un poema y la dignidad de lo roto

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sí, tal vez me desarme con cada mirada

pero por lo menos doy la cara

a ese amor romántico que me acaricia

me apuñala

y me deja con las ganas

de seguir sufriendo


me deja las manos cubiertas de azufre

y quedo simplemente hecha huesos

con fisuras en todos los dedos

así que me pongo guantes


sí, yo doy la cara

y me extirpo el corazón sin anestesia

lo dejo latiendo encima de la mesa

hasta que no funcione más

hasta que se muera

o se convierta en un corazón de madera


porque ya no puedo sostenerlo

adentro de mi propio cuerpo

solo este órgano pesa 400 kilogramos

porque es un órgano casi enfermo

pesimista y somnoliento

que se me desliza por todos los huesos

y se desgarra pasando por la filosa columna vertebral


corazón, mi cielo

que te tapaste con canela

te hiciste irresistible para cualquiera

y todos te quisieron devorar


corazón, mi amor

no dejes de palpitar

te escribiré poemas para que funciones un ratito más

te inyectaré palabras de adrenalina

para que no quieras morir nunca más


lo haré con mis propios dedos hechos de astillas

será un trabajo artesanal

me haré enfermera de primera categoría

solo para que puedas revivir tu panal

tu dulzura infernal

tu paciencia virginal


te voy a coser con aguja e hilo

para que no te me escapes más

Poemas que chillan cuando los mando a dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora