaba estar solo, sin la presencia de nadie. La idea de escapar a un planeta deshabitado era una excelente opción que tomó en cuenta en varias ocasiones.

El día de la visita llegó, el príncipe tocó la puerta de la casa de Melody, ella abrió al instante y lo invitó a pasar.

—Hola, Loki, ¿cómo estás? —preguntó Melody con una sonrisa en su rostro y abrazó al príncipe.

Loki levantó la mirada y le otorgó una sonrisa falsa.

—Estoy bien. —asintió un par de veces con la cabeza y metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

—Que bueno, me da gusto, el día de hoy tengo muchas actividades para ti. —contestó Melody cuando cerró la puerta.

Los dos caminaron hacia el comedor.

—Estuve investigando en Internet y encontré un método para aprender a conocer tus emociones... —habló Melody sin dejar de sonreír, pues le fascinaba ser la maestra de Loki.

—Melody... —Loki levantó la vista—... El día de hoy... No deseo realizar la actividad.

—No, no, no, recuerda que no podemos ir al parque...

—No me refiero a eso... —bajó la cabeza y dio un suspiro.

—¿Entonces? ¿No quieres ganarte una estrellita dorada? —Melody levantó una ceja y habló con persuasión.

—No. —susurró.

—¿Qué tienes? —ella frunció el ceño, notando un cambio extraño en Loki.

—Estoy bien, es solo que... Me siento agotado.

Melody inclinó la cabeza pues no era normal que Loki se sintiera cansado.

—Loki... —ella se levantó de la silla y caminó hacia él—... ¿Te sientes mal?

—No, solo tengo sueño, no he podido dormir estos últimos días. —contestó Loki.

ᎷᎬΝͲᏆᎡϴՏϴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora