: ̗̀➛ Qué pasaría si un día el amor de tu vida llega y te pide que seas su maestra y le enseñes a ser romántico para que al final él se vaya con el amor de su vida.
¿Aceptarías solo por verlo feliz?
: ̗̀➛ Esta novela no es mía, es una adaptación a...
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⎯⎯୨ Dylan O'Brien ୧⎯⎯
Patético.
Esto era patético. Había dejado a Britt creyendo que al regresar encontraría a Khai esperándome. Sin embargo, al regresar solo me había llevado la decepción de que ella ahora estaba con Daniel.
No había pasado ni una semana y yo ya sentía venir el fin de mi vida. De acuerdo, exagero, pero es que ahora estaba encerrado en una soledad increíble. Ahora me sentía estúpido, ahora era un completo imbecil.
Era de esos momentos en los que observas tu vida con determinación, donde valoras tus logros y lamentas tus errores sabiendo que si quizá no hubieses sido tan idiota, el presente estaría tomando otro curso.
¿Mi más grande error? Haber dejado a Khai. Sí, siempre supe que estaba enamorada de mí. Lo sabía, pero había querido ignorarlo porque era la hermana de mi mejor amiga y una chica dos años menor, quizá la edad no importa, pero Tom me importaba y no me arriesgaría.
Había esperado que su pequeño enamoramiento por mí pasara, que se diera cuenta de que yo era un pequeño capricho que no lograría alcanzar, pero ahora ella era quien me había arrastrado demostrándome que yo no era un capricho para después enamorarme.
Irónico, ¿no?
Ahora que la tengo lejos, ahora que parece haberme "superado", era cuando más la quería cerca, pero es que ni siquiera podía acercarme a veinte metros sin sentir mi corazón doler al verla con Daniel.
Ver como se abrazaban o besaban, como se susurraban cosas al oído o como se miraban esperando que el otro no los atrapara, como sonreían al estar juntos o como reían de cualquier cosa que estuvieran hablando, era una tortura.
Había pasado la semana entera evitando a todos, metiéndome en mis estudios y desahogándome en el gimnasio o la cancha de fútbol.
No podía no mirarla a los ojos, también me sentía mal por haberla tratado como lo hice. Otro error.
Estaba celoso y supongo que ahora lo estoy más, pero nada era una justificación para como me había comportado con ella. Ahora, solo debía ir y pedirle disculpas, pero no me sentía con el valor de hacerlo.
—¿Sabes? Estar deprimido no es sexy —dijo Tom saliendo del baño con una toalla en los hombros y un par de jeans.
—¿Sabes? Verte medio desnudo no es mi trabajo, es el de Zendaya —dije tirándome en la cama.
